El grupo parlamentario Ciudadanos (C’s), a instancia de su diputado Fernando Maura, presentó el pasado 15 de febrero en el Congreso de los Diputados una serie de preguntas sobre la prohibición de entrada en Marruecos impuesta al jesuita español Esteban Velázquez. Preguntan al Gobierno si pedirá explicaciones a Rabat por tal incidente.
El pasado 11 de enero, cuando Velázquez retornaba a la ciudad de Nador tras una breve estancia en Melilla, las autoridades marroquíes aprehendieron su tarjeta de residencia, prohibiéndole la entrada a la nación donde vivía. “Tu tarjeta de residencia ya no vale para nada”, le espetaron los agentes, según el documento de la formación naranja.
El Padre Esteban, como ya publicó El Faro, es un sacerdote que llevaba tres años al frente de la Delegación de Migraciones del Arzobispado de Tánger en Nador. En ella, el religioso realizaba una reconocida labor humanitaria, especialmente con los pobres e inmigrantes subsaharianos que malviven hacinados en espera de cruzar la valla.
Según el escrito de C’s, diversas ONGs consideran ésta la razón principal del veto de entrada al párroco, pues creen que Velázquez ha sido testigo de la brutalidad con la que las autoridades marroquíes tratan a estos sin papeles. El sacerdote, precisamente, llegó a Nador en 2013 para relevar a la ONG Médicos Sin Fronteras, que abandonó Marruecos por “una clara ofensa a los derechos humanos por parte de las autoridades”, según el documento presentado por Ciudadanos.
Desde el gobierno marroquí, y según lo publicado en diversos medios alauíes, el Padre Esteban fue declarado “indeseable” por Marruecos, acusado de practicar “proselitismo y espionaje”.
Desde Ciudadanos denuncian la conformidad con la que la diplomacia española ha tratado el asunto, pues se limitaron a decir que cada Estado soberano es competente para conceder o denegar el acceso a sus territorios. García Margallo eludió responsabilidades esgrimiendo que se trata de un asunto “entre el Reino de Marruecos y la Santa Sede”.
Por todo ello, C’s ha presentado las siguientes preguntas al Gobierno: ¿Piensa pedir explicaciones al Gobierno de Marruecos por esta prohibición de entrada?; si las explicaciones no fueran suficientes, ¿consideran transmitir su queja formal al Gobierno vecino?; ¿cree el Ejecutivo motivos suficientes para el veto las acusaciones de espionaje y proselitismo? En caso negativo, ¿por qué no ha rechazado el Gobierno estas acusaciones?; y por último, ¿cree el Gobierno que la prohibición de entrada al párroco es síntoma de buena vecindad entre ambos países?