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Carlos Benet: "Hay que crear una gestora en el PP de Melilla y renovar la flota porque está viciada"

Carlos Benet nació el 28 de enero de 1956 en la Plaza de España de Melilla, en la zona donde está el Palacio de Cristal. Senador emérito, está jubilado desde hace unos cinco años como perito mercantil, pero sigue de cerca la situación del Partido Popular del que es uno de los fundadores en la ciudad, aunque lamenta que nadie de la dirección del PP le consulte ni le tenga en cuenta ni siquiera para que acuda a una asamblea.

Entrevistado por El Faro, Benet defendió este jueves la necesidad de que el actual presidente popular, Juan José Imbroda, se aparte y a sus casi 80 años se vaya a dar de comer a las palomas para dejar paso a militantes con el perfil de Sofía Acedo o Manuel Ángel Quevedo, que son los únicos a los que les ve futuro dentro de la formación.

No le gusta ni Imbroda, ni su mujer Paqui Conde, ni Javier Lence, ni Miguel Marín ni Esther Donoso. Para Benet, la renovación en el PP sólo puede llegar por mediación de Génova, aunque no oculta que Teodoro García Egea no es santo de su devoción.

Cuando habla de Imbroda, Benet lo hace con una mezcla de culpa porque fue él quien lo sumó al proyecto del Partido Popular. Por eso no le perdona que haya cogido un partido con 15 escaños y lo haya dejado en 10, en la oposición, y que aún así quiera presentarse nuevamente para ganar con mayoría absoluta.

El senador emérito muestra a El Faro con orgullo las llaves de la Ciudad que recibió en 2020 y que compartió con el socialista Julio Bassets (padre) a título póstumo. Ambos recibieron un reconocimiento que se reserva a grandes personalidades como Alfonso XIII o los reyes Don Juan Carlos y Doña Sofía.

En su opinión, los cambios en el PP tiene que hacerlos Génova, creando una gestora en Melilla.

Periodista: ¿Qué pasa con Imbroda? ¿Se va a presentar a presidente del PP?

Carlos Benet: Parece ser. Así lo indican sus declaraciones, que quiere aspirar otra vez, con 78 años, a la presidencia del partido y posteriormente a la presidencia de la Ciudad. Al Senado ya no porque ya ha presidido hasta la mesa de gala de la tercera edad. Con 80 año es un buen momento también para jubilarse, digo yo.

Él se ve con fuerzas...

¿Qué más da que se vea con fuerza? Tiene que verse con mensaje. Nosotros le dejamos un partido con 15 escaños; luego pasó a 14, luego pasó a 12 más 1 porque consiguió dividir el Partido Popular en dos y creó Populares en Libertad, que pactaron con él y se le dio otra vez la alcaldía y en esta última ocasión, como ha demostrado, no tiene capacidad de pacto con nadie.

En su haber político de 20 años ha manejado 5.000 millones de euros y ha compatibilizado todos sus cargos públicos, cosa inédita en una ciudad como Melilla. No es comprensible que un señor sea presidente del partido, que a la vez sea alcalde, que a la vez sea senador, que a la vez sea presidente de la Ciudad, miembro de Unicaja, presidente de la Comisión del Senado; ha sido vicepresidente, vocal, de una comisión importantísima, la de comunidades autónomas. Por ser presidente de esa comisión se cobran 2.000 euros al mes, que son 24.000 de sueldo al año complementarios... No creo que le hayan venido mal.

Entiendo que a usted no le gusta mucho Imbroda

Ni me disgusta ni me agrada. En la vida política hay que pasar página. No es una cuestión de empatía o no empatía, que yo obviamente no la tengo: es una cuestión de aptitudes. El partido es Imbrodista, creado por él mismo como si esto fuera una empresa; dando de baja a la mayor parte de la militancia, ganando congresos con su equipo municipal porque no ha tenido ningún candidato alternativo ni lo permite. Los que nos hemos movido en política creemos que un partido no debe ser gestionado como una empresa. Tiene que estar abierto a todo el mundo. No puede ser un estilo empresarial de ordeno y mando y esto lo manejo yo, durante 20 años y, bajo mi punto de vista, no ha procedido nunca a la renovación, sino a la separación. Ha convocado a la militancia para un congreso o para una copa de vino en Navidad. Esa es toda la actividad que tiene la afiliación del Partido Popular.

Se ha caracterizado por no contar con los barones ni con los pesos pesados del PP y creo que en estos momentos su persona es nefasta para que el Partido Popular continúe su proyecto y, si me apura, negativa hasta para la ciudad. No puede estar vendiendo ahora que va a hacer lo que no ha hecho en 20 años.

