Azmani tilda de "tercermundista" la gestión del agua en la ciudad

El diputado de Somos Melilla, Amin Azmani, ha calificado como “tercermundista” la gestión del agua potable en la ciudad autónoma, ya que no se entiende que, “en pleno año 2023”, se sigan produciendo cortes de agua.

De hecho, más allá de estas restricciones y de las próximas –los días 22, 23 y 24 de agosto- anunciadas el miércoles por el consejero de Medio Ambiente y Naturaleza, Manuel Ángel Quevedo, Azmani ha recordado que hay ciertos barrios de la ciudad, como la Constitución, Las Palmeras o el Rastro, “que sufren cortes de agua todos los días, haya o no avería, desde hace muchísimo tiempo”.

Así se ha pronunciado el dirigente de Somos Melilla durante una visita al barrio de las Caracolas, uno de los que soporta habitualmente cortes de agua sin que esté la desaladora averiada o en parada técnica.

El problema no se ha solucionado siquiera con la inauguración de la desaladora en el año 2007, ha lamentado Azmani, quien ha lamentado que todos los gobiernos locales desde entonces –sin importar de qué partido- “han consentido estos cortes continuos” y que los domicilios y establecimientos soporten un “calvario”, como volverá a suceder la próxima semana.

Lo peor, en su opinión, es que “no hay visos de cambio” y desde las formaciones políticas “se dedican a lanzarse reproches y acusaciones sin que nadie ponga un remedio definitivo”.

Respecto a Quevedo, el también presidente de Somos Melilla lo ha vuelto a criticar a propósito del anuncio de la subvención de aljibes en los domicilios, “como si fueran la solución y generaran agua potable”.

En su opinión, y es lo que demanda el partido, la solución pasa por “exigir” a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) que agilice la reforma de la desaladora, “que se está haciendo eterna”, y por ponerse “manos a la obra” para que el pantano de Las Adelfas –cuya obra costó, ha recordado, más de siete millones de euros y que “jamás se ha utilizado para su cometido”- se conecte a la red de agua potable de la ciudad.

Para Azmani, la CHG no debería “permitir estos cortes, que, además, son continuos y permanentes”.