Bonos turísticos impagados: la morosidad habitual

El responsable de Economía, Turismo y Transporte del Partido Socialista de Melilla, Yeray Díaz, no ha abierto la boca para explicar qué pasa con las conexiones con la península, pero sí salió este jueves a opinar que el retraso de tres meses en el abono de los paquetes turísticos no entraña demora alguna sino que responde a la tramitación habitual. Y tiene razón. Esos impagos son fruto de la mala gestión habitual de la Administración, en este caso, del Patronato de Turismo que, como todos sabemos, en estos momentos es competencia del PSOE.

Melilla se ha acostumbrado a saltarse los plazos legales de pago de los servicios prestados y eso hace que los contratos más jugosos en muchas ocasiones no se los puedan llevar las pymes que los necesitan para crecer sino las grandes empresas que pueden hacer frente a la morosidad de la Ciudad sin que se entere la prensa. Esas malas prácticas hay que desterrarlas, pero quienes venían a cambiar las cosas han terminado perpetuando aquello que tanto han criticado.

Y abro paréntesis: qué feo ver a Yeray Díaz, gerente de la Televisión Pública, la de todos los melillenses, dando una rueda de prensa en la sede de su partido y participando en tertulias políticas. ¿Nadie en el PSOE lo ve feo? ¿Nadie tiene la valentía de decírselo? Es inadecuado porque deteriora la imagen de imparcialidad que se le presupone a un medio sostenido con casi 4 millones de euros que salen del bolsillo de todos los melillenses: los que son socialistas y los que no.

Esa es otra práctica que hay desterrar. Sé que cuesta trabajo deshacerse de esos hábitos antidemocráticos, sobre todo, cuando se llega a la política a imitar lo que han hecho otros. Ya va siendo hora de dar el paso y cambiar las cosas.

No sé si Yeray Díaz, con el sueldazo que tiene, se ha dado cuenta ya de que la inflación ha crecido un 10,2% en el último año y que las pequeñas y medianas empresas de Melilla nos estamos dejando la vida para no recortar empleo y aguantar el chaparrón. En un contexto de crisis no se le puede pedir a una agencia de viaje, que sobrevive a duras penas desde que la gente tiene la posibilidad de sacar sus billetes por Internet, que adelante a la Administración el pago de los bonos turísticos para que los visitantes vengan a Melilla. Se supone que los pagos son a mes vencido, no cada tres meses. ¿Con quién creen que están trabajando? ¿Con empresas del Ibex 35?

Gloria Rojas en lugar de anunciar la fecha en la que pagará lo que debe a las agencias de viajes en concepto de bonos turísticos, les ha pedido que no dejen de tramitarlos. O sea, les sugiere que sigan financiando a la Administración y no sé si cuando ha dicho esto se le ha escapado sin pensarlo o directamente no siente un ápice de empatía por los autónomos.

Oiga, que usted no está trabajando con las grandes corporaciones españolas, entiéndase ACS, Ferrovial o Meliá. Usted está hablando con agencias de viaje de Melilla en plena era de la comercialización online de billetes de avión de barco; en plena crisis inflacionaria y con pinta de que viene una recesión en camino. Es francamente milagroso que sigan abiertas. De verdad, creo que la justificación no puede ser que, como se han tramitado más bonos, hay más trabajo por hacer y que van desbordados.

Hay que reconocerle a Gloria Rojas el esfuerzo que ha hecho para sacar en esta legislatura tres tandas de bonos turísticos. Ha buscado el dinero y lo ha puesto en circulación. Aplausos. Pero hay que gestionarlo mejor porque el atasco administrativo empaña todo ese trabajo. No sirve de mucho buscar el dinero si en verano no hay bonos para que nos visiten nuestros familiares.

Y aquí, me permito un apunte de Perogrullo: la gente que tiene deudas no se pasea por delante de las personas a las que debe dinero. Es de sentido común. No lo digo yo. Es un hecho, no una opinión. Pues bien, si usted arrastra tres meses de impagos a las agencias de viaje, no dé una rueda de prensa hasta que abone ese dinero o pueda anunciar que los pagos se van a empezar a hacer en 24 horas. Escóndase debajo de una piedra si es necesario y no salga ni aunque le prometan una audiencia con Pedro Sánchez. Verá cómo se ahorra titulares negativos.

¿Qué sentido tiene dar la cara (entiendo que por honestidad) cuando incluso se desconoce la cantidad de dinero que se debe a las agencias de viaje? Eso solo sirve para transmitir a las ciudadanía el mensaje, quizás errado, de que no se está donde se tiene que estar ni se está haciendo lo que se tiene que hacer. Hágame caso. Debajo de las piedras no se está tan mal cuando en una ciudad pequeña se debe dinero a empresas que no pueden permitirse financiar a la Administración.

Recuerdo que durante la crisis del ladrillo se habló muchísimo de la morosidad de la Administración. Cada mes salían publicadas las estadísticas de la vergüenza que recogían las demoras que arrastraban las autonomías en los abonos a empresas y autónomos. Esos impagos dejaron una herida profunda en nuestro país porque muchas pymes, especialmente las dedicadas a la construcción, tuvieron que cerrar pese a que tenían ingentes cantidades de dinero por abonar. Las asfixió la propia Administración.

Es hora de que los políticos entiendan que hay que desterrar toda la burocracia que retrasa los pagos de los servicios prestados. Si se necesitan más administrativos, hay que contratarlos. Los empresarios no pueden seguir financiando irregularmente a la Administración. Hay que desterrar también el miedo a no volver a tocar un contrato público si se rompe la ley del silencio. Hay que denunciar. Calladitos no es cierto que se esté mejor. Si no pagan porque se agobian, entonces deberán pagar por vergüenza.

Las empresas tienen que cumplir la ley y reclamar que ésta se cumpla. La tramitación habitual de los pagos a las pymes es injusta y no puede servir para justificar el trabajo mal hecho. Si el Patronato de Turismo no es capaz de gestionar los pagos a mes vencido, debe buscar la fórmula para que no sean las agencias de viaje las que financien las visitas a la ciudad. No es la primera vez que pasa y este problema no afecta solo a las agencias. Nos afecta a todos porque a partir del lunes no tendremos bonos turísticos para que nos visiten nuestros familiares.