Ceuta cumple este sábado dos meses desde que se produjo la mayor crisis migratoria de la historia de la ciudad autónoma y de España con la entrada de unas 12.000 personas por el espigón fronterizo del Tarajal procedentes de Marruecos, y lo hace con el objetivo de que 2.500 marroquíes vuelvan a su país.
Los días 17 y 18 de mayo hombres, mujeres, niños y familias completas accedieron a la ciudad, hasta 91 personas por minuto, según contó a Efe el presidente de la Ciudad, Juan Jesús Vivas (PP).
Los efectos de la crisis migratoria todavía no se han borrado en Ceuta puesto que el Gobierno local calcula que permanecen en la ciudad unos 2.500 inmigrantes marroquíes, tanto acogidos en centros o naves como en las calles, y tiene el objetivo de que regresen a su país.
Fuentes del Gobierno autonómico han afirmado a Efe que la crisis mantiene todavía en la calle a unos 200 menores marroquíes y a un número indeterminado de adultos, después del regreso voluntario de muchos de los inmigrantes que accedieron a la ciudad.
La mayor parte de estos menores y adultos que no están bajo techo se encuentran repartidos por asentamientos ilegales en los montes y en las zonas de costa, así como en las escolleras del puerto de la ciudad.
El Gobierno ceutí afirma que todavía el Ministerio del Interior no ha dado una cifra exacta de las personas que entraron en la ciudad, pero la delegada del Gobierno, Salvadora Mateos, la ha cifrado en unas 12.000.
En estos momentos Ceuta acoge a 769 menores extranjeros, 380 de ellos en el albergue de Piniers, otros 116 en una nave del Tarajal, 81 en la parte baja del centro de La Esperanza y hasta 192 en el polideportivo cubierto de Santa Amelia.
Por ello, el Gobierno de la ciudad calcula que puede haber en Ceuta unos 2.500 inmigrantes -1.000 menores y 1.500 adultos-, dentro y fuera de los centros y las naves.
En las naves la cifra de adultos y otros colectivos vulnerables es de 477 personas mientras otras muchas malviven en asentamientos ilegales en los montes y en las costas.
Estas dos naves han sido habilitadas como recursos de acogida por el Gobierno ceutí que, a pesar de no tener competencias en materia migratoria, se ha hecho cargo de estos marroquíes que todavía siguen en la ciudad a la espera de resolver su situación.
El Gobierno ceutí ha lamentado en los últimos días que el proceso de salida de los marroquíes está siendo "más lento de lo que debería", según ha indicado la consejera de Presidencia y Relaciones Institucionales de la Ciudad, Mabel Deu, a pesar de valorar que el Gobierno central sigue trabajando en este sentido.
Deu ha reconocido a Efe que el objetivo actual es acabar con los asentamientos ilegales pero también la asistencia sanitaria y de acogida para cubrir las necesidades de estas personas, muchas de ellas familias.
No obstante, entiende que los cambios que se han producido en el Gobierno, con la llegada de nuevos ministros, hará que tengan que "esperar unos días para seguir trabajando en este tema así como en el plan estratégico para Ceuta y Melilla".
De hecho, el presidente de Ceuta ha previsto presentar en los próximos días al pleno de la Asamblea un plan para conseguir la recuperación económica y social de la ciudad, a raíz del cierre de la frontera con Marruecos, que permanece sin abrir desde marzo de 2020 por la pandemia.
Mientras tanto, la delegada del Gobierno ha asegurado que desde que la entrada masiva de inmigrantes unas 7.000 personas regresaron casi de inmediato y en las semanas posteriores se registró el retorno voluntario de unos 3.000 marroquíes, incluyendo también muchos con expediente de devolución.
"Diariamente están saliendo de la ciudad de forma voluntaria unos 50 marroquíes a su país y el cómputo general de regresados asciende ya a unos 3.000 ", ha comentado Mateos en declaraciones a los periodistas esta semana.
Asimismo, ha señalado que a los que abandonan la ciudad de forma voluntaria se han unido "grupos a los que se les está haciendo un expediente de devolución, que conlleva haberse ido al puerto a intentar saltar a un barco".
Gracias a estos expedientes de devolución, que tienen sus requisitos legales, salen diariamente de Ceuta unos diez inmigrantes marroquíes.
Por otro lado, desde la Delegación del Gobierno todavía no se han planteado la posibilidad de poder escolarizar a estos más de 800 menores que están durmiendo bajo techo, a la espera de que puedan volver a su país antes de que comience el curso escolar el 10 de septiembre.
Salvadora Mateos no ha precisado ninguna solución a esta escolarización al entender que su "pretensión" es que estos niños vuelvan con sus padres "que es con quien mejor están".
No obstante, sí existe un Plan Estratégico de Escolarización de los menores extranjeros, al que se ha referido la directora provincial del Ministerio de Educación (MEFP), Yolanda Rodríguez, quien ha señalado que en el caso de que estos niños no puedan volver antes de septiembre, "se trabajaría el acompañamiento a nivel lingüístico".
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