El Foso del Hornabeque ya no es Melilla La Vieja ni el acceso a una fortificación. Durante un mes será Belén, el pueblo en que nació Jesús. Este año el objetivo de los creadores de este espacio era recoger lo más fielmente posible aquel lugar. Las calles están serpenteadas y los edificios están inspirados, junto con las casas, en aquel pueblo.
El portal donde está el Nacimiento es el más grande que habido nunca en este belén y se han recreado escenas de la vida cotidiana dentro de las cosas. Este año no hay nada relacionado con Egipto porque no estaban muy convencidos de la ornamentación que había, aunque quizás para el próximo sí que se recoja alguna escena.
Así lo destacó la consejera de Cultura, Gloria Rojas, que indicó que hay 35 animales de varias especies diferentes, como patos, cerdos, ovejas o pavos, y se cuenta con especialistas que los cuidan a diario y añadió, que también tienen un veterinario por si les ocurriera algo. En este sentido, agradeció la colaboración de la Granja Gloria Fuertes y pidió a los melillenses que no den de comer a los animales porque tienen ya su comida específica.
El creador de este belén, Javier Martínez de la empresa Martimaniac, argumentó que hay un detalle en el que hay que reparar y que es nuevo: una figura de una niña con una paloma que observan desde unas escaleras el Nacimiento. Son María Magdalena y el Espíritu Santo.
Al margen de esto, Rojas indicó que no se ha podido abrir antes el belén porque se necesitaban todos estos días para su construcción. Subrayó que han sido 16 semanas de trabajos. Por ello, agradeció a todas las empresas que han participado en su puesta en marcha, así como a todos los trabajadores de Festejos su trabajo.
Por su parte, el presidente de la Ciudad, Eduardo de Castro, remarcó que no había palabras para describir este belén y que lo mejor era verlo. También se sumó a las palabras de felicitación y de agradecimiento a las empresas y trabajadores de Festejos por la puesta en marcha de esta actividad a la que asistió mucha gente.