Buceadores de la Armada desactivan cinco proyectiles de mortero en Aguadú

• Los especialistas de la Marina procedieron a la explosión controlada de los artefactos

Un equipo de la Unidad de Buceadores de Medidas Contraminas de la Armada desplazado desde Cartagena (Murcia) a bordo del Patrullero 'Serviola', con personal especialista en desactivación de explosivos (EOD), neutralizó en la mañana de ayer jueves cinco proyectiles que se hallaban a 800 metros mar adentro frente a los acantilados de Rostrogordo, en las proximidades de la zona de Aguadú. Estaban recubiertos “de abundante vida marina”, lo que hace deducir que llevaban bastantes años en el mar.

Alejados de la zona de baño, los artefactos se encontraban sobre fondo rocoso a una profundidad de 25 metros. En concreto, se trataban de tres proyectiles de mortero de calibre 12 y de dos de calibre seis, de un tamaño relativamente pequeño, según confirmaron a El Faro fuentes de la Comandancia Naval.

Los artefactos habían sido localizados el lunes 10 de julio por el Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil durante una inspección rutinaria. Se activaron entonces los protocolos para este tipo de hallazgos y el Cuartel General de la Fuerza de Acción Marítima, a través del Centro de Operaciones y Vigilancia Marítima de la Armada (COVAM), destacó a un grupo de buceadores especialistas en desactivado de explosivos.

Los proyectiles se encontraban fuera de la zona de baño pero es un lugar de tránsito de embarcaciones por lo que se procedió a su neutralización para evitar cualquier posible amenaza para los ciudadanos, explicaron desde la Comandancia Naval.

Cordón explosivo

Los desactivadores de la Armada llevaron a cabo una explosión controlada para desactivar los proyectiles. Se colocó así un cordón explosivo con el objetivo de que el impacto sobre la fauna del lugar fuese el menor posible. En la operación también colaboró la Guardia Civil asegurando el perímetro de la zona para evitar males mayores.

Tanto fuentes de la Comandancia Naval como de la Guardia Civil apuntaron que es difícil aventurar la época  y la procedencia de los proyectiles. No obstante, señalaron que el estado en que se encontraron los artefactos es una señal de que llevaban bastante tiempo en las profundidades del mar.