Tras constatar flujos migratorios "sostenidos", la Comisión Europea propuso este martes un plan de acción "global" para las rutas del Mediterráneo occidental y del Atlántico, que tocan de lleno a España, basado en proyectos operativos concretos de la Unión Europea con socios de África con los que ya tiene una "cooperación efectiva", como Marruecos, Mauritania o Senegal.
Condensado en dieciocho puntos, el plan se apuntala en "reforzar" la cooperación con países de origen o tránsito, sobre la base de "relaciones ya positivas" en la lucha contra el tráfico ilícito de migrantes y la trata de seres humanos, en la gestión de las fronteras, en el retorno y readmisión de migrantes o en la migración laboral y asociaciones de talento, se lee en el primero de los dos capítulos del texto visto por EFE.
La segunda pata del plan reposa sobre garantizar entre los Veintisiete "una gestión más eficaz de las fronteras, la búsqueda y salvamento y los procedimientos de retorno, así como una solidaridad voluntaria más fluida y rápida".
Ese "enfoque global", con hincapié en la dimensión exterior, promueve "soluciones sostenibles y estructurales" a los retos migratorios que están en el núcleo del Pacto sobre Migración y Asilo, actualmente en fase de negociación y cuyo empuje se espera que asuma la presidencia española de la UE, a partir del 1 de julio.
Y es que, aunque la colaboración de la UE con sus socios africanos ha contribuido a una "importante" disminución de las llegadas irregulares a partir de 2019 en el Mediterráneo occidental y a partir de 2022 en la ruta atlántica a las Islas Canarias, según datos de la Agencia europea de fronteras Frontex, Bruselas constata que "los flujos migratorios siguen siendo sostenidos", por lo que hay que hacer más".
Este descenso "es gracias a los intensos esfuerzos de la UE, de la Comisión, pero sobre todo me gustaría mencionar al Gobierno español y a nuestro socio clave Marruecos, que es un socio muy importante para que gestionemos juntos la migración", destacó en rueda de prensa la comisaria europea de Interior, Ylva Johansson, quien mencionó "especialmente al ministro (español) Fernando Grande Malaska, que está demostrando un gran liderazgo".
Johansson pidió "una vigilancia continua y respuestas operativas concretas", y se mostró optimista sobre los próximos pasos entre los 27 en el consejo de ministros de Interior de este jueves y en la cumbre europea de finales de mes.
Cooperación con los socios de África
La consigna es fijar prioridades operativas "a corto plazo" para prevenir la migración irregular combatiendo el tráfico ilícito de migrantes y la trata de seres humanos, así como el contrabando, en colaboración especial con Marruecos, un socio "sólido y fiable", según Johannson, y con asistencia específica de Global Europe, la principal herramienta financiera de la UE para contribuir al desarrollo sostenible y la estabilidad en el mundo.
Bruselas insta también a poner en marcha con ese fondo un programa regional en Marruecos, Túnez y Egipto, para "aumentar el número de redes desmanteladas", así como colaborar con Mauritania, Senegal, Costa de Marfil, Gambia, Malí, Guinea y Níger.
Con el mismo fondo, el Ejecutivo comunitario propone financiar capacidades en la gestión de fronteras de Marruecos, Mauritania, Senegal y Gambia, y una mayor cooperación bilateral con Frontex.
Al tiempo, pide mejorar la readmisión y el retorno voluntario de migrantes "desamparados" en los países de tránsito y destino del norte de África (en particular Marruecos y Argelia) y los países del Sahel (en especial Mauritania), aumentando el apoyo financiero y también a los de origen para ayudar los retornados, especialmente en Gambia, Senegal y Costa de Marfil.
Bruselas propone avanzar en la migración laboral y asociaciones de talento, como la ya existente con Marruecos, y evaluar hacer otras similares con Nigeria y Senegal.
Alentar la contribución de la diáspora de nacionales de terceros países al desarrollo de sus países de origen también está entre los objetivos del plan.
Resolver cuellos de botella en la UE
Garantizar la gestión de fronteras en la UE, unos procedimientos de retorno "más eficaces", prevenir muertes en el mar, así como "una solidaridad voluntaria más fluida y rápida" son retos que Bruselas identifica de puertas para adentro, e insta a los 27 a "resolver los cuellos de botella detectados hasta ahora en todos estos ámbitos".
Para ello, aboga por una evaluación de Frontex de la situación en el Atlántico y el Mediterráneo occidental, un apoyo reforzado a los países socios en las rutas mediante posibles operaciones conjuntas, vigilancia aérea y marítima o desarrollo de capacidades.
"Si nos ponemos de acuerdo en un enfoque común para gestionar la migración de forma humana pero restrictiva, todos saldremos ganando porque podremos gestionar juntos la migración de forma ordenada. Ningún Estado miembro podrá hacerlo solo", zanjó Johannson.