Balenciaga, el rey de la moda

Un biopic en seis capítulos lo ha dado conocer a los más jóvenes. Balenciaga es uno de los creadores de moda más influyentes del siglo pasado. En la serie, el vestuario, que era un reto, ha sido muy bien cuidado. Sin embargo, hay aspectos aún desconocidos de la Casa, que explican su posterior éxito en París. Hablamos con Ana Balda, doctora en comunicación con una tesis sobre el modisto, sobre esa faceta aún inédita para la mayoría y sobre algunas claves más que pueden ayudar a entender mejor esta figura de la historia de la moda: Cristóbal Balenciaga.

-Quisiera retroceder a los orígenes, viajar con la memoria a esos años tempranos de Cristóbal al lado de su madre, una costurera, que tal vez le otorgara esa sensibilidad para coger la aguja y el hilo...

-Balenciaga nace en un pequeño pueblo de pescadores de la costa guipuzcuana en 1895, en Getaria, en el seno de una familia católica. Su madre era la costurera del pueblo: hacía arreglos de mantenimiento de ropa blanca de la casa. Su padre era patrón de una pequeña embarcación de recreo que paseaba por la costa vasca a los reyes cuando venían. El primer contacto con la corte sería pues a través de su padre.

-Su madre hacia arreglos para una marquesa. Balenciaga niño la contemplaba trabajar, llevaba los arreglos a las clientas. Aprendía un oficio...

-La madre queda viuda muy joven con tres hijos y Baleciaga era el pequeño. Él estaba a su lado mientras ella cosía, y heredó la pasión por la costura por su madre. Los marqueses de Casa Torres (aristocracia madrileña) veraneaban en Getaria y su palacete estaba cerca de la casa de los Balenciaga. La madre de Cristóbal hacía arreglos para la marquesa y él entregaba los arreglos que hacía su madre a las clientas. Cristóbal Balenciaga era muy reservado, en las pocas entrevistas que ha concedido una vez habló de ella: la veía llegar a Getaria con sus carruajes y trajes maravillosos. Él, un día, le pidió visitar sus armarios y quedó fascinado al observar de cerca la mejor alta costura francesa.

En una ocasión, Cristóbal se fijó en el traje que la marquesa llevaba y le preguntó si podía copiarlo, a lo que ella aceptó. Cuando, un domingo en misa, la vio con el vestido que él había confeccionado, se produjo su entrada en la alta sociedad. La marquesa le ayudó a entrar como aprendiz en una sastrería en San Sebastián, con tan solo doce años.

-Poco después llegan sus primeros contactos con París trabajando como jefe de sección en unos grandes almacenes.

-En Les grands Magasins du Louvre pasó a ser jefe de sección de moda femenina con dieciocho años. Para desempeñar este trabajo tenía que ir a París para ver los modelos que podían tener éxito en San Sebastián. Estos viajes explicarán su triunfo posterior, pues, cuando se instalará en París en 1937, ya dominaba el oficio y, además, conocía bien las casas líderes del sector.

-Getaria, en la comarca de Urola Kosta, entre los municipios de Zarautz y Zumaia. De ahí, a San Sebastián y Biarritz. Un contexto único en la costa vasca: lugar de veraneo regio.

-España fue neutral en la II Guerra Mundial y en San Sebastian y Biarritz se creó un microclima formado por gente adinerada que quería seguir viviendo su vida de lujo, que huía de la guerra y que llevó a Balenciaga a que vistiera a la aristocracia.

Getaria está cerca de San Sebastián, que era la sede del veraneo de la corte. Balenciaga da el salto de Getaria a San Sebastián. Allí veraneaba la familia real española. Cerca está Biarritz, ciudad balnearia de la costa vasco francesa y sitio de veraneo de las élites aristocráticas adineradas francesas e internacionales. Desde Napoleón III había sido sede de vacaciones de la familia imperial. En ambas ciudades veraneaban personas que vivían en el lujo y demandaban bienes de lujo. La gente elegante se vestía de alta costura y París era su cuna desde el siglo XVIII, por lo que muchas casas tenían su sucursal en Biarritz.

-1917. Año en el que abre su propia casa de moda. Balenciaga vestiría a mujeres de la realeza española.

-En 1917 crea su propio negocio e iba a las semanas de moda de París para comprar modelos bajo licencia. Después los vendía en su tienda y los estudiaba detenidamente para mejorar su técnica. Estudiaba las prendas de los mejores para poder replicarlas y ese sería su aprendizaje, pues Balenciaga fue un autodidacta. En los años veinte consolidó su marca. Ahí está la raíz de todo su éxito futuro: el período de entreguerras, comprando y copiando de los grandes.

-Balenciaga abre dos talleres en las dos ciudades más importantes de nuestro país durante la II República: Madrid en 1933 y dos años después Barcelona.

-En España estalló la II Republica, los reyes de exilian y dejan San Sebastián. En 1933 Balenciaga abre su sede en Madrid y, el año después, abre en Barcelona. Ambas cerrarán en el período de guerra civil, después reabrirán hasta su cierre definitivo en 1968.

