Un toque dulce siempre es bienvenido al final de una comida. Pero, en el verano, buscamos postres refrescantes, que nos ayuden a lidiar mejor con las altas temperaturas.
Por ende, hoy proponemos desde EL Faro tres deliciosas recetas que no solo nos aportan hidratación, sino que contribuyen a paliar la sed y el calor.
En la etapa estival, algunos de los postres más demandados son los helados y los polos. No obstante, si bien los helados permiten rebajar la temperatura corporal, no hidratan tanto como los polos, visto que en su mayoría provienen de una bebida congelada.
Así, los mejores polos son los que podemos elaborar en casa con zumos de frutas o de aguas de sabores y, si son sin azúcares añadidos, todavía mejor.
Asimismo, los polos pueden hacerse de varios sabores y colores. En este caso, hay que rellenar el molde con mezcla, pero solo hasta un cuarto de su capacidad, y se deja en el congelador una media hora. Luego, se sigue rellenando y poniendo a enfriar cada vez para que se vaya congelando, hasta terminar como un polo a rayas.
Por otro lado, también le podemos poner pedazos de fruta a los polos. De hecho, con fruta fresca se elaboran los postres más refrescantes en el verano, cuando las más consumidas son la sandía y el melón, que tienen un enorme contenido de agua.
Igualmente los yogures contienen una gran cantidad de agua. Por tanto, puede ser mucho más refrescante y saludable recién sacado del frigorífico que un helado.
Es más, para hacer más cremosos los polos podemos añadir un poco de queso crema, nata montada o unas cucharadas de yogur natural o de sabores. Son exquisitos los de ciruelas y naranja, de melocotón y yogur, sandía y kiwi, sandía y limón, fresa y lima, batido de vainilla y cereza, o yogur con arándanos.
Sin más, aquí te dejamos tres recetas de domingo que son muy fáciles y bastante rápidas de hacer, dos de las cuales están elaboradas con Philadelphia, el queso crema número uno en Europa. Además, con ellas sin dudas podrás asimilar mejor el calor y disfrutar más del periodo veraniego.
Mezclar las galletas trituradas con la mantequilla derretida, introducir en un molde desmontable de 20 centímetros de diámetro y presionar bien hasta ocupar toda la superficie. Introducir en la nevera.
Sumergir las hojas de gelatina en una taza con agua fría. Mientras tanto, calentar 75 mililitros de nata hasta que esté templada. Añadir la gelatina diluida y bien exprimida y mezclar hasta que se deshaga por completo. Montar la nata restante.
Batir el queso Philadelphia con el azúcar hasta obtener una masa cremosa. Añadir la nata con la gelatina, la ralladura de lima y de limón, el zumo de los dos limones y finalmente la nata montada.
Retirar el molde de la nevera, y distribuir la mezcla sobre la base de galletas. Alisar bien y volver a introducir en la nevera durante unas cuatro horas o hasta que quede bien solidificado.
Antes de servir, decorar con la ralladura de lima.
Mousse de galleta y gelatina
INGREDIENTES
155 gramos de Philadelphia Original
165 gramos de nata líquida
30 gramos de yemas
37 gramos de azúcar
1 x hoja de gelatina
75 gramos de Fontaneda Digestive
30 gramos de mantequilla
150 gramos de confitura de frambuesa
1 x hoja de gelatina
ELABORACIÓN
Para preparar la galleta. Rallar la galleta y mezclar con la mantequilla fundida.
Para la mousse, lo primero es hervir la nata. Mientras tanto, montar las yemas de huevo acompañadas del azúcar hasta que doblen su volumen. En ese momento, mezclar la nata y poner al fuego durante un minuto. No dejar hervir, apartar y añadir fuera del fuego la hoja de gelatina bien hidratada y escurrida. Cuando la mezcla empiece a enfriarse añadir el Philadelphia y mezclar.
Para preparar la gelatina de frambuesa. En un cazo poner la confitura de frambuesa con unas gotas de agua. Una vez ha hervido sacar del fuego, colar y añadir la hoja de gelatina. Dejar enfriar antes de usar. A la hora de servir disponer en el fondo del vasito la galleta, encima la mousse de Philadelphia y verter casi fría una cucharada sopera de la gelatina de frambuesa. Decorar con una frambuesa.
Polos de fruta
INGREDIENTES
200 gramos de fruta
200 mililitros de zumo de naranja, piña, manzana…, según combine con la fruta que hayamos elegido. Podemos poner también una mezcla de varios zumos.
Azúcar glas al gusto (si la fruta no es muy dulce) o una cucharadita de miel (o ambas cosas)
El zumo de medio limón para que la fruta mantenga un bonito color
ELABORACIÓN
Pelamos y lavamos la fruta. La troceamos y la pasamos por la batidora hasta que obtengamos un puré muy fino. Mezclamos la fruta con el zumo si vemos que queda demasiado espeso. Probamos el dulzor.
Añadimos la miel o el azúcar glas y volvemos a pasar por la batidora.
Ponemos la mezcla en unos moldes de polo. Si no tenemos, podemos usar vasitos de yogur o de quesitos frescos de los pequeños. Ponemos unas maderas o palillos chinos dobles y cortados y dejamos enfriar en el congelador al menos tres o cuatro horas hasta que se congelen por completo.