Calidad y emoción en los octavos

El Melilla Challenger alcanzó ayer jueves la ronda de octavos de final en el Pabellón de Deportes Javier Imbroda Ortiz, en una jornada intensa y repleta de emocionantes encuentros para disfrute de la afición, con la participación de los mejores jugadores nacionales internacionales del circuito profesional del World Pádel Tour. La gran atención del público estuvo centrada en la doble participación de jugadores locales, Uri Botello-Javier Ruiz y Jesús Moya-José Solano. Los primeros, grandes favoritos al título, se clasificaron para cuartos de final, según el guión previsto, pero los segundos cayeron eliminados. La jornada de hoy viernes se presenta de nuevo expectante con los encuentros de cuartos de final, aunque sólo será en sesión de tarde

La jornada comenzó bien pronto, a las nueve de la mañana, y se prolongó pasadas las diez de la noche. El primer encuentro no se dilucidó hasta hora y media después de su inicio, con un espectacular e igualado duelo entre Ernesto Moreno-Gonzalo Rubio y Juan Manuel Restivo-Diego Ramos, favorable a los primeros por 2-6, 7-6 y 7-5. Los españoles fueron capaces de remontar un partido bastante complicado, ya que perdieron el primer set y en el segundo salvaron una bola de partido con el 4-5 en el marcador. La relajación de los argentinos y su capacidad de reacción le sirvieron para forzar un tercer set, en el que de nuevo les tocó remar con el 4-1 en contra. Sin embargo, Moreno y Rubio desgastaron a sus rivales y con gran velocidad en su juego consiguieron adjudicarse el triunfo final.

También hubo victoria española en el segundo partido, ya que Víctor Ruiz y José Rico se impusieron a los portugueses Diogo Rocha y Antonio Luque (6-3 y 6-4), también en un encuentro bastante competido, pero en el que la pareja nacional fue quien mandó sobre la pista.

No hubo sorpresas en el enfrentamiento Agustín Gómez Silingo-Alejandro Ruiz y Víctor Sánchez-Sergio Alba, como así lo refleja el marcador de 6-0 y 6-4 para los primeros. El duelo se solventó en una hora y cinco minutos de juego, el mismo tiempo que tardaron en ganar Jordi Muñoz y Aris Patiniotis ante Mario del Castillo-Jesús Espejo, por 6-1 y 6-4, aunque el segundo set fue bastante igualado y disputado.

El partido más esperado por la afición melillense fue el que jugó la dupla local, Jesús Moya y Miguel Solano, que consiguió entrar en el cuadro final tras superar dos partidos de la fase preprevia y uno de la previa, además de dar la sorpresa en dieciseisavos. Los melillenses comenzaron fuertes en el primer set, pero la experiencia de sus rivales, los quintos cabezas de serie, Germán Tamame y Toni Bueno, fue decisiva, ya que hicieron valer su saque, mientras que los locales no conseguían restar en condiciones y les pasó factura para perder por 6-3. La derrota del primer set fue un duro golpe para su moral, circunstancia que se dejó notar en el segundo con el marcador de 6-1 en contra, aunque cayeron con la cabeza bien alta en esta competición.

En la ronda de cuartos ya están también Javier Rico y Jorge Nieto, que dieron la sorpresa al superar con claridad a los segundos cabezas de serie del Melilla Challenger, Lucas Campagnolo y Lucas Da Cuhha, por 6-3 y 6-1, en un partido que alcanzó la hora de juego.

Los que no fallaron fueron José A. García Diestro y Sebastián Nerone, tercera pareja favorita, en el encuentro más espectacular de la jornada, de 2 horas y 37 minutos de duración. Comenzaron perdiendo en el primer set por 6-7 ante la solidez de Rubén Rivera y Gerard Company, pero de inmediato llegó la remontada de los favoritos, en un choque de mucha emoción y puntos de bella fractura que se saldó a su favor en los dos siguientes sets por sendos 6-4.

La jornada la clausuraron los cabezas de serie número uno, el melillense Uri Botello y el granadino Javier Ruiz, en un duelo en el que impusieron, de principio a fin, su condición de favoritos. Vasco Pascoal y Miguel Olivieira poco pudieron hacer por evitar el contundente 6-1 del primer set, aunque en el segundo mejoraron, pero Botello y Ruiz fueron superiores, esta vez con un marcador más ajustado de 6-4.

Botello y Ruiz demostraron ser un pareja muy compensada, ya que el primero hizo gala de muy buenas bandejas, remates diagonales, golpes ajustados al cristal y buena lectura de bolas, mientras que el segundo destaca por ser un jugador muy ofensivo y seguro en todos sus golpes.