Aprueban la modificación presupuestaria para dar a Badr una ayuda pública

Populares y cepemistas votaron en el Pleno de ayer a favor del cambio necesario para conceder a dicha asociación islámica una subvención cercana a los 75.000 euros. Todas las alegaciones ciudadanas que se presentaron fueron desestimadas.

El Pleno de la Asamblea se reunió ayer en sesión ordinaria para el debate de las alegaciones presentadas con motivo de la transferencia de crédito entre aplicaciones presupuestarias del mismo área de gasto y la posterior aprobación de esta iniciativa. Desestimadas las reclamaciones que habían presentado dos ciudadanos, los grupos políticos votaron esta medida sin que se produjera debate alguno.
Tanto Partido Popular (PP) como Coalición por Melilla (CpM) se pronunciaron a favor, mientras que Partido Socialista (PSOE) y Populares en Libertad (PPL) lo hicieron en contra. Así pues, se dio luz verde al único punto de la orden del día por 18 votos a favor y cuatro en contra.
Tras la celebración del Pleno, un mero trámite, pues no ocupó ni diez minutos, el consejero de Economía y Hacienda, Daniel Conesa, detalló a los medios de comunicación locales que lo aprobado en la jornada de ayer fue el paso final para llevar a cabo la modificación presupuestaria de las cuentas del presente ejercicio para conceder a la asociación islámica Badr una subvención por importe cercano a los 75.000 euros.
Asimismo, subrayó que al ser una ayuda concedida de manera directa, y no por la vía nominativa, tuvo que llevarse a cabo el cambio en los Presupuestos locales aprobado ayer por la mañana en la Asamblea. En cuanto a las alegaciones presentadas, afirmó que eran “de personas afines a PPL” y que se rechazaron por improcedentes.
Poco más ofreció el Pleno de ayer, pues sobre el asunto que se trató ya estaba todo prácticamente dicho desde que se llevara a cabo su aprobación inicial el pasado 17 de agosto. En dicha sesión, las posturas fueron exactamente las mismas que ayer, con populares y cepemistas a favor de la concesión de dicha ayuda y PSOE y PPL pronunciándose en contra por considerarla una medida “falta de transparencia”.
La subvención no se incluyó de manera directa en el borrador de los Presupuestos Generales de la Ciudad Autónoma (PGCAM) porque Badr presentó su programa de actividades fuera de plazo. A posteriori, el Gobierno local entendió que al tratarse de una asociación dedicada a iniciativas culturales y de calado social, debía recibir una ayuda económica, al igual que otras entidades con similares fines.

La Asamblea lo debatió el pasado 17 de agosto.

En el Pleno celebrado el pasado 17 de agosto, cuando se aprobó inicialmente esta medida, PSOE y PPL dejaron claro su desacuerdo. En el caso de los socialistas, Dionisio Muñoz apuntó que dicha asociación, satélite de la Comisión Islámica de Melilla (CIM), había sido “discriminada” durante años por el Ejecutivo melillense al considerarla “extremista y radical”. Asimismo, subrayó que si ahora se quería poner punto y final a un agravio comparativo con otras entidades religiosas, la medida debería tener carácter retroactivo.
Por su parte, Julio Liarte, de PPL, esgrimió similares argumentos y acusó al Grupo Popular de “conceder subvenciones a dedo”. Además, aseguró que era “falso” que la ayuda se diera en base a un programa de actividades presentado por Badr y que lo único que existía al respecto era un papel con la petición “que ni siquiera contaba con firma ni registro de entrada”.
El líder de CpM, Mustafa Aberchán consideró “una falta de respeto” los argumentos esgrimidos por el resto de grupos de la oposición y defendió a capa y espada la labor de dicha asociación islámica, la cual desarrolla iniciativas relacionadas con la cultura y la convivencia.
Por último, en aquella sesión plenaria Conesa, portavoz de los populares, pidió que “no se buscaran tres pies al gato” y admitió que en el pasado habían existido diferencias con esta asociación religiosa, pero que en los últimos meses se había recuperado el diálogo. Además, defendió que los PGCAM eran “una herramienta flexible” y que su modificación no era algo grave. El debate en el Pleno celebrado ayer por la mañana fue totalmente inexistente y los grupos simplemente se dedicaron a votar en el mismo sentido que aquel 17 de agosto.