María Isabel Rabaneda Expósito (31 de octubre de 1975) Maribel para muchos, aunque para la familia sea Marisa, es maestra de Educación Infantil y mucho más. La hemos podido ver sobre un escenario con diferentes producciones, como con obras de Sibila Teatro. En cuanto a su experiencia como maestra: “Me encanta mi profesión y he trabajado tanto en Infantil como en Primaria, adultos, alfabetización, menores, ludoteca, cárcel....etc. En todos y cada uno de esos trabajos he vivido momentos y experiencias dispares y únicas”. En relación con su familia, Maribel es la mayor de tres hermanos. “Soy una persona muy familiar y ahora que estoy lejos de mis padres y hermanos los añoro muchísimo. A veces se me hace cuesta arriba no tenerlos cerca, pero tengo una familia adoptiva a los que adoro y que siento como tal. No se puede tener mejores amigos que ellos. Además, ¡tengo a mi hija y a mi pareja, que son mi vida!”. Por otro lado, esta maestra y actriz explica que “por circunstancias de la vida me he pasado más tiempo sufriendo por lo que creía que iba a pasar más que por lo que realmente estaba pasando. Me ahogo en un vaso de agua. El paso de los años me ha enseñado que la vida es aquí y ahora y que no hay que preocuparse tanto por el mañana porque no sabemos dónde estaremos”. –¿Cómo se describiría a nivel personal? –Pues soy una persona muy familiar, adoro a mi familia y me encanta pasar grandes ratos con ellos, cuando se puede. Soy muy extrovertida, muy charlatana, trabajadora y muy autoexigente conmigo misma en casi todos los aspectos de la vida. Soy muy temperamental y me entrego a muerte a las personas a las que quiero. Me considero una tía divertida, con buen sentido del humor, muy cachonda y lo que más me gusta en el mundo es hincharme de reír. –¿Qué prenda de ropa no falta en su armario? – ¡Uf! Una minifalda o un vestido corto... ¡Son mi debilidad! –¿Le gusta llevar alguna joya? ¿Tiene algún significado especial? –No soy de llevar muchas joyas y tampoco me entusiasma el oro. Me gusta más la plata o el oro blanco y la bisutería. Suelo llevar siempre pendientes pequeñitos y algún anillo. Creo que nunca me he comprado una joya. Las pocas que tengo han sido regaladas y me las pongo muy rara vez. La única joya que guardo como oro en paño, nunca mejor dicho, es la alianza de mi abuela materna. Pero nunca me la he puesto. –Expresión melillense que más use o que le llame la atención. –Pues imagino que usaré muchísimas porque son muchos los años que llevo aquí, pero recuerdo cuando llegué a Melilla que me llamaba la atención cuando las niñas decían “no te ajunto”. Me sonaba rarísimo y también la palabra cirila, creo que era, para llamar a las horquillas. Y otra que me llamaba la atención era la palabra carrillo, ¡mira tú por dónde! (Risas) Para dirigirse a los quioscos. –Un rincón de Melilla del que nunca se aburre de visitar. – ¡Los cortados de Aguadú! ¡Me encanta ver el mar! Me da paz. Aunque ahora cuando lo miro pienso en que mi gente está en la otra orilla. –Su libro favorito. ¿Cuándo leyó el último? – ‘Los renglones torcidos de Dios’, de Torcuato Luca de Tena. Lo leí hace muchísimos años pero me dejó impactada. El último lo leí hace unos meses, de Julia Navarro. He leído todos sus libros. –¿Películas o series? ¿Alguna favorita? –Me gustan ambas. Si es buena, disfruto igual. Mi peli favorita es ‘La vida es bella’ y de series ‘Friends’. –Mi tiempo libre lo dedico a... –A mi familia, los amigos, leer un buen libro, ver una serie... Y a una de las pasiones de mi vida: ¡el teatro! –Un recuerdo de la infancia. –Recuerdo la infancia como la época más bonita de mi vida. He sido muy feliz junto a mis padres y hermanos. He vivido una infancia preciosa cargada de momentos llenos de felicidad, pero sin duda, si tengo que elegir un recuerdo, sería cualquier momento que pasé junto a mi abuela materna. –Un juguete. –La muñeca Barbie. Me encantaba ella, sus vestidos y todos los enseres que salían de ella. Entre mi hermana y yo teníamos casi todo: mansión, moto, coche, cocina, baño... ¡Éramos unas apasionadas de Barbie! –Su fiesta favorita. –Me gustan las navidades en general, pero la fiesta que más me gusta es la Nochevieja. Es una fiesta familiar, pero divertida. –¿Cocina? ¿Se le da bien? –¡Sí, pero más por obligación que por gusto! (Risas). Pero según mi gente se me da muy bien, aunque no es algo que me apasione, tengo que reconocer que le pongo empeño y cariño. –No puede resistirse a un plato de... –Tengo muy buena boca, pero si algo me vuelve loca es el potaje de garbanzos con albóndigas de bacalao que hace mi madre en Semana Santa. –¿Qué tarea del hogar no soporta? – ¡Fregar el baño! ¡Lo aborrezco! Pero lo limpio diariamente, como el resto de la casa. Soy una maniática del orden y la limpieza. ¡Yo siempre digo que los menos limpios son más felices (risas)! –¿Personaje histórico que le llame la atención? –Federico García Lorca. Me he leído todas sus obras miles de veces e incluso he tenido la gran suerte de dar vida a alguno de sus personajes gracias a Sibila, que confió en mí. Actualmente me estoy leyendo un libro sobre su vida de Ian Gibson. –Si pudiera viajar al pasado, ¿a qué época le gustaría ir? –No iría muy lejos... Volvería a mi infancia para volver a vernos todos juntos y felices. –¿Viajaría al futuro? –¡No! Ya te digo que en el futuro prefiero no pensar y mucho menos saber. ¡Qué venga lo que tenga que venir! –¿Es supersticiosa? –¡No! ¡ Para nada! –¿Se arrepiente de algo? –Pues sí... Me arrepiento de no haber hecho muchas cosas que me hubiesen gustado y que por cobarde o por miedo las he dejado pasar. –¿Cuál es su principal miedo? –Mi hija. Más que miedo, preocupación. Quiero verla crecer feliz y con salud. ¡Solo le pido a la vida eso! –Algo que deteste de usted mismo. –Que tengo un pronto muy malo... ¡Malísimo! Y después no soy nadie... Pero como decía mi madre: “¡con ese pronto lo pierdes todo!”. –Un lugar de ensueño para ir de vacaciones. –Cualquiera que tenga mar. Pero puestos a pedir, alguna isla paradisiaca no estaría mal. –Si le tocara la lotería… –¡Uf! ¡Dormiría mucho más tranquila! Es verdad que el dinero no da la felicidad, ¡pero ayuda! Aunque yo soy ahora más feliz que cuando tenía más. –Un chiste. –Es muy malo, pero si lo exige el guión, ¡yo lo doy todo! (Risas). Se abre el telón y se ve un culo muy grande con un pelo. ¿Cómo se llama la película? ¡El peliculón! (Risas). ¡Qué malo por Dios!