CEME: “Las consecuencias del cierre de la aduana han sido catastróficas”

El presidente de la Confederación de Empresarios de Melilla (CEME) afirma que el cierre de la aduana comercial entre Melilla y Marruecos ha supuesto un duro golpe para la economía local. Subraya que desde el punto de vista empresarial están intentado reunirse con marroquíes que tienen negocios en el país vecino para ver si pueden llegar a un acuerdo, que más tarde se pueda ratificar por los políticos.

–¿Cuáles son las consecuencias del cierre de la aduana comercial?

–Las consecuencias han sido catastróficas.En Melilla teníamos un comercio establecido con Marruecos que iba funcionando y lo hacía bien. Había bastante movimiento de mercancía, lo que permitía que muchos comercios de Melilla hicieran su agosto o vivieran dignamente. Mantenían puestos de trabajo, una cuestión tan importante para la ciudad, y daban vida a Melilla. Pero con el cierre de la aduana comercial lo que ocurre es que se ha producido el caos en el tema de transportes.Todo aquel que vivía del tránsito de mercancías hacia Marruecos, ha tenido que desviar un poco su atención hacia otros temas, como el porteo en Barrio Chino o los vehículos de Farhana. Ha sido catastrófico.

Y de entrada no sabemos si esto tendrá solución o no. Se está intentando tener conversaciones con los empresarios de la zona de Nador y Beni Enzar por si existiera una posibilidad de retomar esta relación, aunque luego hubiera que instar a nivel político. Pero esto es lo que estamos intentando, que a través de los empresarios podamos solucionar el problema. Es muy importante. Los empresarios comen de aquí comen de allí y viceversa. Esas buenas relaciones que tenemos desde el año 56 creo que debemos de mantenerlas y no cortarlas.

–¿Cómo se enteró de que se iba a cerrar la aduana comercial?

–Empezaron a dar ciertas pistas sobre lo que iba a ocurrir. Pero no se lo creía nadie. Pero conforme avanzaba julio comenzaban a llegar las informaciones más serias. Aunque finalmente nos enteramos cuando intentaron pasar varios camiones de transporte documentados y estuvieron retenidos allí casi diez días. Estaban en lo que llamamos tierra de nadie. Ése fue el chasco. Los camiones tuvieron que dar la vuelta, con la pérdida tan grande de parte de esa mercancía que era perecedera. La verdad es que fue un desastre aquello.

–¿No se creían esa noticia de la clausura?

–No. No se la creían. Hasta que no llegó el minuto cero no se lo creyeron. Entonces cuando llegó, le pilló de sorpresa a mucha gente.

–¿Cómo era el trabajo de la aduana comercial para un empresario?

–Alguna de la mercancía que iba a la aduana estaba en tránsito y otras, en cambio se vendía aquí. De este tipo de comercio vivía bastante gente. Ahora todo ese intercambio de mercancías se está trasladando a través de Barrio Chino y de Beni Enzar. Pero la salida de mercancía por estos dos puestos fronterizos no es suficiente. ¿Qué ocurre? Pues que parte esta mercancía se está llevando a Ceuta para que sea en la ciudad hermana donde se pase la mercancía hacia Marruecos por su puesto fronterizo. Mucha mercancía, como la almendra, está llegando allí a Ceuta y hay unas cantidades tremendas. De hecho, en Ceuta nos han dicho que se dosifique un poco el traslado allí de productos porque no dan a basto.

–¿Cómo valora la gestión del Gobierno central de este tema?

–Pues si a la situación actual le sumamos que no tenemos un Gobierno definitivo, sino que está en tránsito, estamos en un impasse. Y además ahora el Gobierno local se acaba de constituir. Muchas preguntas no sabemos ni tan siquiera a quién se la debemos hacer. No obstante, no vamos a cejar en el intento y nos estamos reuniendo con diferentes personalidades. Estamos, a su vez, intentando que personas del mundo político de Marruecos también nos reciban para ver si existe alguna posibilidad de reabrir la aduana. No nos estamos quedando quietos.

Y con el tema empresarial estamos haciendo lo mismo. Estamos intentando reunirnos con empresarios de Marruecos tanto de Nador como de Beni Enzar.

En cuanto al tema político, confiamos que el nuevo Gobierno central que se asiente vea que hay una problemática. A los diferentes ministros que han venido les hemos explicado la situación y no nos han sabido dar ninguna respuesta clara. ¿Por qué?

Con Marruecos hay que tener buenas relaciones. Estamos todo de acuerdo con eso. Nos parece bien que se desarrolle el norte de Marruecos. Pero no nos podemos olvidar de que Melilla es España y que nadie se puede olvidar de Melilla. En nuestra ciudad debemos de tener derecho a tener comercios, a poder crecer, a poder exportar y hoy por hoy no se puede hacer ni a Marruecos ni a la península. A esta última no se puede por el régimen fiscal que tenemos.

