Colas para salir a Marruecos para romper el ayuno. Esa era la estampa de la frontera de Beni Enzar este domingo por la tarde. Ya fuera para entrar o salir, la afluencia en el límite entre Europa y Marruecos era evidente.
Alrededor de las 17 horas decenas de automóviles hacían cola en la frontera de Beni Enzar. Al otro lado, un constante flujo de personas volvían a pie a casa. De esta manera, el límite entre España y Marruecos era testigo de un vaivén de coches y de ciudadanos que solo tenían un único motivo: romper el ayuno, ya fuera a un lado de la frontera o al otro.
Sin embargo, muchos melillenses que pasaban por allí iban con prisas y cargados de bolsas. No podían detenerse ni un instante, pues el tiempo apremiaba. Y es que en estos días de ramadán, cada minuto cuenta. Después de haber estado esperando largo rato (en el caso de algunos, horas) para poder llegar a Marruecos, el tiempo se había echado encima y ahora debían correr de vuelta a sus casas.
El motivo no es otro que preparar toda la comida para romper el ayuno. Las colas en la frontera les retrasa en un momento crucial del día. Tras esperar, tienen que llegar lo más rápido posible a sus casas y preparar los platos que van a tomar durante la ruptura del ayuno. Por esto, muchos habían cruzado para comprar algunas cosas y regresaban a toda prisa.
Uno de los que regresaban de Marruecos era Mohamed. Había tardado unos tres cuartos de hora en cruzar a pie la frontera y volvía a Melilla cargado de bolsas con comida. Se dirige hacia su casa para romper el ayuno dentro de muy poco tiempo. “Es a las ocho y media, así que tenemos el tiempo justo en todos los sentidos”, comenta.
Al otro lado de la frontera ha estado unas cuatro horas, cuenta este melillense. “He ido para comprar, darme una vueltecilla y despejarme un poco”, afirma. Ahora hace el camino de regreso hacia su familia. La compra ha sido grande, puesto que son diez personas en casa y tiene que llevar muchos productos para comer esta noche.
Zacharia es un joven melillense que vuelve de Marruecos junto a su familia. Han salido temprano para intentar no toparse con mucha cola en la frontera de camino a casa y así llegar antes para poder prepararlo todo para romper el ayuno. Cuando han salido no había mucha cola de gente para cruzar, pero al llegar a Melilla cuenta que es cuando más personas se han encontrado.
Sin embargo, cuando salieron hacia Marruecos tardaron dos horas en cruzar la frontera. “Casi llegamos a la hora del ayuno. Fue justo”, asegura. Ahora, al igual que su familia y él, son muchas las personas que regresan a la ciudad para romper el ayuno porque “si no llegas antes, no te da tiempo a preparar la comida”.
Lo mismo contaba a El Faro Drifa. Ella volvía desde Marruecos acompañada de varias mujeres de su familia, todas cargadas de bolsas de comida. Han estado al otro lado de la frontera poco tiempo, según dice no llega ni a la hora. Pero el camino de ida ha sido otro cantar.
“Hemos estado haciendo cola dos horas y media. Se pasa muy mal”, relata esta melillense. Después de haber estado tanto tiempo esperando, no han tardado ni la mitad en comprar lo que necesitaban y emprender el camino de vuelta por la frontera. Ahora regresan a casa con muchos víveres que les hacen falta para preparar los platos con los que van a romper el ayuno.
Aquí vemos el despotismo de las autoridades marroquies en menospreciar el paso de transeúntes, cerrando sus puestos de controles para ir a comer, en la caída del ayuno.¿ Donde se ha visto eso?, se trata de una frontera INTERNACIONAL, siempre debe de haber un relevo en esos puestos, y me imagino que porque tarden en comer media hora no se morirán de hambre. Claro que donde no hay valentía, la falsedad y el abuso se impone. Esperemos ansiosos que este gobierno español del pinocho Pedrito desaparezca por los siglos de los siglos " Amen "
Si vas a una ciudad de España, sea Málaga, Madrid dónde sea, en horas puntas hay grandes atascos por la gran cantidad de movimiento de coches ¿Cómo no va haberlos en una frontera?
La frontera se ha convertido yá en las nuevas colas del hambre, colas de cuatro horas para ir y otras cuatro para volver y solo para comprar viveres de marruecos para comida diaria. A ver quien hace cola con la gente del hambre..es una verdadera pena. El mileurista ya no puede vivir en melilla, y menos aun los que cobran el paro, subsidios y ingreso mínimo vital que son una gran mayoría aquí en melilla. esto no se arregla tan fácilmente, única solución fronteras abiertas , las tres. a ver hoy si el Marlaska nos da alguna buena noticia , que lo dudo.
Colas del hambre...aquí esta todo caro y en morocco regalan la comida a todo el mundo. Con ese razonamiento no sabemos por qué no se enteran los que huyen de allí de lo mal que están las cosas en España.
Para que vienen y en muchos casos pagando una fortuna ? Si aquí se pasa hambre y allí la comida y la vida están regalados.
Es lo que tiene regalarle el DNI español a los mindundis improductivos de Farjana y Beni Sicar que se han instalado en Melilla