-La incertidumbre económica al estallar la guerra civil española hace que se traslade a París, ciudad que ya conocía bien. No tardó en ganarse a la crítica con su buen hacer. Balenciaga era un artista: el maestro de los volúmenes, hoy día es materia de estudio en las universidades.

-Cuando estalló al guerra se fue a París en 1937, el creador vasco hizo su salto al olimpo internacional. La sede la abrió con la ayuda financiera de Nicolás Bizcarriondo y Wladzio d´Attainville (siendo Balenciaga el accionista minoritario). Significaba formar parte del grupo selecto por la cámara sindical de la alta costura parisina (Chambre Syndicale de la Haute Couture), que daba como el label de calidad, es decir, que se trabajaba con los estándares más altos de acabados, tejidos, artesanía, etc...

-Decir Balenciaga es decir alta costura.

-La alta costura es un oficio que consiste en hacer trajes únicos para cada mujer, esto no significa que la estética del traje no se pueda repetir varias veces. Cada traje se hace para un cuerpo. En las casas de alta costura la cliente tenía que ir a probárselo varias veces o se creaba un maniquí al que se le ponía el nombre de la persona con las medidas exactas que poseía. Balenciaga dominaba la técnica y conocía el cuerpo femenino, a partir de ahí, empezó a volar... (Los mejores modistos de la historia de la moda, son grandes conocedores del cuerpo femenino). La innovación se produce cuando dominas el oficio y, en los años cincuenta, fue maravillosa, era pura innovación.

-Usted sostiene que los veinte años de trabajo en San Sebastián fueron decisivos para lo que la vida le iba a deparar...

-La alta costura es núcleo duro de la élite de los modistas. Balenciaga debuta y triunfa, y eso hubiera sido impensable sin los veinte años previos de San Sebastián. La cámara organizaba unas semanas de desfiles y Maison presentaba sus nuevos modelos en su sede, el objetivo era presentarlas a compradores de grandes almacenes, los cuales elegían los modelo para replicar bajo licencia y vender en sus almacenes de lujo. Ahí estaba el negocio de la Haute Couture: en las mujeres adineradas que vestían muy bien. Esa semana iban a cubrir la noticia los periodistas de Vogue Harpeer Bazaar, Elle... Es entonces cuando Cristóbal Balenciaga empezó a aparecer en la prensa internacional.

-Un estéta, un buscador de la excelencia. El diseñador Josep Font cree que no ha habido alguien como él. Las prendas tienen que tener una estructura para que todo lo demás funcione y, si está bien hecha, pongas lo que pongas encima, siempre caerá bien.

-Empezó a ser admirado por su técnica, acabado y grado de innovación, la cual, en los 50 será sorprendente. Balengiaga en esta etapa empieza a ocupar titulares en la prensa con calificativos como The King of fashion.

-Los occidentales lo veían como muy oriental porque alejaba los volúmenes de la mujer y, en oriente, la mujer que vestía Balencaga la veían muy erótica, porque enseñaba la nuca. Alejar el volumen del cuerpo no tiene por qué no ser femenino... ese era el espíritu de Balenciaga.

-Balenciaga era un gran estudioso del cuerpo. Sabía que ningún cuerpo es perfecto y para tocar la elegancia no se centraba en que el diseño sobresaliera del cuerpo sino potenciar puntos fuertes y disimular imperfecciones. Balenciaga creaba trajes que respondían a un patrón que enaltecía lo bonito y disimulaban la imperfección.   Buscaba la proporción del cuerpo de la mujer, con un traje que cree una figura más armónica con un patrón y técnica perfecta.

Admiraba profundamente a Madeleine Vionnet (inventora el vestido al bies, una gran contribución al mundo de la moda, corte y confección), representaba para él, el listón más alto de la técnica.

-No creaba, pues, trajes perfectos para cuerpos perfectos, sino enaltecer la belleza de una mujer concreta. Ella y no otra. Hubert de Givenchy dijo de él: "Balenciaga lograba que las mujeres se sintieran libres, no cabe mejor elogio".

-Un día se encontraba trabajando sobre el cuerpo de una maniquí y ésta estaba muy inquieta y confesó al modisto que tenía hambre porque estaba a régimen porque quería reducir cadera. Balenciaga le comentó que si adelgaza más no le servía. "Estoy creando una falda intentando disimular tu cadera, pensando en esta imperfección si adelgazas más tendré que encontrar otra maniquí". El creador vasco hacía un traje para una mujer determinada. Este es el espíritu de la moda de Balenciaga, enaltecer a la mujer y no enaltecer el cuerpo. Hay que ser muy bueno, porque estás inventando formas nuevas y has de saber llevarlas al patrón.

-Era el tejido quien decidía, era un filósofo de las medidas. El modisto vasco propicia un revolucionario divorcio entre el cuerpo y el vestido con la introducción de un tercer elemento, el aire. Balenciaga, arquitecto de la moda. Artista.

