Melilla y Ceuta son las autonomías donde más ha bajado la tasa de abortos voluntarios en 2020, según las estadísticas que ha publicado este martes el Ministerio del Sanidad, con motivo de la salida a consulta pública de la reforma de la ley de plazos aprobada hace 11 años, que pretende eliminar los obstáculos a los que se enfrentan las mujeres para ejercer un derecho "efectivo y pleno". Entre las dos ciudades autónomas se registraron en el primer año de la pandemia 1,94 abortos por cada 1.000 mujeres de entre 15 y 44 años, frente a la tasa del 2,26%, de 2019, que ya representaba una mejora de los datos de 2018 (3,50). Melilla y Ceuta vienen registrando desde 2016 una tendencia a la baja en el número de abortos voluntarios practicados, que difiere de la evolución de los números de la media nacional en igual período.
La tasa de abortos en España
En nuestros país la tasa de abortos se situó el año pasado en 10,3 por cada 1.000 mujeres, frente al 11,5 de 2019. En toda España se notó en 2020 un descenso de los datos de aborto, que llega después de pequeños repuntes en los últimos años. La Dirección General de Salud Pública achaca este descenso "a la situación excepcional de la pandemia". La mayor parte de las interrupciones voluntarias de embarazos se realizaron en España en las primeras semanas de gestación. De ellas, el 71,85% corresponde a mujeres con menos de dos meses de embarazo y sólo un 0,18% se realizó al borde de los seis meses de gestación. El 41,31% de las mujeres que abortaron reconoció que no usó ningún tipo de anticonceptivo. Las estadísticas del Ministerio de Sanidad arroja, además, que la mayoría de los abortos se practicaron en España el año pasado en clínicas privadas, que es la situación que el Gobierno central quiere corregir con la reforma de la ley de plazos. De hecho, el 84,5% de los abortos se practicaron en centros concertados o privados y sólo el 15,4% en centros públicos.