Cinco inmigrantes entran en Melilla en el rechazo de una nueva avalancha

{jaimage crop="MR" /}Un grupo de unos 40 subsaharianos intentó saltar la valla por el río Nano. Tres guardias civiles están heridos leves. Melilla inició ayer la semana con un nuevo asalto de inmigrantes a la valla fronteriza con Marruecos a la altura del río Nano. De un grupo de unos 40 subsaharianos, cinco consiguieron su objetivo de entrar en territorio español. Tres guardias civiles resultaron heridos leves en el intento de contener a los inmigrantes, según informó la Delegación del Gobierno en la ciudad. La colaboración con las autoridades marroquíes ha sido clave en el rechazo de este nuevo intento de avalancha en el perímetro fronterizo.
En torno a las 04:00 horas de ayer, un grupo aproximado de 35 inmigrantes alcanzó la frontera melillense a la altura del río Nano. Una vez activado el dispositivo de seguridad de la Guardia Civil, sólo cinco de los inmigrantes consiguieron su objetivo de entrar en Melilla, mientras que el resto se dispersó en tierra marroquí, según explicó la Delegación del Gobierno.
“En las labores de defensa de las lindes fronterizas”, agregó la Delegación, tres guardias civiles resultaron heridos leves, pero ninguno de ellos ha requerido la baja médica.
Desde este fin de semana, el helicóptero de la Guardia Civil ha estado vigilando el perímetro fronterizo desde los cielos melillenses para disuadir a los inmigrantes de su determinación de entrar en territorio nacional de manera ilegal.

Río Nano, el punto caliente
Es la segunda entrada de inmigrantes a través de la valla en la zona del río Nano, que se ha convertido en el punto caliente de la inmigración ilegal. El pasado 14 de mayo un grupo mayor de inmigrantes, unos 200, protagonizó una avalancha en torno a las 23:00 horas, aprovechando el cambio de turno de la Guardia Civil destinada en la frontera. Concretamente, los inmigrantes aprovechan el cambio de turno del Grupo de Reserva y Seguridad (GRS) del Instituto Armado, que llegaron a la ciudad procedentes de Valencia a finales del pasado mes de abril. Por este motivo, la semana pasada el delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, dijo tener sospechas de que a los inmigrantes, que aguardan su oportunidad en el monte Gurugú, les informan desde Melilla de los movimientos de los efectivos de seguridad en la valla perimetral. En esa avalancha, alrededor de 60 inmigrantes consiguieron entrar en Melilla.
La Guardia Civil se vio reforzada con la llegada de los GRS, después de la entrada de inmigrantes registrada en la noche del 25 de abril. El aumento de la presión migratoria ha obligado desde entonces a un refuerzo de la seguridad, complementada con la labor del helicóptero de la Benemérita, y con los efectivos del GRS. La Delegación del Gobierno en Melilla descartó hasta el momento pedir ayuda al Ejército para la vigilancia del perímetro fronterizo. Fue en esta entrada masiva de inmigrantes, la del 25 de abril, cuando éstos se refugiaron en el domicilio familiar del presidente de Coalición por Melilla (CpM), Mustafa Aberchán, quien acusó a las Fuerzas de Seguridad del Estado de “salvajes agresiones” a los inmigrantes y posteriormente, les acompañó, junto con los efectivos del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI).
Este suceso suscitó polémica política, en especial, por los motivos argüidos por Aberchán, quien mantiene que cobijó a los inmigrantes de origen subsahariano para protegerles de la Policía.

También en Chafarinas
En las últimas semanas, se han producido también dos entradas de inmigrantes a través de las islas Chafarinas. El 19 de abril llegaron a la isla de Congreso siete inmigrantes y el pasado 10 de mayo lo lograron ocho. Éstos últimos fueron trasladados casi de inmediato a Melilla debido a que se encontraba en el lugar el buque de la Armada, que realiza labores de abastecimiento de la guarnición militar en el archipiélago.  Las islas y peñones españoles en el norte de África fueron utilizados por primera vez como medio de acceso a territorio español el verano pasado. La entrada más importante fue la que se registró en la Isla de Tierra, frente a Alhucemas.