Los sindicatos Comisiones Obreras (CCOO) y la Unión General de Trabajadores (UGT) han convocado huelga general en Melilla y toda España antes y después de Reyes. De esta forma, llaman a parar el reparto de paquetería y correspondencia los días 5 y 7 de enero. Además el 12 de enero harán paros parciales.
Los convocantes explican en una nota de prensa que llaman a los trabajadores a la huelga general para protestar contra el desmantelamiento de los servicios de reparto de Correos, la precarización y el recorte de plantilla.
En opinión de los sindicatos, la empresa pública pretende convertir a los carteros en 'riders'. Además, critican un nuevo modelo que pretende implantar Juan Manuel Serrano, presidente de la compañía y que CCOO y UGT creen que carece de legitimidad al haber sido rechazado este 16 de diciembre por el 75% de la representación sindical en Correos.
Los sindicatos asegura que ese plan se pondrá en marcha este 15 de enero a nivel nacional y que contempla el "cambio total" del servicio de reparto y distribución de Correos.
Además, aseguran que el nuevo modelo de organización de Correos reduce los espacios y personas de las unidades de reparto destinadas al servicio postal público para cederlo a la paquetería comercial y rentable de la filial de Correos Express, que quieren atender con subcontratas "como ya se hizo en plena pandemia".
La desaparición de las secciones de reparto y los distritos como modelo de distribución ha sido interpretado por los sindicatos como "un alarde de alejamiento de la función social y pública de Correos" y "un indicio claro de que caminamos hacia un modelo cada vez más a lo 'rider' en la distribución". Eso se traduce en un aumento de la precariedad y pérdida de derechos laborales.
Asimismo, CCOO y UGT defienden que a partir de ahora, "los carteros cubrirán mayores distancias", con "mayor carga de trabajo", pese a que los últimos dos años se han recortado 7.000 empleos.
La empresa pública Correos de España considera que la huelga general convocada por los sindicatos no está justificada y defiende que el nuevo modelo de distribución es "una transformación necesaria" para garantizar la calidad del servicio y la estabilidad del empleo.
Además, Correos asegura que la ciudadanía no se verá afectada por los cambios previstos en la organización de la empresa y que seguirán recibiendo un servicio "de máxima calidad".
La empresa pública defiende "la necesidad de adaptar las infraestructuras y los medios para la entrada de nuevos negocios y la consolidación del negocio de la paquetería".
Asimismo asegura que "los cambios en las unidades de reparto son medidas organizativas internas que buscan la eficiencia" y que no contemplan despidos.
También asegura que el nuevo modelo fomenta el trabajo en equipos y la equiparación de cargas de trabajo".
Sobre las carterías, la empresa dice que sólo busca adaptar el mobiliario a las necesidades actuales. Sin embargo, los sindicatos se quejan de que en muchos casos tienen que clasificar los envíos en el suelo.
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