Condenado en Rabat a 8 años de cárcel un ex legionario de Melilla por yihadista

Sirvió en el Tercio durante nueve años. Era el jefe de una célula desarticulada en Nador en enero de 2014. En la misma operación fueron detenidas otras 17 personas.

El ex militar español detenido en Marruecos en enero de 2014 por ser considerado jefe de una célula yihadista ha sido condenado por el Tribunal de Apelación de Salé (Marruecos) a ocho años de cárcel, informó ayer la prensa marroquí. El militar español, cuyo nombre no fue divulgado por las autoridades marroquíes, fue condenado por el Tribunal de Apelación de Salé, encargado de los casos de terrorismo, junto a otras 17 personas que formaban parte de la célula y que fueron sentenciados a penas de entre tres y diez años de cárcel.
Uno de los miembros de esta célula, de nacionalidad marroquí fue condenado a diez años de cárcel, otro a 7 años, siete a 6 años, tres de 5 años, dos a 4 años y tres a 3 años. Según el diario electrónico achpress.com, quince de los condenados en este caso se negaron a declarar ante el juez en la última sesión del proceso celebrada el pasado jueves y en la que se pronunciaron las penas.
Todos ellos fueron acusados de “constitución de banda criminal para preparar y cometer actos terroristas en el marco de proyecto colectivo que tiene como objetivo atentar gravemente contra el orden público con reincidencia, pertenecer a un grupo religioso prohibido y celebrar reuniones públicas no autorizadas”.
La célula “yihadista” dirigida por el ex militar español fue desmantelada a finales de enero de 2014 en seis ciudades de Marruecos: Nador (donde residía el español tras salir del Ejército), Tetuán, Taza, Alhucemas, Fez y Marrakech.

Nueve años en el Tercio
El condenado español, hijo de pareja mixta hispano-marroquí, estuvo destinado en el Tercio Gran Capitán I de la Legión, con base en Melilla, unidad en la que sirvió durante unos nueve años. Fuentes de la seguridad marroquí dijeron entonces que en el momento de su arresto, los miembros de esta célula yihadista poseían diversas armas blancas y material para la fabricación de explosivos. Además, tenían planes de atacar sucursales bancarias y edificios oficiales.