¿Qué va a ocurrir? No nos vamos a morir. Tendremos que vivir de algo y en este enfoque estamos analizando cómo dar esa mayor vida a Melilla. Estos se puede conseguir con más turistas, pero también hablando con el Ministerio del Interior para que las prácticas del Ejército, Guardia Civil o Policía Nacional se puedan desarrollar aquí porque esas estancias se van a notar. Hace unos años Melilla no sufría problemas con la frontera porque no necesitaba ingresos por ahí al vivir de los soldados que venían a hacer el servicio militar. Los soldados eran una fuente de ingresos tremenda en la ciudad. Daban mucha vida a la ciudad. Melilla era un encanto, aunque había problemas. Pero hoy por hoy no es así. Podríamos intentar recuperar eso.

También se puede hacer un esfuerzo en atraer a los universitarios. Aquí hace falta un gran campus universitario y que las carreras se puedan realizar en la ciudad para contar con más jóvenes porque Melilla los necesita. Y para ellos habría que crear lugares de ocio y serían los empresarios los que se encargarían de ello.

Todos formamos parte de la solución al problema. En Melilla tenemos que concienciarnos de que tenemos que participar todos en la respuesta a esa situación. Es muy importante que rememos todos en la misma dirección.

–¿Cómo valora el grupo de trabajo que se constituyó entre las aduanas de España y Marruecos?

–Pues no se les espera. Hemos pedido si se había llegado a algún acuerdo, qué se había puesto encima de la mesa por parte de España para ver la respuesta que podría dar Marruecos. Pero nos insisten en que son reuniones técnicas y las respuestas que nos dan es que no puede trascender nada fuera del encuentro. Lo podemos llegar a entender. Pero, ¿cómo sabemos si se avanza o no? Las negociaciones están muy difíciles es lo único que nos han dicho. También van a seguir intentándolo.

El 10 de junio hubo una nueva reunión de las dos aduanas. Pero no sabemos nada. No sabemos si avanzan aunque sea mínimamente las conversaciones. Lo que sí sabemos es que España ha hecho una serie de propuestas a Marruecos y el país vecino a algunas ha dicho que sí y a otras no.

Pero creemos que lo tenemos bastante difícil. La postura de Marruecos es potenciar el puerto de Nador y toda la prohibición se basa en eso. El país vecino quiere desarrollar la zona norte que estaba muy abandonada. Nosotros deberíamos hacer lo mismo. Desarrollar nuestra ciudad de otra forma.

–¿Ve justificado el cierre de la aduana en que Marruecos quiera potenciar su puerto de Beni Enzar?

–Pues no veo ni dejo de ver la justificación. Lo que sí creo es que en este caso Marruecos es un país soberano en el sentido de que puede determinar qué mercancía pasa y cual no pero siempre defendiendo sus intereses. Marruecos piensa que potenciando su puerto cobra los aranceles que desea y crea puestos de trabajo para atender esa llegada de mercancía. Entendemos esta toma de decisiones. Sin embargo, ahí es donde entra nuestro Gobierno y las relaciones de buena vecindad que consisten en que yo te ayudo y tú a mí. No es tan complicado y siempre hemos vivido en buena armonía desde 1956. El escollo que hay ahora mismo no lo entendemos.

También es importante que todos los empresarios hagamos una piña en cuanto a este problema y al futuro de la ciudad. Si los empresarios no estamos unidos, difícilmente vamos a levantar esta ciudad. Los empresarios somos la base de todo. Somos los que podemos crear empelo, estabilizar la ciudad y generar riqueza. Sin el empresario no se puede hacer nada y por eso, somos tan importantes. Debemos estar unidos.

–¿Cómo ha cambiado el trabajo de las empresas?

–Si nos centramos permanentemente en el tema de la frontera es como si el único problema que tuviese la ciudad fuera ése. Pero Melilla no es la frontera. La frontera es uno de los problemas que tiene la ciudad por los cuáles tenemos problemas de comercio de exportación; si no tenemos unos pasos ágiles para el viajero o turista que pudiera venir a gastar a Melilla pues lógicamente nos sentimos todos muy afectados. Si no dejamos que vengan esos turistas y de la península no hay quien venga con los precios que hay no es que Melilla se muera sino que nos apagamos poco a poco como una vela. Y eso debemos de remediarlo. No debemos estar todos centrados en el tema de la frontera porque Melilla tiene otras muchas cosas y actividades en las cuales podemos hacer algo. Creo que podemos regenerarnos.

–¿Tiene esperanzas de que se pueda reabrir la aduana?

