Melilla dio ayer la bienvenida al Semana Santa con la salida de La Pollinica a la calle. A las 10 de la mañana, puntual, el presidente de la Agrupación de Cofradías, Gregorio Castillo, llamaba al portón de la hermandad de Batería Jota para pedir que las imágenes salieran a procesionar por las callse de la ciudad. Tras la llamada, el portón de la Cofradía del Flagelado se abrió y el trono salió a su encuentro con los melillenses. En las inmediaciones, decenas de personas aguardaban para acompañar a los titulares en su recorrido por la ciudad.
Poco antes de que arrancara la procesión, todo eran nervios e idas y venidas en la Medalla Milagrosa. Los cofrades llevaban un año esperando ese momento y no querían que fallara ningún detalle. El cielo, algo cubierto por las nubes, no parecía amenazar el desarrollo de la estación de penitencia. El tiempo iba a acompañar y había suficientes portadores para que la Esperanza pudiera realizar también su salida procesional.
Al ritmo de la Legión
Pocos minutos después de que La Pollinica pisara la calle, el portón de la Cofradía volvía abrirse y los melillenses que aguardaban en la zona pudieronn ver mecerse el palio de la Virgen de la Esperanza. Al grito de “¡Al cielo con ella!”, con la Legión entonando El Novio de la Muerte, Nuestra Señora de Gracia y Esperanza salía a su encuentro con la ciudad.
El trono de la Virgen torció y antes de encaminarse para seguir el recorrido de la procesión hizo una parada, como ya había hecho unos minutos antes La Pollinica, para que, los que quisieran, pudieran acercar a sus pequeños para ser bendecidos por la Esperanza. Uno de los portadores fue el encargado de alzar a los bebés en brazos antes de devolverlos a sus padres.
Tras la parada, la Virgen reanudó la marcha y continuó siguiendo los pasos que ya había dado La Pollinica para adentrase en la ciudad y recorrer las calles hasta llegar a uno de los momentos más esperados por los amantes de la Semana Santa de nuestra ciudad: la entrada en el Parque Hernández.
Entrada en el parque
Poco antes de las 12:30 horas por la calle Ramírez de Arellano ya se veía la comitiva que acompañaba a la procesión. La Pollinica primero y la Esperanza después atravesaron la puerta de entrada ante la atenta mirada de las decenas de personas que, como marca la tradición, esperaban su llegada. Cuando la Virgen alcanzó la puerta, el capataz pidió a los portadores una “alzá” al cielo en honor de los militares melillenses que se encuentran destinados en Irak.
Las dos imágenes fueron recorriendo poco a poco la vía que atraviesa el parque entonando en muchos momentos El Novio de la Muerte junto a la Legión, un sonido que no dejaba indiferentes a los melillenses, que permanecían atentos al paso.
Cuando La Pollinica llegó al centro del parque, el trono comenzó a girar hasta ponerse frente al de la Virgen. Los portadores de las dos imágenes avanzaron despacio para encontrarse y saludarse, levantando los dos tronos al cielo. Los aplausos de los ciudadanos resonaron en todo el parque en este momento.
Poco después de la 13:30 horas, La Pollinica salía del Parque Hernández por la Plaza de España para adentrarse en la Avenida Juan Carlos I. Allí también había decenas de personas que esperaban el paso de la primera procesión de la Semana Santa de nuestra ciudad.
Casi una hora tardó la hermandad en recorrer la Avenida para emprender el camino de vuelta al barrio de Batería Jota. Alrededor de las 17:00 horas estaba prevista la llegada de la cofradía a la Medalla Milagrosa, donde los titulares descasarán un año entero antes de volver a su encuentro con los melillenses.
La Semana Santa de Melilla arrancó ayer de la mejor manera, con un tiempo que acompañó y los melillenses salieron a la calle para arropar a la procesión. Por delante quedan ahora seis días intensos de procesiones en los que, si las previsiones meteorológicas no fallan, el buen tiempo continuará siendo un aliado perfecto para los cofrades.
La Cofradía de la Flagelación volverá a encontrarse con los ciudadanos el Jueves Santo, con el Cristo Flagelado y la Virgen del Mayor Dolor y el Domingo de Resurrección con el Cristo Resucitado, que acudirá a su encuentro con la Virgen del Rocío. Los melillenses tienen la oportunidad ahora de disfrutar de esta semana de Pasión. El olor a incienso y el sonido de tambores y cornetas serán, junto a los titulares, los protagonistas de la realidad de la ciudad durante los próximos días.
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