-En este proceso de buscar patrones que enaltecieran el cuerpo femenino empezó a construir vestidos, chaquetas, abrigos que disimulaban imperfecciones creando algunos volúmenes que distorsionaban el cuerpo. De ahí viene el apelativo de "escultor de la forma" o "arquitecto de la moda", porque, al final, creaba formas poco esperadas con el espíritu de enaltecer a la mujer, en detrimento del cuerpo, que era lo que se empezaba a imponer en los años sesenta del siglo pasado.

Sus creaciones eran una innovación constante porque el espíritu de Balenciaga siempre fue lograr la elegancia: enaltecer a la mujer al disimular sus puntos más débiles. Era un estéta, sabía lo que era la elegancia, de ahí que su obra es tan respetada y ha entrado a formar parte de la historia de la moda. Balenciaga, hoy día, es materia de estudio.

-Formas audaces y estructuras abstractas. Atención suprema por el detalle... un legado que perdura como inspiración eterna. Al final de su carrera, la depuración de la técnica llegó a ser maravillosa. Para él, la elegancia, era eliminación.

-Era tanta la técnica que poseía al final de su carrera profesional que generó patrones que buscaban reducir costuras Construyó vestidos sin costuras o con costura única. Generaba volúmenes minimalistas y creaba de ese modo, pues era tal el nivel de depuración absoluto al que había llegado. En el año 1967 realizó un vestido de novia que Vogue publicó bajo el título Maravillas de la forma. Era un nivel de depuración muy alto: si podía usar una costura, mejor que dos.

-Cristóbal Balenciaga se retiró en 1968 del mundo de la moda. Piezas maravillosas salieron de sus manos como, Chaqueta abrigo barril (1947) , semientallado (1955), la líea túnica (1955), línea saco (1957) Baloom (1958), Pavo real (1958)baby doll son hitos en la historia de la moda. Admirado por sus competidores...

-The king of fashion. Recibió el halago de sus competidores. Dior dijo de él que era "el maestro de todos nosotros"; Coco Chanel, que no elogiaba a nadie, comentó que, al único a que admiraba era a él, "él es el único modisto y todos los demás diseñadores de moda". Chanel lo definió como un couturier (costurero), en el verdadero sentido de la palabra. Y es que Cristóbal Balenciaga te hacía una prenda de principio a fin.

-Balenciaga tiene su museo en Guetaria, su cuidad natal, donde se pueden admirar sus preciosos vestidos. Muchas de sus piezas son hitos en la historia de la moda y han llegado al Museo gracias a generosas donaciones de sus clientas.

-Este museo en Getaria tiene unos fondos magníficos, hace un gran esfuerzo en la divulgación de estética y técnica (organiza cursos para profesionales). Un museo de gran prestigio pues, al igual que Picasso o Velázquez, Balenciaga es el representante del diseño español en el mundo. Balenciaga está en la liga más alta de la moda internacional, ha influido en otros campos... Es el padre del minimalismo.

-"Conocer a Cristobal Balenciaga fue una de las grandes alegrías de mi vida. Comprendía el lujo y la simplicidad con una profunda sensibilidad". Dijo de él su clienta, Rachel L. Mellon, una gran dama de la sociedad americana. Baleciaga era un hombre de su tiempo y vio con sus propios ojos un mundo que se iba con él...

-En el convulso mes de mayo de 1968 abandonó su actividad. La alta costura parisina estaba en crisis, emergía una clase media que quería vestir a la moda pero con otros precios. Balenciaga murió en Valencia en 1972, a su lado estaba Ramón Esparza.

-Wladzio d´Attainville... figura clave para entender los inicios de la firma Balenciaga.

-...De orígen francés fue su primer ayudante. Fue una influencia potente para Balenciaga, estaba emparentado con aristócratas, fue como su relaciones públicas y le dio a conocer muchos clientes adinerados. En San Sebastián   desde 1925 vivía en la misma casa con él junto a la madre y la hermana del artista. Cuando el aristócrata francés murió, en 1948, Balenciaga se hundió en una depresión y tuvo la tentación de cerrar su sede en París y regresar a España. Unos años después, entraría en su vida Ramón Esparza. Compartían domicilio y era socio de la empresa, su mano derecha y "hombre para todo" (multitarea). Esparza llevaba a cabo muchas funciones en la empresa que permitirían a Cristóbal Balenciaga centrarse totalmente en la parte más creativa de su trabajo. Balenciaga no era, sin más, un mero perfeccionista sino un "no a la mediocridad", un modisto que adquirió un dominio absoluto de la técnica de la costura y que dedicó su vida a perfeccionar al máximo sus creaciones. El creador vasco innovó hasta llegar a una gran audacia formal y estética que impactaron al mundo.

-Balenciaga siempre fue muy reservado con su vida privada.

-Sí, era vasco. Reservado. Hay muchas conjeturas sobre su vida, pero a ciencia cierta, de su vida privada, no se conoce tanto. Se sabe que, en su época de madurez, iba a misa y rezaba. Era creyente. En los tempranos años cuarenta, si las modistas se tenían que quedar a trabajar un domingo, se preocupaba de que hubieran ido a misa y no descuidaran el precepto, a pesar del mucho trabajo. Que fueran o no a misa no le daba igual.

Un apunte biográfico que nos desvela la fineza interior del artista.