El titular del Juzgado de lo Penal número 1 de Melilla dictó ayer una sentencia condenatoria contra una mujer por cometer de un delito de resistencia contra el personal sanitario. Después de que la acusada reconociera los hechos en la sala, se le impuso una multa por valor de 940 euros. De acuerdo con el relato recogido en el escrito acusatorio de la Fiscalía, al que El Faro pudo tener acceso, la encausada dio un “manotazo” a una auxiliar del servicio de Urgencias del Hospital Comarcal, además de insultarla y amenazarla. Posteriormente, arremetió contra una celadora, a la que también agredió verbalmente.
Estos hechos tuvieron lugar el 31 de enero de 2016, sobre las 17:40 horas. La mujer compareció ayer ante el juez titular del Penal 1 como acusada de un delito de resistencia a la autoridad, además de otros dos delitos leves, uno por amenazas y otro por lesiones.
Acuerdo de conformidad
Antes de iniciarse la vista, la defensa de la encausada alcanzó un acuerdo de conformidad con la representante del Ministerio Público. Este trato necesariamente implica el reconocimiento de los hechos imputados por parte de la persona acusada.
Así, la procesada reconoció los hechos expuestos en el escrito acusatorio de la fiscal. Según se detalla en el mismo, la mujer fue atendida por una auxiliar de enfermería del servicio de Urgencias, en el Comarcal. “De muy malas maneras, le faltó el respeto y, de forma muy violenta, le propinó un manotazo cuando ella le ayudaba a colocar una pierna”, sostiene la acusación.
Amenazas de muerte
Además, la encausada trató de golpear a la sanitaria con un teléfono móvil. “Cuando te coja te vas a enterar, te voy a esperar en la puerta y te voy a denunciar por el daño que me has hecho en el pie”, fue lo que dijo a la auxiliar de enfermería, además de insultarla.
Según se recoge en el escrito, la procesada terminó calmándose y el personal de Urgencias finalmente pudo tratarla. No obstante, cuando se disponía a abandonar el hospital, la mujer arremetió contra la celadora que la estaba desplazando en una silla de ruedas.
“Tú no eres quién para denegarme una ambulancia”, comenzó diciéndole, para seguir luego con insultos. “Te voy a esperar en la calle y te voy a matar, mora de mierda”. Eso fue lo que, según se plasma en el escrito de la fiscal, dijo a la celadora, amenazándola de muerte.
Modificación de la pena
La fiscal modificó la pena que inicialmente solicitaba para la procesada para compensar su predisposición a colaborar con la Administración de Justicia admitiendo su culpabilidad, lo que supuso que no fuera necesario la celebración del juicio. En un principio, el Ministerio Público pedía una pena de dos años de cárcel, así como una multa de 600 euros. Finalmente, eliminó la petición de prisión y solicitó una multa de 940 euros.
Aunque la procesada ya contaba con numerosos antecedentes penales, estos no eran computables a efectos de reincidencia, ya que esas conductas eran de otras naturalezas delictivas.
La acusada se mostró de acuerdo con los términos de la condena solicitada por la fiscal.