Mientras toda la mayor parte de su equipo están pendientes de la pitanza, de los 4.200 euros al mes, es muy difícil que si llevan 20 o 25 años, permitan ellos mismos la renovación interna dentro del PP para desgracia del Partido Popular, de su militancia y para desgracia de la ciudadanía melillense. Ahí ya no hay ideas. Hay intereses. Llámese Miguel Marín, Esther Donoso o quien se llame. La flota hay que renovarla. Cuando los buques están averiados, tenemos que ir no a puerto, sino a un astillero a reparación.

La política puede ser un medio de vida, pero bajo mi punto de vista, en la vida hay que hacer otras cosas. No se puede permanecer en el poder ejecutivo por 25 años, como llevan algunos concejales.

Ha dicho que Imbroda ha dividido el partido

Sí, lo ha dividido en dos ocasiones. Es el Imbrodismo y él. Ha llegado a un grado de soberbia que ya es enfermiza. Está toda la familia. Eso no lo puedo entender. No es un partido plural. Es un proyecto que es el Imbrodismo hasta que un movimiento interno le diga: Hombre, que te vayas ya a casa. Ya se lo están diciendo en Madrid.

¿Seguro?

Por lo menos al Senado no va a volver. Él va a decir que no quiere volver. No, es que tiene usted 80 años de edad. Y con 80 años, lo normal es irse a pasear al parque, que yo lo acompaño si él quiere, y le damos de comer a las palomitas, que hay muchas, por cierto.

Usted con 66 años, ¿por qué está fuera ya de la política?

Política se hace siempre. Pasé 30 años en la política, 22 de ellos, en el Senado. A Imbroda lo llevé conmigo en el 2000 cuando él no tenía posibilidades. Fue creciendo con sus cosas bien hechas y sus cosas mal hechas. Con sus errores, como los cometemos todos los seres humanos, menos la familia Imbroda.

No entiendo que una persona ya no mayor, sino anciana, esté todavía durmiendo en un hotel de la Gran Vía de Madrid. El problema es que no hay movimiento interno dentro del PP ni se van a montar más historias. Él va a seguir hasta su fallecimiento o hasta que la derrota sea definitiva.

Lo peor que te puede ocurrir en la vida pública es que te echen, no que te vayas; salir a la calle en tu tierra y que no te salude nadie; que sigas en la vida pública y no tengas nada que contar porque siempre habla de lo mismo: de transporte, de frontera. Siempre el problema es exterior. Es de otros. No es suyo. ¿Qué ha solucionado como senador por España? Y como presidente de la Ciudad Autónoma, con 5.000 millones de euros, que se dice pronto, en 20 años, ¿dónde está el cambio de Melilla?

¿Se ha solucionado el tema de la vivienda? No, siguen viviendo en una vivienda mala y cara y cada día peor. En 20 años ha conseguido convertir Melilla en una ciudad carísima. Se paga impuesto de Patrimonio donde no se pagaba; los capitales se han marchado de aquí. No es rentable tenerlos ni en los bancos. Se paga el IBI más caro porcentualmente de España. A mí me cuesta 2.980 (de IBI) vivir en mi propia casa que es mía.

No hay ni un solo empresario en el PP de Melilla. Yo todavía estoy esperando que el señor Imbroda, que puso al señor Arturo Esteban (ex presidente de la Autoridad Portuaria) y al señor Almazán (ex director del Puerto investigado en el caso Lezo) dé algún día explicaciones de eso que debe haber por los juzgados rodando, de sus declaraciones, si es verdad o no que pidieron 400.000 euros para las europeas del PP. Yo que he participado en 14 campañas, nunca he visto un duro. Me han costado dinero de mi bolsillo.

Estamos hablando de muchos millones de pesetas. ¿Alguien ha metido la mano? Alguien tiene que tener una responsabilidad política.

Recapitulando: En su opinión, Imbroda debería dar un paso atrás y Manuel Ángel Quevedo debería dar un paso hacia adelante?

No sé si será capaz, pero hay más alternativas. De lo que tiene el señor Imbroda, lo más válido es Quevedo. Marín no es que me guste o me desagrade; es que lleva 25 años y debe retirarse.

¿Cuándo fue la última vez que asistió a algo del PP?

Como no me llaman ni me convocan a nada, yo creo que he asistido a un par de defunciones de gente que ha fallecido. No es que no tenga vínculos, es que estos no cuentan con nadie. A estos sólo les interesa el discurso único del señor Imbroda. Esta persona y su clan es nocivo para el PP y para la ciudad en estos momentos. Si no lo quieren ver, que sigan. La gente irá a votar tapándose la nariz. Él vende que lo ha traicionado todo el mundo.

¿Qué le diría a Pablo Casado que hay que hacer con el PP de Melilla?

Indudablemente montar una gestora, con una persona que no aspire a ningún cargo político y hacer una separación de poderes entre el ejecutivo y el legislativo. Dentro del PP no se puede ser alcalde y presidente de una ciudad, senador... Hay que aplicar incompatibilidades internas y hay que renovar la flota en su inmensa mayoría porque está viciada. Han creído que son funcionarios.

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