La número 7 de la candidatura de Coalición por Melilla (CpM) a la Asamblea, Cecilia González, ha asegurado este lunes que “la trama del voto por correo la inició el Partido Popular en 1991”.
Tirando de la hemeroteca del diario El País, la diputada cepemista ha leído algunos titulares de ese periódico: “El PP admite que gestionó 80.000 votos por correo. El escándalo electoral salpica ya a siete provincias españolas” (14 de junio de 1991); “seis personas votaron por correo en nombre de, al menos, 600 electores en Salamanca (8 de junio de 1991); o “una religiosa cuyo sufragio gestionó el PP niega haber autorizado a nadie para el voto por correo” (5 de julio de 1991).
También se ha referido González a que “se encargó la falsificación de un sello de un notario para la falsificación de votos por correo”, o a que “el voto en 1991 aumentó en 100.000 personas respecto a 1987, de los cuales 80.000 reconoció el PP haberlos gestionado”.
En resumen, “irregularidades y falsificaciones que dieron lugar a que el PP consiguiera bastantes alcaldías”, ha manifestado la candidata de CpM, quien, respecto a los populares, ha indicado que “lo que no puede ganar en las urnas suele intentar ganarlo en Correos”.
Así, González ha dicho que se trata de algo que “viene de muy atrás y no es nuevo”, y ha recordado “los votos por ladrillo de Ignacio Velázquez o los vales de alimentos”. La candidata cepemista ha indicado que “en 2015 el número 6 del PP afirmó que el partido le exigía 300 votos por correo, lo que ocasionó que dimitiera días después”. También ha recordado González el vídeo de 2019 del hijo de Imbroda “gestionando votos por correo, por decirlo de alguna forma”.
“Es decir, que tiene una larga historia de gestión de voto por correo. Condenaron a PSOE y CpM, pero no fue por compra de votos, sino por promesas, según consta, a cambio de votos”, ha subrayado.
La diputada ha remarcado que CpM lleva intentando cambiar la Ley Orgánica de Régimen Electoral General (Loreg) desde 2011 sin éxito, ya que es algo que se tiene que hacer desde el Parlamento nacional y allí ni PSOE ni PP han intentado hacerlo. Para ella, no resulta una sorpresa, ya que se trata de “partidos franquicia a los que probablemente no interesa que este problema se resuelva”, igual que con el transporte o la frontera, para tener “la exclusiva del Gobierno de Melilla” mientras “se dan pataditas debajo de la mesa para que estén calladitos y no plantear problemas a sus gobiernos en la nación”.
De hecho, para González, existe “una sensación generalizada de que hay un pacto entre el PP y el PSOE con vistas a un posible Gobierno de la Ciudad”, incluso con grupos de WhatsApp en común, y con “el interés de que todas las acusaciones vayan a CpM” en lo que ha calificado como “un circo mediático”.
Para González, la “nueva estrategia” es decir que “en CpM son pro marroquíes, yihadistas, islamistas y un peligro social y la solución es que gobiernen PP y PSOE” con el ya conocido mensaje del “miedo al moro”, o, en este caso, “a la mora”. En este sentido, ha reconocido que ya están acostumbrados a que se les “tache” con esos calificativos cuando llega una campaña electoral, por lo que no le causa sorpresa, pero ha recalcado que “el único islamista que se sepa que tenía una actividad bastante importante dentro de un partido es uno a quien detuvieron en 2017 y precisamente era afiliado del PP”.
En su opinión, “es impresentable que presenten a otro partido (con el cual el PSOE ha estado gobernando cuatro años) como un peligro público”, especialmente cuando su candidata, Dunia Almansouri, ha salido “indemne” de siete demandas durante esta legislatura por no haber “indicio de delito” y no “porque se hayan perdido en un cajón y se hayan caducado como otras”.
Por otra parte, González ha informado de que, por la mañana, una persona ha sido testigo de cómo otra entregaba cuatro votos, por lo que le han pedido que acuda a la Policía a denunciar el hecho, ya que, desde la semana pasada, sólo se puede entregar un voto por persona.
Respecto a este asunto, ha solicitado a la Delegación del Gobierno “que explique qué está pasando en Correos y si realmente se están respectando los dictados de la Junta Electoral en el sentido de que la acreditación sea personal e intransferible”. En este sentido, aunque ha declarado que no dudan de los funcionarios de Correos, ha aclarado que “siempre puede haber alguna mano que esté muy condicionada por ser, quizás, militante activo de algún partido que tiene mucho interés en el voto por correo y que haya entrado a trabajar recientemente”.
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