Los días previos a la Navidad en el mercado están siendo distintos. Es el sentimiento común de los comerciantes del Mercado Central de Melilla, que aseguran a El Faro que a poco más de una semana para Nochebuena hay poca afluencia de clientes en sus puestos y las ventas están siendo más bajas de lo esperado. Además, la subida generalizada de los precios cercana a las fechas navideñas comienza a notarse en el mercado.
El Faro ha vuelto al mercado para comprobar cómo han subido los precios durante el último mes en los productos que más se consumen en Navidad.
"Parece que no es Navidad comparado con años anteriores", comentó Jaime a El Faro. Él es el propietario de una de las pescaderías del mercado y aseguró a este diario que la poca demanda de marisco y pescado ha provocado que no traiga tanta cantidad como otros años por estas fechas.
Los altos precios que se han mantenido en el tiempo durante los meses previos a la Navidad no han ayudado. Es por ello que Jaime vaticina que en estas fiestas no veremos los precios del marisco y del pescado tan desorbitados en la víspera de la Nochebuena como suele ser típico. Eso sí, avisa que se mantendrán altos como hasta ahora o con un ligero aumento.
En concreto, la gamba blanca ha aumentado un poco su precio, aunque según el tamaño podemos encontrar gambas frescas desde 25 o 30 euros el kilo. Unos precios parecidos a los de noviembre, cuando también se podían comprar gambas desde 25 euros.
Este comerciante cree que la causa de las bajas ventas es que cada vez más los melillenses prefieren cenar o comer en restaurantes a ponerse a organizar algo en sus casas. Lo nota en su puesto, dijo, ya que la mayoría de encargos que le están entrando son de restaurantes que ofrecerán un menú cerrado durante estos días.
Si antes eran sus clientes de toda la vida los que le encargaban el pescado y el marisco para Navidad ahora son los restaurantes los que se llevan la mayoría del género que compra. Lo más típico de su puesto en estas fechas bien puede ser los pescados para el horno, los calamares para rellenar, que ahora mismo están a 20 euros el kilo, o el rape.
Uno de los pescados más demandados en Navidad, el rape, estaba a 14 euros el kilo esta mañana. Un precio más alto del que ha tenido habitualmente y que ha ido subiendo poco a poco. Esto lo ha notado El Faro, que ha estado visitando varios puestos del mercado en distintas ocasiones, con el fin de conocer cómo han evolucionado los precios de cara a la Navidad.
Como resultado, desde agosto el kilo del rape ha visto aumentado su precio. De los 10 euros que solía costar, en verano pasó a 12 euros el kilo. Un precio que se mantuvo durante el mes de noviembre, pero que muchos vaticinaban que podría subir hasta los 14 euros, como bien hemos podido comprobar.
Abdelkader ya lo avisó a El Faro hace más de un mes. Él es el propietario de otra de las pescaderías del mercado y el rape en su puesto también ha subido. Hasta los 16 euros el kilo precisamente. Las gambas se mantienen en los 12 euros.
Otro producto estrella de las navidades es la carne. Un alimento que no para de subir o esto es lo que aseguró a El Faro Jesús. Él es propietario de una de las dos carnicerías que quedan en el Mercado Central y explicó a este diario que los precios no paran de subir. "Están disparados", resaltó el carnicero.
Tanto es así que hay productos cárnicos que ni si quiera está vendiendo en su puesto. Se refería el comerciante a ciertas piezas de solomillo de vaca como la argentina, que tienen unos precios tan elevados que no le merece la pena comprarlos porque es difícil darles salida. Otros solomillos como el de ternera están ahora mismo a 26 euros el kilo
Lo que más está vendiendo en su carnicería son pechugas y muslos de pollo rellenos, además de solomillos. Y es que precisamente, Jesús aseguró a El Faro que el precio del pollo ha bajado un poco en los últimos días. Ahora mismo está a 3,75 euros el pollo entero.
