Cómo lidiar con las desgracias. ¿Qué opina el islam al respecto?

El remedio más efectivo para lidiar con las desgracias cuando estas ocurren es creer en la predestinación y el decreto Divino (Qada y Qadar, este es el sexto pilar de la fe). Este es un factor clave para reducir las adversidades que afectan a un creyente. Con esta creencia, el musulmán se protege de los defectos psicológicos que le pueden afectar cuando ocurren las desgracias. Cuando el creyente sabe que nada puede dañarlo excepto aquello que Dios ha ordenado, aceptará siempre el Designio Divino. Dice Dios en el Corán: “No sucede ninguna desgracia en la Tierra ni os azota a vosotros mismos adversidad alguna sin que este registrada en un libro (la Tabla Protegida) antes de que acaezca. Ello es fácil para Dios. No os desesperéis por lo que no habéis conseguido y no os regocijéis por lo que se os ha concedido. Dios no ama a los arrogantes, jactanciosos (57:22-23).

El Profeta Muhammad que la paz sea con él dijo: “el creyente fuerte y firme es mejor y más amado por Dios que el débil y en ambos está el bien. Tengan la costumbre de adquirir cosas que los beneficie y busquen la ayuda de Dios sin ser holgazanes en los actos de adoración. Si algo los daña, no digan “Si hubiese hecho esto o aquello no habría pasado, más bien digan: Fue designio de Dios y cualquier cosa que Él desea ocurre, ciertamente decir “si hubiese” abre las puertas a las maquinaciones de Satanás.

El musulmán debe estar tranquilo con lo que su Señor ha ordenado en cada momento, tenga pobreza o riqueza, salud o enfermedad. Dios ha descrito a las personas que solo están contentas con su Creador cuando tienen riquezas, salud y disfruta de una buena situación, y no en momentos de pobreza o enfermedad. Dice Dios sobre esta gente en el Corán: “Entre los hombres hay quienes adoran a Dios con duda y si les ocurre un bien se sienten tranquilos, pero si les acaece una desgracia reniegan de la fe, perdiéndose en este mundo y el otro. Esto es una perdida evidente. (22:11)”.

Si el creyente está convencido de que todos los asuntos están en manos de Dios quien no tiene coparticipe y de que es Aquel que dispone de los asuntos de todas las criaturas de la Creación, y que solo ordena lo bueno y aquello que beneficia a las criaturas, si cree esto, que Él es el que tiene en Sus manos el poder de todas las cosas. Si el creyente cree en esto con certeza y refuerza con ello su fe, y sólo depende de Dios, buscando refugio en Él con temor de Su castigo, esperando Su recompensa y gracias (en esta vida) haciendo cosas apropiadas para obtener el beneplácito de Dios, entonces será de los que Dios describe en el Corán: “Y quien se encomienda a Dios, Él le será suficiente (65:3).

Es importante buscar la recompensa de Dios con la paciencia sobre aquello que ha ordenado, sean calamidades o aflicciones en su vida, familia o riqueza. Dice Dios: “Y por cierto que os probare con algo de temor, hambre, perdida de bienes, vidas y frutos, pero albricia a los pacientes. Aquellos que cuando les alcanza una desgracia dicen: Ciertamente somos de Dios y ante Él compareceremos. Estos son quienes su Señor agraciará con el perdón y la misericordia y son quienes siguen la guía. (2:155-157).

El Profeta Muhammad dijo: no hay ningún siervo que ante una calamidad diga “Ciertamente de Dios somos y ante Él compareceremos” sin que Dios le recompense con una gran bien.

El maestro de los corazones el gran erudito Ibn al Qayim dijo sobre esta suplica que el Profeta nos enseñó decir en los momentos en los que somos afligidos por alguna calamidad: “Estas palabras son las mejores que puede decir una persona afligida por un problema, porque contiene dos grandes principios. Si una persona las conoce y los lleva a la práctica será aliviado de su situación. El primer principio es que el hombre, su familia y su riqueza pertenecen a Dios. Todas estas cosas no son más que un préstamo en manos de las personas, y si Dios nos lo quita, es como aquel dueño de algo que retoma lo suyo. El segundo principio es que el siervo finalmente regresara a Dios y dejara este mundo atrás. Será llevado ante Dios solo, como fue creado, sin familia, dinero o auxiliadores. Se presentará ante el Creador con nada más que sus acciones malas o buenas por lo tanto este es el principio y el final del siervo… ¿Cómo puede uno alegrarse demasiado por algo que obtiene o desesperarse cuando pierde algo?. Cuando una persona reflexiona sobre su principio y su fin, esto es sin duda un gran remedio para sobrellevar aflicciones.

OTROS MEDIOS PARA SOBRELLEVAR LAS AFLICCIONES.

1º Realizar las oraciones prescritas y las voluntarias sobre todo las oraciones voluntarias que se hacen en lo más profundo de la noche. Dios dice en el Corán: “Buscad ayuda en la paciencia y en la oración. (2:45)…. Cuando había una situación que preocupaba al Profeta el rápido se ponía a orar. Cuando algo preocupaba a los musulmanes o eran afligidos por alguna desgracia, el Profeta Muhammad solía ordenar al encargado de llamar a la oración y le decía “¡Oh Bilal! Llama a la oración pues ella nos trae paz”.

