El balance del 2020 en todos los sectores ha sido negativo, pero en lo referente al comercio ha sido en particular muy negativo. Es una valoración en la que coinciden tanto la Confederación de Empresarios de Melilla (CEME-CEOE), la Asociación de Comerciantes y Profesionales de la Zona Centro y la Asociación de Comerciantes de la Frontera Acsemel.
Javier Alarcón, presidente de la asociación de la zona Centro, indicaba a El Faro en su valoración que el año que acabamos de terminar para todo el sector comercial, en el que también incluye a la hostelería, ha estado “lleno de incertidumbre, preocupación y mucho miedo ante el temor de tener que cerrar sus negocios para siempre”.
Señaló que además hay que tener en cuenta que todos los sectores de la ciudad venían atravesando una gran crisis economía desde hace años y que al juntarse con la crisis del COVID-19, todos los efectos han tenido lugar a la vez y en un breve espacio de tiempo. Y sus consecuencias han repercutido de una forma muy negativa tanto en el sector de comercio como en el de la hostelería.
Alarcón destacó un cambio que en los últimos años se ha producido un cambio en el consumo de los melillenses que ha ido desplazándose del comercio de proximidad, “el de las tiendas de toda la vida”, hacia las grandes franquicias. Por un lado, esto se ve en las compras en la península cuando hacen sus viajes aprovechando la bonificación del 75% de descuento; y por otro, el desplazamiento hacia la periferia de la ciudad tras la inauguración del parque comercial que se encuentra en las inmediaciones de la frontera.
Además, a esto hay que añadirle otros dos factores importantes que llegan con la crisis sanitaria del COVID-19, el fomento de la compra a través de plataformas digitales; y el confinamiento perimetral, cuya consecuencia más directa con el cierre del paso fronterizo y de las restricciones aéreo-marítimas es la disminución de compradores procedentes de otras ciudades y del país vecino. Sobre todo de Marruecos, como destacó el presidente de la CEME-CEOE, Enrique Alcoba, ya que desde el otro de la frontera venía un público importante con potenciales compradores que visitaban las tiendas de Melilla a diario.
Con todo ello, todos recordaron que en 2020 a causa de la pandemia una medidas que se tomaron fue el confinamiento y con él el cierre de la gran mayoría de los negocios de la ciudad desde mediados de marzo hasta mediados de abril, provocando así la caída del consumo. Alcoba señaló que fueron meses de muchas pérdidas a que no hubo ventas y que el horario estuvo restringido hasta las 20:00 horas de la tarde. Indicó que no hubo bocas, ni comuniones ni tampoco feria, y que por ello, al no haber consumo en las tiendas de la ciudad, la crisis se ha notado. “Todo esto conlleva que ha sido un año malo, pero para algunos muy, muy malo”, expresó.
Según Alarcón, después en los meses de verano con la mejora de la situación epidemiológica llegó la flexibilidad de las medidas de seguridad haciendo que se diese una pequeña recuperación económica. Aunque dos meses más tarde llegó lo que denominan “el gran mazado del cierre de la hostelería”. Para la asociación la hostelería es un sector que está totalmente vinculado al comercio de la zona centro ya que lo que hacen esos establecimientos es dar vida a la zona atrayendo esa afluencia de público tan necesaria.
“Sin perspectivas de futuro”
Desde Acsemel, Andeselam Mohamed Mimun, explica que ha sido un año nefasto para la economía melillense y que si algún día llega a abrir la frontera “nada va a ser igual porque ya se encargará Marruecos de que sea así”. Para los comerciantes fronterizos, el descenso de las ventas también se empezaba a evidenciar en los últimos años, pero ahora, con el cierre total de la frontera, aseveraron que están “sin ventas y sin perspectivas de futuro.
“Un futuro que llevamos reclamando a nuestros gobernantes, ligado a la situación fronteriza, a la cual nuestras autoridades no saben o no pueden darnos una contestación a qué atenernos después de la pandemia”, destacó Abdeselam Mohamed Mimun.
Consideró que una vez iniciado el proceso de vacunación, la gran mayoría de los sectores de la ciudad comenzarán a ver la luz; sin embargo, en el del comercio transfronterizo no es así. “No vemos ninguna luz, esta todo oscuro, ¿no creen nuestros gobernantes que ya es hora de que nos digan qué nos deparará el futuro?”, cuestionó.
Por todo ello, para los comerciantes de la ciudad, y en particular los de la zona centro, la campaña de Navidad ha sido vital para su supervivencia y para una posible recuperación de todos estos negocios. Y aunque esta campaña comercial haya dejado cierto optimismo, la incertidumbre que viene ahora con el comienzo del año para unos y la actual situación sigue la misma para otros.