También veía poco ajetreo en el mercado Marzok, propietario de un puesto de frutas. "No hay nadie, el mercado está vacío", destacó. Para él, otros años por estas fechas tenía más movimiento. Ante este panorama augura unas malas navidades.
Para otro comerciante, Ismael, que tiene un ultramarinos, es normal que esté vacío. A lo altos precios se le une, dijo, que hay poco espíritu navideño en el mercado. Otros años, destacó, hay villancicos de hilo musical y adornos navideños que incitan al consumo, pero este año no hay rastro de nada.
"El año pasado la cosa estaba más animada", destacó Ismael. A los pocos días para la Navidad está más tiempo parado que trabajando. Algo no muy normal. A todo lo anterior, recalcó el comerciante, él cree que los melillenses están esperando a cobrar la paga extra para ir a hacer las compras.
"Está la cosa triste para las familias", apuntó Ismael. Tan triste que tiene todas las cajas de bombones, turrones y mazapanes expuestas en su tienda sin poder darles salida. Reconoce que están más caras que otros años y que las familias han dejado de comprar estos productos considerados más un capricho que una necesidad.
Nectarinas a precio de caviar
La mayoría de encuestados por El Faro coincidían que a pesar de que les cuesta llegar a fin de mes o ahorrar, sus pensamientos estas navidades estaban con las familias más desfavorecidas y las que más están sufriendo este aumento de precios. Las que estas fiestas no se podrán permitirse celebrar unas fiestas como solían hacer.
"Por lo menos podemos dar gracias a dios", comentó a El Faro Dolores. Esta melillense se siente afortunada por tener un sueldo y poder hacer frente a los gastos diarios y los de estas navidades. "Para las personas con poco poder adquisitivo va a ser un palo muy gordo", recalcó Dolores.
El aumento de los precios enfada a los melillenses, que ven imposible comer sano y llegar a fin de mes.
"No se puede comer ya", comentó a El Faro Maylo. Ella estaba haciendo la compra del día en el mercado y se asustó al ver el precio de las nectarinas. A 7 euros el kilo, avisó esta melillense que estaba esta fruta y a 3 el melón. A pesar de que no es temporada, el aumento de precios es generalizado.
"No se puede comer sano porque los alimentos de primera necesidad están carísimos", destacó Maylo, que se quejó del precio de los huevos, la leche, las patatas o el aceite. No le extraña, dijo, que la gente tire por las comidas precocinadas.
Esta melillense no ha tenido que dejar de comprar ciertos productos porque sus hijos se han independizado ya y en casa son solo dos. Si volviera atrás, destacó, no podría haber tenido hijos. "Una familia con hijos no puede", reconoció.
Su hermana María del Carmen está de acuerdo con ella. "A una familia con un sueldo normalito les cuesta mucho trabajo tirar el mes", subrayó. Ella también estaba escandalizada por el precio de las nectarinas, que comparaba con el caviar iraní. Aparte de la fruta, María del Carmen considera que el precio del marisco no hay por donde cogerlo, así como el pollo o los huevos.
Ante estos precios se hace misión imposible ahorrar. Para una melillense, Encarnación, ahorrar es cosa del pasado. "Ha subido todo, pero bastante", dijo. Desde que los precios están por las nubes, cuando tiene que comprar algo prefiere ni saber el precio.
Esta melillense encargó unas patas de cangrejo y unos bueys de mar para la cena de Nochebuena en su pescadería de confianza, pero aún no sabe cuánto le van a costar. El pescadero, dijo, no le dio un precio fijo porque todavía no los tenía aunque ella, asegura que va preparada. "Seguro que son más caros que otros años", vaticinó Encarnación. Por ahora, para ella lo importante es tener salud.
No han pensado que puede ser porque el centro está lleno de obras (incluida la calle Garcia Cabrelles) y no hay forma de dejar el coche por alli. (Y no me hablen del parking del mercado que parece una cueva)