La UD Melilla se reencontró con la victoria el pasado fin de semana en un partido clave ante un rival directo por la permanencia. El triunfo, más allá de los tres puntos, supuso un impulso anímico para el vestuario, que ahora mira con ambición el tramo decisivo de la temporada.
Uno de los referentes del equipo, Carlos Bravo, ha valorado la importancia del resultado y ha analizado el momento actual que vive el club tras la llegada de Ángel Rodríguez al banquillo. “La verdad que por suerte hemos podido sacar los tres puntos. Creo que era muy importante este partido contra un rival de la zona de abajo que nos ponía en una situación muy incómoda”, aseguró Bravo.
En su análisis, el atacante destacó la dificultad que entrañan este tipo de partidos, especialmente por la presión que implica enfrentarse a un equipo que, a priori, parte como inferior. “Era un partido trampa, en el que todo el mundo espera que ganes, pero que pueden ser complicados precisamente por eso”, señaló. Consciente de que el margen de error es cada vez más estrecho, el jugador subrayó la importancia de haber logrado sumar de tres en ese contexto. “Era importante sacarlo adelante”, reiteró, dejando claro que el equipo afrontó el duelo con seriedad y responsabilidad. Uno de los aspectos que marcó la actualidad reciente del club fue el relevo en el banquillo.
Tras la destitución del anterior entrenador, el equipo está ahora bajo la dirección de Ángel Rodríguez. Bravo se mostró comprensivo con el reto que tiene por delante el nuevo técnico. “Como dijo él, lleva muy poco tiempo, lo cual es muy complicado, además de la situación en la que nos encontramos”, reflexionó. No obstante, reconoció que hay una idea clara que Rodríguez ha conseguido transmitir desde su llegada: la necesidad de competir en todos los encuentros. “Creo que lo principal está claro: competir. Si nosotros igualamos esa competitividad a todos los equipos, debemos sacar los partidos adelante”, apuntó. Bravo considera que la plantilla tiene talento de sobra para lograr los objetivos si mantiene un nivel competitivo alto.
“En cuanto a calidad creo que tenemos mucha, con gente muy comprometida, sobre todo”, destacó. Además, valoró el esfuerzo colectivo que están realizando los jugadores en las últimas semanas para adaptarse a las nuevas exigencias del cuerpo técnico y revertir la dinámica negativa. A nivel individual, el futbolista reconoció que su protagonismo esta temporada ha sido algo menor respecto a campañas anteriores, pero se mostró tranquilo con su rendimiento y actitud. “Nunca he dudado de mi trabajo, que creo que es algo que nunca falta, independientemente del acierto”, comentó.
“Este año, hasta el momento, igual sí estoy teniendo menos participación o influencia en el resto del equipo que otros años, pero seguiré trabajando como estoy haciendo hasta ahora para intentar ayudar a mis compañeros a hacer goles, a intentar hacerlos yo también, y sobre todo con trabajo”, afirmó. En este sentido, Bravo quiso poner en valor lo que denominó el “trabajo invisible”, ese esfuerzo que muchas veces no se traduce directamente en goles o asistencias pero que tiene un gran impacto en el rendimiento global del equipo.
“A veces se valora poco y solo la gente que realmente está atenta al juego se da cuenta”, apuntó. La mirada del grupo ya está puesta en el próximo compromiso liguero, que será este domingo a las 11:30 horas en tierras extremeñas, ante el CD Coria. Bravo advirtió del peligro del rival, que se impuso en el encuentro de ida disputado en el Álvarez Claro. “Es un equipo que lleva una dinámica muy buena. Aquí nos consiguió remontar el partido y tenemos un poco esa espinita”, admitió. No obstante, más allá del rival, Bravo cree que la clave estará en el rendimiento propio.
“Da igual el rival que tengamos enfrente porque competimos contra nosotros mismos. Si nosotros estamos al nivel competitivo que el partido y esta liga requieren, creo que somos capaces de ganar a cualquiera”, afirmó con convicción. Sobre el duelo del domingo, insistió en que el objetivo no cambia: “Lo importante es sacar los tres puntos, vayamos donde vayamos. Si además tenemos el aliciente de quitarnos la espina de la primera vuelta, mucho mejor”.
Con la confianza reforzada tras la última victoria y el compromiso intacto, la UD Melilla afronta una nueva semana decisiva en su pelea por salir de la zona baja. La visita a Coria se presenta como una oportunidad para seguir sumando, recuperar sensaciones y confirmar que el equipo empieza a caminar con paso firme hacia la permanencia.