Aumenta la venta de mascarillas y test de antígenos en las farmacias de Melilla

Aumenta la venta de mascarillas y test de antígenos en las farmacias de Melilla. Así lo han confirmado a El Faro desde varias boticas de la ciudad en las que destacan la buena conciencia de los ciudadanos en cuanto a su uso. Además, matizan, que esto se viene produciendo desde mucho antes de que entrara en vigor la obligatoriedad de las mismas.

Este miércoles se hizo efectiva la orden del Ministerio de Sanidad de imponer el uso de las mascarillas en los centros de salud y hospitales de todo el territorio nacional a pesar de las reticencias de algunas autonomías. La propuesta fue presentada en una reunión extraordinaria del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) que se produjo el pasado lunes.

La ministra de Sanidad, Mónica García, puntualizó en una rueda de prensa posterior que la medida tendrá flexibilidad y que podrá convertirse en una recomendación cuando una región encadene dos semanas consecutivas de descenso de casos de virus respiratorios. De hecho, solo Melilla y el País Vasco llevan dos semanas descendiendo su incidencia.

Mayor consciencia

La Navidad parece que ha despertado la consciencia de muchos melillenses en cuanto al uso de mascarillas y la prevención de las enfermedades respiratorias. Estas fiestas vienen siempre cargadas de muchas reuniones familiares en las que se concentran numerosas personas, lo que aumenta el riesgo de contagio de este tipo de virus. Una situación que han intentado paliar o impedir muchos ciudadanos ya que la venta de test de antígenos ha tenido un repunte significativo previo a las navidades.

En concreto, desde pocos días antes de la Nochevieja en la Farmacia Maanan Benaisa no han parado de expedir este tipo de sistemas de detección. Fue en los días cercanos al 31 de diciembre cuando se produjo el repunte en este establecimiento, tal y como ha destacado a este diario una trabajadora del mismo.

De igual manera ha sucedido con las mascarillas. De hecho, en esta farmacia los técnicos y farmacéuticos resaltan que se han quedado muy sorprendidos por el buen hacer de sus clientes, ya que la mayoría entraban en el comercio directamente con la mascarilla puesta aunque en aquel momento no era obligatoria. 

Una situación que no se ha vivido solo en esta botica sino en muchas otras. En la Farmacia Arenas incluso llegan a destacar que no habría hecho falta ninguna norma. "La gente está concienciada", sentencia una empleada con la que ha hablado El Faro. Los melillenses que entran a buscar un medicamento lo hacen mayoritariamente con mascarilla.

Aquí el aumento de las ventas de test de antígenos se produjo hace algo más de un mes y el más buscado ha sido el que detecta la Gripe A. 

Misma respuesta que en la Farmacia Adelino. Tanto las mascarillas como los test se venden "un poquito" más. "Como ahora es obligatorio en los centros de salud pues sí que se están vendiendo un poquito más", reconoció el farmacéutico en que el ha hablado este diario. En la Farmacia Comarcal, igual y con mucha más razón. Su cercanía al hospital hace que el cubrebocas, que habíamos apartado de nuestras vidas tras la pandemia, vuelva a ser un producto demandado.

Por el contrario, en este establecimiento está costando algo más que los clientes entren con la mascarilla. "Hay quien entra con mascarilla, pero luego hay muchos otros que no", remarcan en esta botica.

Escasez de productos

Al mismo tiempo que han aumentado las ventas de artículos relacionados con la gripe y el covid también han dejado de venderse otros medicamentos debido a su falta de stock. En su mayoría se trata de fármacos relacionados con la diabetes aunque desde varias farmacias de Melilla avisan de que es algo generalizado que también se extiende a compuestos tan comunes como el paracetamol o el ibuprofeno en ciertas dosis o formatos.

No es una novedad que haya falta de medicamentos para la diabetes. Desde que se pusiera "de moda" la utilización de algunos compuestos destinados para tratar esta enfermedad para otros usos, este problema se viene extendiendo por las farmacias de todo el país.

Hablamos del más que conocido Ozempic, un fármaco del que se ha descubierto un efecto secundario que es muy deseado por algunos, ya que inhibe el apetito. Y es que se ha extendido la popularidad de que es eficaz para combatir el sobrepeso y la obesidad. Algo que se ha tomado como un tratamiento milagro y que está provocando roturas de stock en las farmacias de medio mundo.

En la Farmacia Arenas, ubicada en la calle Madrid, se hace difícil de encontrar, según ha confirmado a este diario una de las empleadas. También destacan su escasez en la Farmacia Granados en la calle General Pintos. A pesar de que no hablan del Ozempic concretamente, sí que han reseñado que hay problemas para encontrar algunos medicamentos para tratar la diabetes.

Lo mismo se está produciendo en la Farmacia Adelino de la calle Méjico. Sin rastro de ciertos fármacos para esta enfermedad metabólica. Pero no solo es difícil de encontrar este tipo de productos sino otros tan básicos como el paracetamol o el ibuprofeno aunque hay que puntualizar que solo en algunos tipos de formatos o de dosis. Hablamos del ibuprofeno en sobres, el paracetamol efervescente o algunos tipos de insulina. En esta farmacia han hecho hincapié en que "faltan muchísimos medicamentos".

En Melilla que ciertos medicamentos destinados a la diabetes estén agotados o sean difíciles de encontrar es en cierta manera más problemático en otras comunidades. Debemos reseñar que el 20% de la población de Melilla adolece esta enfermedad.  Esto se traduce en que 2 de cada 7 melillenses la sufren.

En este sentido, tan alto es el porcentaje de enfermos que la convierten en la autonomía española con más casos. Si analizamos la prevalencia en la totalidad del país, España es el segundo de Europa con mayor prevalencia, con un incremento en la tasa del 48% desde 2019, únicamente superado por Turquía, según datos ofrecidos por la Unidad de Diabetes del Hospital Comarcal.

¿Dónde son obligatorias las mascarillas?

De esta manera, las mascarillas deberán llevarse nuevamente de forma obligatoria en los en los centros sanitarios y sociosanitarios, así como en oficinas de farmacia.

También en los siguientes casos: personas sintomáticas cuando estén en espacios compartidos; profesionales que atienden casos sintomáticos; personas que trabajan en Unidades de Cuidados Intensivos y Unidades con Pacientes Vulnerables; en las urgencias hospitalarias o de atención primaria; en los lugares donde se concentran pacientes y familiares (salas de espera de atención primaria, de consultas hospitalarias, … ); y en los centros sociosanitarios.

Su uso también será necesario para las residenciales de mayores o de personas con discapacidad, los trabajadores y los visitantes cuando estén en zonas compartidas, en función de la situación epidemiológica y de las características estructurales y funcionales particulares de sus centros dependientes.