–Desde mi punto de vista lo veo complicado. Bueno no, complicadísimo. Ahora que desde el punto de vista empresarial creo que se van a poder establecer acuerdos de algún tipo para el paso de mercancías, pero en ambos sentidos. Siendo que sí se puede lograr este acuerdo porque los empresarios no son políticos. Los empresarios hacen negocios y pueden realizar el trueque que se ha producido siempre entre ambos países. Pero negociar la parte política no es tan fácil y por eso, confiamos en que sí puede haber un acuerdo empresarial.

–También en Barrio Chino está habiendo problemas con el paso de mercancía.

– La mercancía que sale de Melilla a Marruecos en su mayoría lo hace por Barrio Chino, a excepción de seis o siete camionetas o camioncitos con no más de 1.000 kilos que permiten pasar las autoridades marroquíes por Beni Enzar y que es un acuerdo al que se ha llegado recientemente.

A Barrio Chino llega la mercancía de porteo, que hasta ahora se iba en COA desde Beni Enzar, y también la de las furgonetas que descargan allí. Pero allí estamos a capricho de Marruecos porque hay días que sí deja pasar frutos secos, pero otro no; al día siguiente pasa ropa o telas...

En Farhana pasa más o menos lo mismo porque se marca desde el país vecino qué mercancía pasa y a qué hora. Claro que así los comerciantes de Melilla estamos supeditados a que Marruecos sea beneplácito y deje pasar la mercancía o no. Es un tema muy complicado. Además, se mueve mucha mercancía. Algunos días se mueven más de 500.000 kilos que no es una cantidad nada despreciable por esos pasos fronterizos y a eso no podemos renunciar.

Mientras dure, hay que intentar dar una solución porque Marruecos ya ha anunciado que el comercio atípico se cortará en un futuro.

Imagino que podrán hacer eso cuando tengan una infraestructura real que necesita el puerto y la zona de Beni Enzar. De momento, no creo que se atrevan a cortar el comercio atípico por algo muy sencillo: hay unas 100.000 personas que comen de esta actividad. ¿Quién le quita el sustento a tantas familias? Eso sería una barbaridad. Por eso yo creo que Marruecos se mantendrá un poco en esa cordura que necesitamos tener entre todos.

–De ahí también la importancia de contar con la aduana comercial, ¿no? Si se cierra Barrio Chino y Farhana a la mercancía, no habría forma de llevar productos al otro lado de la valla.

– La mercancía de Barrio Chino no es que sea ilegal. Melilla vende esos productos, la gente coge su factura y la pasa por estos pasos fronterizos. Es Marruecos el que considera esta mercancía como no legal y por eso ponen los impedimentos. Tienen “esa base legal” de decir qué pasa o qué no pasa.

Si Marruecos piensa cerrar Barrio Chino va a genera un grave problema. Pero lo suyo sería, si el país vecino lo deja abierto, pensar un centro de intercambio de mercancía en un futuro cercano. Esto ya se propuso y estaría muy bien. La gente iría a este recinto donde habría la mercancía vendida por los comerciantes melillenses a los marroquíes y se podría hacer esa transacción. Saldría mucha mercancía y daría mucha vida. Pero hay que contar con que Marruecos acepte esto.

No obstante, tenemos que ser optimistas con todo esto. Debemos pensar en que en Melilla hay que hacer otra actividad económica. Nosotros tenemos que reconvertirnos porque no podemos seguir encallados en el comercio con Marruecos. Aunque le aseguro que vamos a seguir negociando para lograr que se reabra la aduana comercial. Pero en Melilla tenemos que preparar un plan económico en el que la ciudad sea autosuficiente y podamos generar empleo y riqueza.

También tendremos que plantear si conviene o no a la ciudad entrar en la Unión Aduanera. Lo mismo nos conviene y tenemos que renunciar a algún tipo de beneficio fiscal, pero al mismo tiempo podríamos exportar a otros lugares y esto sí daría vida a la ciudad.

–¿Hay que buscar un plan alternativo?

– Sí. También tenemos que mirar al norte y a otros lugares, como el este o el oeste. ¿Por qué no se pueden abrir nuevas rutas de comercio? Pero para eso necesitamos estudiar el régimen fiscal que tenemos y la conveniencia o no de entrar en la Unión Aduanera. Es muy importante de verdad.

Además, el paso fronterizo de Beni Enzar que ahora va a contar con el proyecto de frontera inteligente que va a ser la repera está muy bien.

Pero hay que ponerse de acuerdo con Marruecos porque si nosotros llevamos un control de primera línea y varios carriles abiertos pero el país vecino no mantiene ese sistema y solo abre un carril, vamos a estar igual. Si todo el que venga a trabajar, a comprar o de turista llega por un carril pues no va a servir.

De ahí que también debe haber buenas relaciones con el país vecino. Melilla con Beni Enzar y Nador sí debe tener buenas relaciones y ahí sí que entran los políticos y no pueden hacer nada los empresarios.