Categorías: Tribunales y Justicia

Condenan al dueño de un comercio y a un cliente que se liaron a golpes

La pelea comenzó por la rotura de un reloj que se cayó desde una estantería. El propietario del Bazar Chino Wang Bo, Bo Wang, y uno de sus clientes, Nabil Abdeselam Amar, han sido condenados por una falta de lesiones tras la pelea que mantuvieron ambos el pasado 12 de octubre en el establecimiento comercial que el primero tiene en la calle Gran Capitán.
Los hechos, según narra en su sentencia el titular del Juzgado de Primera Instancia número 4 de Melilla, se originaron a raíz de la rotura de un reloj. El juez explica que ese día Nabil Abdeselam Amar entró acompañado de otra persona en el negocio del que Bo Wang es dueño partícipe. El acompañante de Nabil Abdeselam golpeó un reloj que estaba en una estantería y éste se cayó al sueño y se rompió. Ante estos hechos, la dependienta del establecimiento llamó la atención al causante del destrozo. En ese momento, siempre según la sentencia, el dueño del negocio, Bo Wang, se dirigió hacia donde estaban Nabil Abdeselam y su acompañante y empujó al primero. A continuación, ambos “comenzaron a pelearse mutuamente con golpes”.
Ante los gritos, apareció en escena Xiaoyun Lin, madre de Bo Wang, propietario del negocio, y “se metió en la pelea”. Nabil Abdeselam “la apartó de un golpe cayendo ésta al suelo y golpeándose en la rodilla”.
Finalmente, los hechos acabaron en una denuncia interpuesta ante la Policía Nacional que motivó la celebración de un juicio de faltas el pasado 13 de diciembre. Dos días después el juez dictó su sentencia en la que condena a los dos implicados en la pelea por una falta de lesiones.
Ambas parte, señala el juez en la sentencia, reconocieron durante el juicio que Bo Wang y Nabil Abdeselam se pelearon “con ocasión de un reloj que se había caído de la estantería en el establecimiento”, pero “negando quién comenzó dicha pelea”. El juez afirma que no ha podido determinar si el altercado se produjo “por un empujón de Nabil o fue porque Bo Wang dio un cate a Nabil que pudo esquivar éste, pero lo cierto es que ambos reconocen que se pelean”. En cualquier caso, el único de los dos que sufrió lesiones fue Nabil Abdeselam.
La otra persona que salió malparada de la pelea fue Xiaoyun, la madre de Bo Wang. “La denunciante Xiaoyun indica que se metió a separar entre los dos muchachos y que Nabil la apartó de la pelea cayéndose ésta al suelo, por esa mano de Nabil que le apartó de la pelea”, narra el juez. El titular del juzgado también afirma que “Xiaoyun asumía que podría sufrir lesiones si se metía en una pelea de su hijo, pero la acción de Nabil fue desproporcionada a evitar un ataque por parte de Xiaoyun, convirtiéndose en una agresión hacia ella con resultado de lesiones”.
A raíz de la pelea, la madre de Bo Wang sufrió excoriaciones en la muñeca izquierda y una contusión en la rodilla con hematoma moderado. Necesitó diez días para curarse, tres de los cuales estuvo impedida para sus ocupaciones habituales. No le han quedado secuelas.
Por su parte, Nabil sufrió excoriaciones en región occipital, en el codo, en el hombro izquierdo y en el dedo medio derecho. Tardó siete días en curarse, durante uno no pudo desarrollar sus ocupaciones habituales y no le han quedado secuelas.

Multas e indemnizaciones

El juez considera que se ha acreditado que las acciones de Bo Wang y de Nabil Abdeselam fueron las que originaron las lesiones denunciadas. Y en consecuencia condena a ambos por dos faltas de lesiones.
A Nabil Abdeselam, que manifestó vivir con sus padres, el juez le impone una pena de treinta días de multa con una cuota diaria de tres euros, 90 euros en total. Además, deberá indemnizar a Xiaoyun con el pago de 360 euros.
La condena para Bo Wang, dueño partícipe del establecimiento comercial, también es de treinta días de multa, pero en su caso la cuota diaria sube a seis euros, 180 euros en total. Además, deberá indemnizar a Nabil Abdeselam con el pago de 230 euros.
La sentencia, que no es firme y puede ser recurrida ante la Audiencia Provincial, también fija que ambos condenados deben hacer frente al pago de las costas procesales.

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