Claret aboga por la cooperación entre las instituciones en su toma de posesión

El nuevo delegado enfatiza que ninguna administración puede luchar por sí sola de manera autónoma contra el desempleo o en pro de la cohesión social en Melilla. La toma de posesión ayer de Antonio María Claret como nuevo delegado del Gobierno en Melilla reunió a una amplia representación de las primeras autoridades civiles y militares de la ciudad, así como de los distintos grupos parlamentarios de la Asamblea de Melilla, partidos políticos, agentes sociales y representantes de entidades y asociaciones diversas.
El nuevo delegado se vio arropado en su asunción del cargo por su predecesor Gregorio Escobar, el secretario de Estado para la Cooperación Territorial, Gaspar Zarrías, el delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Cruz, el presidente del Consejo Consultivo de Andalucía, Juan Cano Bueso, y por el presidente del Tribunal Contencioso-administrativo de Andalucía, además de por amigos desplazados especialmente para la ocasión desde Granada, donde ha venido residiendo desde su etapa de estudiante de Medicina y donde ejercía como oftalmólogo del Servicio Andaluz de Salud hasta su nombramiento como autoridad gubernativa en Melilla.

Discurso y claves

En su discurso, trufado de grandes citas y caracterizado por una oratoria cercana y amena a la vez, Claret no sólo dio las directrices de lo que será su guía de actuación como delegado del Gobierno en Melilla. Apeló sobre todo a la cooperación institucional como única forma de encontrar solución a grandes problemas que, señaló, ninguna administración por si sola puede afrontar de manera autónoma.
Con especial referencia a problemas como el alto índice de desempleo o aquellas otras circunstancias que dificultan una mayor cohesión social, Claret dijo que no esperaba “ni un minuto” para ofrecer “desde el primer momento su colaboración sincera a todas las administraciones y agentes sociales, muy especialmente –añadió- a la administración de la Ciudad de Melilla. Podemos y debemos trabajar juntos en pro de los melillenses y esta es la única materia y el único objetivo que debe guiar nuestra actividad pública. Para esto –continuó- es necesario basar nuestras relaciones en la lealtad institucional mutua y en el respeto”.
“Vengo a Melilla muy ilusionado, con tremenda ilusión de poder hacer un gran trabajo pero a la vez sé de las dificultades de este cargo. No me engaño –matizó-. Sé que no es un puesto sencillo que va a requerir lo mejor de mi, pero seguro que con la ayuda de todos ustedes y de las autoridades podré afrontar la labor que se me ha encomendado”.

Agradecimientos

Por su puesto, de principio, Claret tuvo palabras de cortesía para las autoridades presentes en el acto, agradeció especialmente al presidente de la Ciudad  su presencia y sobre todo trasmitió su “profundo honor y agradecimiento” al Gobierno de España por su nombramiento, así como a Gaspar Zarrías al que señaló como el “culpable” de que se encuentre en Melilla.
También tuvo una “mención especial de apoyo y afecto para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado” y prometió que “contarán siempre” con su apoyo, al tiempo que alabó la labor “absolutamente meritoria, digna de toda alabanza y encomia que siempre realizan y más en condiciones difíciles”. “Todos ellos –precisó- deben saber que encontrarán en el nuevo delegado el mismo apoyo y calor que encontraron en Gregorio Escobar”.

A  sus antecesores

En el mismo contexto, quiso tener un reconocimiento a sus antecesores, “a todos cuantos han representado al Gobierno de España en esta ciudad desde Estopiñán hasta Escobar”, para señalar, al hilo de una anécdota atribuida a Isaac Newton, que él, desde la distancia y con mucha más humildad que el físico, “también se alzará sobre hombros de gigantes”, es decir, beberá de la experiencia de sus antecesores “sin dejar a ninguno de lado”, motivo por los que citó los delegados del Gobierno de la actual etapa democrática de Melilla, aunque empezando por Manuel Céspedes y mencionando a renglón seguido a su sucesor Enrique Beamud, a Arturo Esteban, a su “amigo” Fernández Chacón y a Gregorio Escobar, del que dijo que “ha hecho una magnífica labor y de sus resultados podemos decir que ha sido un magnífico delegado del Gobierno en Melilla”.