Cuando alguien quiere conducir un taxi en Melilla como asalariado, tiene que solicitar el carné municipal de taxis, que en el capítulo 2 del título IV (sobre el personal encargado de la prestación del servicio) en el reglamento del taxi de la Ciudad Autónoma, publicado en el Boletín Oficial de Melilla (BOME) el 3 de marzo de 2023, se llama certificado municipal de aptitud.
Por el momento, tal como han informado fuentes de la Oficina Técnica de Transportes Terrestres, se está manteniendo el anterior sistema, según el cual los titulares de las licencias -quienes también deben tener ese certificado municipal de aptitud-, cuando lo necesitan para que les ayude en el taxi, presentan a una persona al examen.
Después es la Policía Local la que examina al candidato sobre sus conocimientos sobre Melilla –especialmente la ubicación de determinados lugares-, el régimen y aplicación de las tarifas del taxi, el conocimiento del reglamento y de la lengua castellana y la atención a las personas con discapacidad. Se cuenta con que esta persona posee la licencia de conducir, que deberá presentar junto con un título de graduado en ESO o equivalente y un informe que muestre que no padece ninguna enfermedad ni impedimento físico o psíquico que lo imposibilite. Además, deberá probar que no posee antecedentes penales ni deudas con Hacienda.
Es decir, que no hay convocatorias como tales, sino que los exámenes se van llevando a cabo a requerimiento de los titulares de las licencias que necesiten a algún asalariado en lo que constituye una relación laboral como cualquier otra. En la actualidad hay en Melilla 60 licencias de taxistas titulares y algunos de ellos cuentan con asalariados.
Una vez que el examen resulta apto, la Policía Local se lo comunica a la Oficina Técnica de Transportes Terrestres, que expide el carné para que lo firme el consejero de Medio Ambiente y Naturaleza. En ese momento ya esa persona podría conducir un taxi.
Cada cinco años tanto los titulares como los asalariados deben renovar el carné, aunque ya sin examen y es suficiente con presentar la documentación que pruebe que siguen cumpliendo con los requisitos marcados.
En cualquier caso, la obtención del certificado no significa que esa persona no lo pueda perder en caso de incumplir, según dice el reglamento, “condiciones esenciales del certificado municipal de aptitud”. Entre las posibles causas de pérdida del certificado, están el trato incorrecto con los usuarios, compañeros, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y ciudadanía en general; la conducción bajo tasas de alcohol superiores a la permitida o bajo la influencia de las drogas; la reiteración de infracciones en los expedientes sancionadores –dos o más sanciones en un año- o una condena por sentencia firme por delito doloso. Si a algún taxista se le revoca el certificado, no podrá obtener otro en el plazo de tres años. Eso sí, si el titular de la licencia despide al asalariado, éste sigue manteniendo su certificado activo aunque la decisión deba ser comunicada igualmente a la Oficina Técnica de Transportes Terrestres.
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