Los hosteleros de la Ciudad se reunieron ayer con el responsable de las finanzas del Gobierno local, Julio Liarte, para mostrar su preocupación por el estado del sector.
Desde el gremio apuntaron que las ventajas que se aplican a los residentes de Melilla a la hora de viajar ha provocado un importante descenso de clientes durante los fines de semana y que sumado a la caída de visitantes marroquíes, ha colocado en una situación complicada al sector.
Los descuentos en los viajes han mejorado la vida de los melillenses, facilitar los desplazamientos a la península supone un avance, pero ha descompensado el frágil equilibrio de la oferta y la demanda de la hostelería en la ciudad.
Ahora, es necesario que la fuga de clientes que se sufre cada fin de semana se compense con políticas que faciliten la llegada de otros.
Los hosteleros apuestan por incentivar la entrada de turistas ofreciendo a los visitantes las mismas facilidades que tienen los locales para viajar fuera de la ciudad.
Habrá que estudiar como se puede gestionar esta propuesta y cuanto dinero supondría pero es necesario buscar una solución para compensar la caída de ingresos de un sector que da trabajo a más de 2.000 personas en la ciudad.
Pues llevan razón queríamos que el turismo mejorase y bajamos los precios de los transportes a los residentes, con lo que conseguimos el efecto contrario, en vez de venir nos vamos.
Ahora hay que pensar algo efectivo para que vengan.