La madrugada del pasado 16 de diciembre cinco guardias civiles y un policía nacional fueron brutalmente agredidos en la localidad de Castro Urdiales (Cantabria) al grito de “cipayos”, término utilizado por la izquierda abertzale para dirigirse a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en tono despectivo y "putos picoletos", "sois unos perros", "os vamos a reventar". Los agentes que se encontraban fuera de servicio regresaban al cuartel tras una cena navideña, fueron al parecer acorralados y brutalmente agredidos tras ser identificados como agentes por uno de los agresores.
Ante estos gravísimos hechosa, la AUGC denuncia la "indefensión" que sufren las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado derivado del aumento en los últimos años de agresiones hacia guardias civiles y policías. "Se evidencia cómo venimos reclamando a Interior que las FCSE tienen que ser consideradas al igual que las policías autonómicas como “grupo de riesgo”. Es necesario además, un endurecimiento de las penas por agresiones hacia los agentes y reforzar el principio de autoridad", señala esta organización.
AUGC, como asociación representativa mayoritaria en afiliación en la Guardia Civil, ha decidido personarse como acusación popular por los hechos acaecidos y exigirá la máxima pena para estos agresores ante lo que para esta organización es una "preocupación ante el rebrote de ataques a trabajadores del Cuerpo, una circunstancia que se viene observando en toda España y en este caso especial de ciertos individuos que se enfrentan a las FCSE en un tono hostil y de odio".
Por ello solicita al Gobierno de España mayor protección para los guardias civiles, con penas ejemplarizantes en el Código Penal para los agresores para defender a quienes velan por la seguridad de todos los ciudadanos y que con tanta profesionalidad realizan su labor.
"Reclamamos la máxima pena para los agresores y defenderemos los intereses de los agentes agredidos como hemos hecho en todos los casos y procedimientos de esta naturaleza", finaliza.