Un comienzo de año cargado de “incertidumbre total” para todos
En cuanto a las perspectivas que presenta el 2021 no saben nada, este nuevo año viene cargado de incertidumbre. Así lo auguró el presidente de la CEME-CEOE, Enrique Alcoba en su valoración. Se cierra un año con la tercera ola de contagios de la pandemia y con la campaña de vacunación, pero muchos países deciden cerrar a cal y canto todos los sectores comerciales y de hostelería, como fue el caso de Alemania, o un confinamiento total como el que recientemente ha anunciado Reino Unido.
En el caso de España la incertidumbre es total para todos los sectores, y es algo que hasta los políticos desconocen cómo van a desarrollarse los acontecimientos y se va haciendo todo sobe la marcha. Alcoba entiende que lo prioritario en una crisis sanitaria como la que vivimos desde 2020 es la salud. Pero incidió en que la economía va unida a la salud y que sin economía no hay trabajo, y que sin este no se puede comer, no pagar los alquileres, etc.; por lo que todo se convierte en una espiral. “La situación es muy complicada y veremos a ver cómo viene”, dijo.
Desde Ascemel, Abdeselam Mohamed Mimun, recordó que se está trabajando en alternativas para el comercio transfronterizo como una nueva línea de comercio con Argelia. Se trata de una labor que está llevando a cabo la Autoridad Portuaria y que desde ese sector comercial aplauden y se quieren aferrar a la misma como “tabla de salvación dentro de la profunda crisis” que padecen. Pero el presidente de Acsemel criticó que no han visto todavía por parte de las autoridades locales ningún tipo de respaldo ni tampoco intención de llevar esta propuesta a Madrid a fin de que se haga una realidad.
Asimismo, se propuso una línea con el puerto de Beni Enzar, “otra idea que daría otro enfoque para poder reestablecer un comercio con nuestros vecinos de la provincia de Nador”. Pero para esta tampoco han visto ningún tipo de apoyo oficial de las autoridades locales. Por ello desde Acsemel se preguntan si los responsables locales no transmiten al Gobierno de la Nación la situación tan grave que se vive en la ciudad.
“Esperamos que nuestros gobernantes, esos que siempre nos apoyaban en nuestras reivindicaciones en tiempos atrás cuando gobernaba el PP, y que denunciaban la gestión tan pésima que se hacía de la frontera, no se escondan y nos digan realmente a qué atenernos en los próximos meses, si vender nuestros negocios y emigrar o seguir luchando por esta ciudad”, expresó Abdeselam Mohamed Mimun.
Más medidas
Por otro lado, en cuanto al comercio local, Javier Alarcón comentó que desde la asociación de zona Centro llevan planteando todo el año a la Ciudad Autónoma una serie de propuestas para solucionar las adversidades que tiene el centro de la ciudad. “Parece que no quieren o no se quieren dar cuenta de lo que está pasando”, expresó. Una de las cosas que suceden es que viven una gran inseguridad en el centro de la ciudad, por ello, hicieron un escrito dirigido al superintendente de la Policía Local de Melilla para que dotase al centro de Melilla de más presencia policial. Lo hicieron, se puso mas presencia policial, aunque desde Acome consideraron que debía haberse puesto más para la campaña de Navidad.
La asociación agradeció que por otro lado se pusiese el aparcamiento gratuito de Isla Talleres para la campaña de Navidad. Aunque fue una medida que llegó tarde y que se quedó corta, ya que las principales calles del centro estaban de obras y esto ha provocado una pérdida de 200 aparcamientos para que los clientes puedan dejar us vehículos mientras compran.
Poco antes de meterse de lleno en las fiestas la asociación mantuvo una reunión con el área de Cultura y solicitaron la realización de más actividades lúdicas en las calles del centro de la ciudad, a fin de que no se concentrase todo en la plaza de las Culturas y el Parque Hernández, y se pueda dotar la zona de más vida. Aunque es una medida que no solo reclamaron para estas fiestas navideñas, sino también para el resto del año.
Y por último, comentó que el año terminó y que aún pudieron reunirse con la consejera de Hacienda y Comercio, Dunia Almansouri, a pesar de haberla solicitado. Desde Acome quieren presentar por escrito de una batería de ideas y propuestas de cara al año 2021 para el desarrollo de un plan de dinamización y revitalización que consideran que es muy urgente para el centro histórico de la ciudad. “Creo que es importante empezar a trabajar ya para todo el año que viene”, dijo Alarcón, recordando que el pasado año también lo hicieron pero que finalmente no se pudo llevar a cabo.