2º El pensar bien de Dios y no mostrarse descontento con Su decreto. Abu Huraira narró que el Profeta Muhammad dijo: “Ciertamente Dios dice: Yo seré con Mi siervo tal y como él piensa de Mí, si piensa bien de Mí, entonces el tendrá aquello que tiene en su corazón, y si piensa mal, entonces tendrá eso para él.

3º El recordar frecuentemente a Dios, haciendo esto, la persona será librada de las desgracias y aflicciones que le aquejan y su fe será fortalecida. Dios dice: “Aquellos que creen, sus corazones se sosiegan con el recuerdo de Dios. ¿Acaso no es con el recuerdo de Dios con lo que se sosiegan los corazones? (13:28)”.

4º El suplicar mucho a Dios. Encontramos en el Corán el siguiente versículo: “ ¿Acaso quien responde al afligido cuando le invoca, alivia los pesares y hace que vosotros os sucedáis unos a otros en la Tierra (puede equipararse a quien no es capaz de hacer nada de eso? ¿Acaso puede haber otra divinidad junto con Dios? Realmente son pocos los que reflexionan. (27:62)”.

5º tener una creencia firme en que después de las desgracias viene el alivio. Dice Dios en el Corán: “Y ciertamente, después de cada situación difícil viene el alivio. (94:6).

Cuando Hassan Ibn Zabit Compañero del Profeta y un reconocido poeta escucho estos versículos dijo lo siguiente:

Ante una situación grave, todo a mi alrededor parecía cerrarse

De repente yo fui librado de mi angustia cuando pensaba que no llegaría nunca el auxilio

Así fue como entendí el versículo coránico “después de cada dificultad viene el alivio”

Tu dotado de intelecto no te hundas ante las adversidades ya que el auxilio divino está cerca.

Acaso no sabes que el momento más oscuro de la noche es cuando más cerca está la luz del alba.

Cuando la cuerda se tense cada vez más al final acabara por romperse y liberarte.

A la oscuridad de la noche le sigue la luz del día.

A la tormenta le sigue la calma

Al invierno duro y gris le sigue la primavera verde y radiante

¿No tienes en todos estos signos pruebas suficientes para que te des cuenta de que por cada situación difícil Dios hará que le siga una fácil?

Concluimos este artículo pidiendo a Dios el Todopoderoso por Sus más Bellos Nombres y Sublimes Atributos que conceda los más altos grados del Paraíso a todas las víctimas del Terremoto de Turquía y Siria. Que les dé una pronta recuperación a todos los heridos, que calme los corazones de todos aquellos que han perdido a familiares y amigos. Señor Nuestro te pedimos por Tu Misericordia Infinita que les des una salida y les facilites las cosas. Te pedimos por el Inmenso amor que sientes hacia toda Tu creación que hagas que vuelva a salir para ellos de nuevo la luz del sol radiante que lleve a sus corazones la tranquilidad, calma, paz y alegría que todos los mortales anhelamos y deseamos. Tú eres el Dueño de la Misericordia Infinita, Tu eres el Sutil, el Generoso, El Bondadoso, Señor del Trono Grandioso. Responde a nuestras suplicas y ten piedad de los afligidos. Tuyo es el Poder y la Gloria. Que la paz y las bendiciones de Dios sean con Adam y Eva los padres de la Humanidad, que la paz y las bendiciones de Dios sean con Noé a quien se le ordeno construir el Arca, que la paz y las bendiciones de Dios sean con José a quien se le concedió conocimiento, paciencia, discernimiento y belleza física y espiritual, que la paz y las bendiciones de Dios sean con Abraham padre de los Profetas y con sus hijos Ismael e Isaac con los cuales Dios forjo su alianza y de ellos salieron dos grandes tribus. Que la paz y las bendiciones de Dios sean con David y su Hijo Salomón ambos dos grandes Profetas, al primero se le concedieron los salmos y al segundo se le concedió un reino que no fue concedido a nadie de la creación. Que la paz y las bendiciones de Dios sean con Moisés al cual se le concedió liberar al pueblo de Israel, al que se le abrieron los mares, con el que Dios hablo directamente en el Monte y aquel que dijo que en el Día de la Resurrección le gustaría ser tan solo un miembro más de la comunidad de Muhammad. Que la paz y las bendiciones de Dios sean con el Mesías Jesús hijo de María. Que la paz sea con su casta pura y santísima madre la Virgen María la cual será una de las señoras del Paraíso, que la paz sea con su hijo el Mesías Jesús hijo de María al que se le concedió el milagro de nacer sin padre, de resucitar a los muertos, de curar al leproso, de dar la vista al ciego y todo esto lo hacía por la Voluntad y la ayuda de Dios. Que la paz y las bendiciones de Dios sean con el último de los Profetas y Enviados, con el sello de la Profecía, con el amado de Dios, con el amigo íntimo de Dios, con aquel que ha sido enviado como una Misericordia para toda la humanidad, Muhammad Ibn Abdila. Que la paz y las bendiciones de Dios sea con todos los profetas y enviados. Sellamos nuestra suplica con la paz para los enviados porque es una de las mejores formas de conseguir la bendición de Dios y la respuesta a nuestras suplicas.