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Melilla ConBici prevé que el carril para ciclistas atraiga a muchos melillenses
Actualmente se están desarrollando obras en el Paseo Marítimo encaminadas a la instalación de un carril bici por el que de una vez por todas los ciclistas puedan circular con la seguridad debida por nuestra ciudad.
Nadie va a negar que una obra en la calzada es un engorro para la circulación por la zona afectada mientras duren los trabajos. Pero la reforma de las infraestructuras es siempre necesaria, pues está claro que el objetivo de la misma es mejorar nuestra calidad de vida.
Melilla es un espacio pequeño en el que, nos guste o no, hay un límite máximo de velocidad fijado en los 50 kilómetros por hora. Las condiciones de la ciudad son las que son y no se dispone del suficiente espacio para conducir más rápido, aunque muchos conductores se tomen esta limitación muy a la ligera. Y esta conducta es la que provoca accidentes, algunos de ellos muy graves.
Por este motivo, es muy necesario facilitar el uso de medios de locomoción alternativos a los propulsados a motor. Nadie habla de emprender una ‘caza de brujas’ contra los coches, sino de que éstos coexistan con las bicicletas.
En esa tesitura, la instalación de un carril bici en el Paseo Marítimo es fundamental y en modo alguno supone una forma de dificultar el tráfico de automóviles. Como indicó ayer a El Faro Javier Bocanegra, presidente de Melilla ConBici, las vías fundamentales para cruzar Melilla son Álvaro de Bazán, General Polavieja y Alfonso XIII. El Paseo Marítimo, por lo tanto, es el lugar perfecto para la coexistencia pacífica de ciclistas y conductores.
Cuando el carril bici esté finalizado, observaremos las bondades de sus efectos. Desde Melilla ConBici prevén que esta vía genere un “efecto llamada” y que aumente el número de ciudadanos que usen las dos ruedas -y no motorizadas- para sus desplazamientos habituales. En una ciudad donde las distancias son cortas, la bici es la mejor compañera de trayecto.