Chota: “No quiero terminar en la mitad de la tabla, es un fracaso”

El capitán de la UD Melilla considera que el equipo tiene que aspirar a más y pelear en las jornadas que restan por acabar entre los cuatro primeros clasificados.

La UD Melilla está inmersa en una espiral negativa en la que lleva cinco jornadas consecutivas sin conocer el triunfo, hecho que ha supuesto que el equipo que dirige Juan Moya se haya distanciado de los puestos nobles de la clasificación y esté ubicada en estos momentos justo en mitad de la tabla a la espera de lo que ocurra el domingo en el Municipal de La Línea ante la Balona, un equipo que viene cotizando al alza en el último tramo de competición y ante el que la escuadra azulina hará frente con bajas importantes. Cosa que al capitán unionista no le preocupa demasiado porque “la plantilla está formada por 22 jugadores”, aseguró Chota valoró para El Faro la actual situación del vestuario y del equipo. “La verdad es que preocupados sí estamos, pero este tenemos que sacarlo adelante los futbolistas porque somos nosotros los que jugamos y tenemos que dar el do de pecho dentro del campo. Quedan once jornadas y tenemos que sacar esto adelante si queremos estar entre los cuatro primeros. Yo quiero jugar la liguilla, no quiero estar en mitad de la tabla porque para mí eso es un fracaso”, manifestó el goleador melillense.
El capitán del equipo unionista comparte la opinión de que el partido del domingo puede ser el último tren para seguir aspirando a finalizar entre los mejores del Grupo IV. “Sí, porque es un rival directo. Si no me equivoco el Linense tiene 44 puntos y nosotros 37 y si queremos hacer algo, tenemos que sumar los tres puntos. Se acabaron ya todas las tonterías. Esto es fútbol y cuando llegan los malos resultados no hay que sacar las malas caras. Ahí es cuando hay que sacar pecho y tirar todos del mismo carro”, significó.
Chota trabaja todos los días para formar parte del once inicial y confía en formar parte del mismo en el Municipal linense, feudo que se le da muy bien y donde es muy valorado por la afición albinegra. “Trabajo como uno más, como el primero, para intentar entrar en el equipo, pero hay circunstancias que no las entiendo. Simplemente no las entiendo, y a mí eso de que si la edad, de que si tienes 37 años, no tiene  nada que ver para jugar al fútbol. Me parece absurdo este tipo de argumentos cuando por el Melilla he dado muchísimo. Creo que se me falta al respeto cuando se alude a estas cosas”, expresó el capitán de la UD Melilla, quien insistió en que se encuentra en un buen estado de forma y con ganas de jugar. “Imagínese, son muchas jornadas sin jugar. Cinco, diez o quince minutos no es suficiente y estoy dispuesto a todo. Quiero salir en el once, quiero jugar y no salir de ahí”, deseó.
La Balompédica es un equipo que se le da bien al atacante melillense. Esta temporada los azulinos se han medido en dos ocasiones al conjunto de Rafa Escobar y ambas concluyeron con tablas en el marcador. Si bien, en el partido de Copa (2-2) disputado en campo gaditano Chota se convirtió en el verdugo de los del Campo de Gibraltar al conseguir los dos goles del equipo melillense, que al final sirvieron para llegar a la tanda de penaltis y eliminar a los anfitriones. Con relación a qué partido espera, deseó que “ojalá se vea un partido bonito, jugado de tú a tú. Insisto que tenemos que salir a ganar porque si sales a empatar, al final terminas perdiendo. Hay que salir mentalizados de poder conseguir los tres puntos”, aseguró a pesar de las bajas importantes con las que el equipo afronta el duelo. “Las bajas las tenemos todos los equipos. Creo que tenemos una amplia plantilla a pesar de que se diga que es corta y con un presupuesto muy alto”, valoró el jugador azulino.
Chota es consciente de que la afición gaditana le teme a la vez que le tiene un cariño especial por el gesto que tuvo con un joven aficionado balono cuando éste lloraba por la eliminación copera de su equipo. El capitán no tuvo reparos en recordar la anécdota. “Cuando terminó el partido, un niño, que creo es el hijo de un directivo, estaba llorando y yo no puedo ver a un niño llorar y menos por el fútbol. Le dije que esto es el deporte, hoy ganas y mañana pierdes, pero que en esta vida hay que estar siempre alegre y le regalé mi camiseta”, concluyó.