Un manotazo duro, un golpe helado, un hachazo invisible y homicida nos ha arrebatado a Caridad Navarro, nuestra queridísima compañera de CCOO y del instituto Leopoldo Queipo, donde ejercía en la actualidad como profesora de Matemáticas. La noticia nos sorprendió el martes por la mañana y corrió como un reguero de pólvora por toda Melilla, su Melilla.
Hemos perdido a una compañera, a una amiga, a todo un referente en el mundo docente y sindical donde tan querida y respetada era. Docente de profesión y sindicalista por vocación consiguió ganarse el respeto de todos los que la trataban, sobre todo en un mundo tan duro y, en ocasiones desagradable, como el sindical. Se convirtió en la primera mujer al frente de la Secretaría General de CCOO, algo hasta ese momento inaudito no sólo en Melilla sino en España, tras haberlo sido durante más de 10 años de la Federación de Enseñanza.
Con Caridad aprendimos a ser constantes, a hacer las cosas bien, a no rendirnos a pesar de las dificultades, a veces muchas, que se podían interponer en el camino, pero sobre todo a ayudar a los demás, a desvivirnos, como hacía ella, por quien acudía en busca de ayuda, consejo o simplemente una palabra amable.
Querida Cari, te has ido demasiado pronto, nos has dejado huérfanos cuando aún tenías mucho que ofrecer. Hoy sentimos el dolor de tu pérdida, una pérdida que irá suavizándose poco a poco y nos dejará el recuerdo de todo lo bueno que hiciste, del trabajo que compartiste, de la gente a la que ayudaste y a buen seguro que, allá donde estés, lo continuarás haciendo, velando por todos aquellos a los que querías. Intentaremos sobrellevar este dolor de la mejor manera que podamos, asumiéndolo poco a poco para que al final sea tu recuerdo lo que perdure en nosotros, tu buen hacer, tu valentía y tu honestidad.
Hasta siempre, compañera del alma, compañera.