Cáritas Castrense de Melilla vuelve a tener la despensa llena después de pasar por una situación agónica en la que, literalmente, se quedaron sin nada de alimentos que poder ofrecer a las 26 familias necesitadas que atiende todos los meses. Un mensaje en la red social Twitter hizo reaccionar a muchas personas, cuarteles y asociaciones distintas, que inmediatamente se movilizaron para aportar su granito de arena y llenar de nuevo los estantes de esta organización benéfica, que tiene su sede en la Iglesia Castrense de nuestra ciudad. De todos modos, Cáritas Castrense siempre necesita la aportación que puedan hacer los ciudadanos, sean los productos que sean, no solamente alimentos, que también. Cogen ropa de adultos, bebés y niños, libros infantiles y escolares, mochilas, cunas, carritos para los pequeños… Todo sirve porque todo puede ayudar a alguna familia con necesidad. “Teníamos recursos pero se nos acabaron. La comida se fue terminando y llegó un momento en que teníamos la despensa a cero. Nos quedó un paquete de lentejas y otro de garbanzos, por decirlo de alguna manera. Pedimos ayuda, porque Melilla es muy solidaria, y volvemos a tener la despensa llena”, comentó al respecto la coordinadora del voluntariado de Cáritas Castrense, María José González. En esta organización se atienden las necesidades mensuales de 26 familias pero también a otras que su problema es que no llegan a final de mes. “Con lo poco que teníamos repartimos lo que pudimos pero nos hace falta de todo porque hay familias con muchos niños”. Las personas que estén interesadas en colaborar pueden hacerlo llevando sus donaciones a la sede que esta Cáritas tiene junto al edificio de la Parroquia Castrense todos los jueves entre las once de la mañana y la una de la tarde. No obstante, también pueden dejar sus paquetes en la propia iglesia en cualquier momento porque normalmente siempre está abierta. “Pueden dejarlo ahí y luego pasamos nosotras a recogerlo”, comentó María José González. Y se puede llevar cualquier cosa. Se admite todo tipo de alimentos (incluidos los específicos de bebés), pañales, productos de limpieza para la casa, detergentes para la ropa, etc. “Lo admitimos todo porque estas familias necesitan de todo”. “Recogemos de todo. Nos llegaron hace tres meses dos cochecitos de bebés y ya se han dado”, recordó. Esta organización, que nació en Melilla en 2014 (dos años antes lo había hecho a nivel nacional) cuenta con 15 voluntarios, 10 de los cuales se encargan de preparar los lotes de productos para reparto por las mañanas y de la clasificación de ropa y demás productos por las tardes; los otros 5 son los responsables de las labores administrativas y económicas de Cáritas Castrense. Mereces Gutiérrez, una de las voluntarias, dejó de manifiesto la “gran satisfacción personal” que conlleva trabajar para las familia vulnerables. “Es una gran satisfacción poder ayudarlas y facilitarles lo que necesitan”, apuntó para agradecer a los melillenses “la colaboración que nos están prestando para que se llene de nuevo la despensa”. Además, nuestras entrevistadas anunciaron que para el próximo día 26 de noviembre está previsto celebrar una “merienda solidaria” al precio de 10 euros la entrada. Se degustarán una bebida y un dulce que elaboran las propias voluntarias. En este evento se sortea un lote de regalos que aportan voluntariamente cada una de las tiendas que quieren colaboran y que empezarán a ser visitadas próximamente para recabar su ayuda.