En declaraciones a los medios, Alfonso García dijo que tal homenaje no iba dirigido a tres maestros en concreto, sino a "levantar la dignidad del magisterio y su trabajo". García aseguró que la docencia no es una profesión tan valorada como antaño, añadiendo el ejemplo de cuando los días del maestro, eran recibidos en el Salón Dorado del Palacio de la Asamblea, tras venir de la sagrada Eucaristía. "Actualmente ya no tenemos ni día", lamentó. Por su parte, Antonia Cabrera, habló de su profunda vocación, así del arduo trabajo que le había costado llegar a ser maestra. No obstante, afirmó que dicho esfuerzo valió la pena, una vez que era su objetivo en la vida y la mejor experiencia. Cabrera resumió su vaivén de sentimientos y emociones en una palabra: "Gracias". Antonio Miranda agradeció su reconocimiento y llamó a reivindicar la figura del maestro. Tras recordar su participación en la vida política de la ciudad autónoma en los gobiernos de Ignacio Velázquez y Juan José Imbroda; Miranda habló de las mejoras que ha experimentado la enseñanza desde sus comienzos. Sin embargo, apeló al apoyo total de las instituciones y de los padres, destacando que muchos docentes viven "momentos duros" en su trabajo. Por último, denunció la retribución que reciben los maestros para hacer una llamada a la Administración con el objetivo de que actuara al respecto. "Olvidémonos de lo que se cobra Melilla, el sueldo de un maestro no llega a los 1.100 euros".
Premios
La sala de claustros del Leopoldo Queipo se llenó de asistentes para homenajear a los premiados. Entre el público se encontraba el director provincial, Juan Ángel Berbel, así como familiares, amigos y compañeros de los galardonados. El secretario general de la Federación de Enseñanza de CCOO, Ricardo Jimeno, comenzó el acto destacando que el hecho de premiar a los docentes no se debía a que hubieran hecho muchos o pocos cursos, sino que se centraban en destacar una vida dedicada a la enseñanza. "La docencia es el día a día con los alumnos, con problemas pero con alegrías y ganas de seguir aprendiendo". Los directores de los respectivos centros de los docentes premiados destacaron emocionados la labor y la trayectoria de cada uno de los docentes. Las presentaciones fueron acompañadas de fotografía de su infancia y su trabajo, con dedicatorias afectuosas. Tras recibir el galardón, Antonia Cabrera habló de su profunda vocación como maestra. La entrega del galardón a Antonio Miranda fue precedida de unas breves palabras pronunciadas por la secretaria de la Mujer de la Federación de Educación de CCOO, Rosana García, quien ensalzó el hecho de que, tras su etapa en la política de la Ciudad Autónoma, este maestro volviera a su vocación. Miranda se mostró emocionado, entregándole el ramo a su esposa y también ofreció su ayuda para todo lo que fuera necesario. “Hay momentos malos y bueno, pero sin duda pesan más los buenos”. En el caso de Alfonso García, la entrega del premio fue precedida de un rápido discurso de la secretaria de Acción Sindical de la Federación, Piedad Ramos, quien presentó al docente como un ejemplo de lucha, tanto en su vida profesional como en la personal. Sin duda, el mejor homenaje para unos enormes profesionales que han dedicado toda su vida en la enseñanza.