Clara victoria del Virgen de la Victoria

Los melillenses demostraron su superioridad en la segunda parte

El Melilla Sport capital Virgen de la Victoria de balonmano, que milita en la Primera División Nacional, logró ayer imponerse al cuadro madrileño del Balonmano Sanse por 32-22, en un encuentro en el que los hombres que dirige Faisal Salmi, tras un dubitativo comienzo, supo imponerse y lograr un triunfo que le aupa hasta la octava plaza. Este encuentro se disputó en el pabellón Lázaro Fernández, ante la presencia de espectadores que vieron en evolución a los buenos jugadores del cuadro melillense que se dejaron todo en cada una de las jugadas para que los tres puntos se quedaran en nuestra ciudad.

El partido comenzó de forma muy igualada, como se era de esperar de dos equipos que se encuentran a solo dos puntos de diferencia en la clasificación, con constantes alternativas en el marcador, con la posibilidad de alcanzar la séptima, que sería histórico.

De este modo, en los primeros 20 minutos tan solo los de Salmi lograron ‘rascar’ una mínima diferencia de dos goles en dos ocasiones (4-2 y 11-9). Esta circunstancia se mantuvo hasta los últimos cinco minutos de la primera mitad, pues los madrileños llegaron incluso a empatar (12-12) en el minuto 22 de partido.

Sin embargo, un arreón final de los hombres que dirige Faisal Salmi, con un parcial de 4-0, hizo que se llegase al descanso con ventaja melillense (16-12).

Tras el paso por los vestuarios, la igualdad fue la tónica dominante en los primeros diez minutos de juego, ya que la ventaja de cuatro goles se siguió manteniendo hasta el 40’ (20-16), momento en el que el cuadro melillense da un paso adelante en busca de una victoria sin lugar a las sorpresas.

De este modo, comenzó a abrir brecha en el electrónico y se coloca, a falta de ocho minutos para el final del encuentro con una diferencia de +10 (28-18), una distancia que supo mantener hasta el final del encuentro, al que se llegó con el triunfo local por 32-22. Los melillenses han realizado una temporada pedir de boca a pesar de todos los problemas que se han tenido.