La presencia de centenares de menores extranjeros no acompañados (mena) en Melilla, cuyo número rebasa los 500, exige un importante esfuerzo por parte del Gobierno local, que se ve desbordado a la hora de atender a estos niños y adolescentes.
Prácticamente todos ellos llegan a la ciudad con una idea fija: introducirse como polizones en los barcos que parten hacia la península, un objetivo demasiado arriesgado que no pocos han pagado con su propia vida ante los peligros que entraña.
La situación es complicada para la Ciudad, en concreto para la Consejería de Bienestar Social, pues ha de velar por la seguridad de estos jóvenes sin disponer de los medios adecuados. El centro de menores de La Purísima, el de mayores dimensiones, tiene un aforo para unos 180 menores, pero en la práctica aloja al doble. En esas condiciones, es difícil afrontar este problema.
De esta forma, es fundamental encontrar otras vías para dar una respuesta eficaz a la cuestión de los menores extranjeros no acompañados. En este sentido, el consejero de Bienestar Social, Daniel Ventura, anunció ayer que la ONG Save The Children abrirá en Melilla a partir de febrero o marzo un centro de día para atender a los menores de la calle, en un intento de evitar que los que actualmente viven a la intemperie acudan a estas futuras instalaciones.
Ventura subrayó que Save The Children ya lleva tiempo colaborando con Bienestar Social en esta cuestión y que ahora profundizará en este asunto para conocer más de cerca la situación de estos menores y los motivos que empujan a decenas de ellos a vivir fuera de los centros de acogida.
El consejero también anunció la puesta en marcha de un plan mediante el cual siete educadores atenderán en la calle a los menores. Este programa, que ya se llevó a cabo en las navidades del año pasado, durará hasta el próximo 19 de enero y servirá en ocasión de antesala al trabajo que efectuará Save The Children a partir de febrero o marzo.
Ventura también reclamó a Marruecos que aplique el convenio de repatriación de estos menores, que por el momento no está cumpliendo. Mientras el país vecino no tome las medidas que debe adoptar, el Ejecutivo melillense sí está buscando soluciones al asunto.