Con la pegada de carteles empieza la carrera electoral que culminará el próximo 28 de abril. Durante las siguientes dos semanas, los votantes estarán expuestos a todas las propuestas que los candidatos, tanto a la presidencia del Gobierno como al Congreso y Senado, tengan que hacernos. Una dura contienda que mayoritariamente estará repartida entre seis partidos.
Van a ser 15 días de intensa actividad en los que las barriadas van a concentrar las visitas de los candidatos de nuestra ciudad a ambas cámaras o de políticos de talla nacional para buscar los votos en cualquier rincón de la geografía española.
Son unas elecciones que se han catalogado de trascendentales, que se han adelantado y que llegan después del hito histórico que supuso la moción de censura al Gobierno de Mariano Rajoy y que llevó a Pedro Sánchez a la Moncloa.
Son muchos los que han puesto las esperanzas en estas elecciones para lograr una calma política tras este ejercicio democrático.
Por eso mismo, por la importancia que suponen estos comicios electorales, que llegan sólo un mes antes de las elecciones autonómicas, se espera un ambiente de respeto entre las diferentes fuerzas políticas, augurando que se mantengan los principios de legalidad y que esta ‘pelea’ no derive en un juego sucio entre los partidos.
Que se llegue a este escenario sólo perjudicaría a los mismos candidatos, ya que lo que menos quiere la ciudadanía es ver como los que posiblemente les representen en un fututo, se peleen por los votos sin importar la integridad y el respeto hacia el contrario.
Hay que recordar que estas elecciones se deben tratar con la importancia que merecen.