Esto de las agencias de viajes no es materia fácil. La proliferación en Melilla de este tipo de establecimientos de servicios hace temblar al sector, mucho más si se tiene en cuenta que los internautas –que aquí son muchos- pueden acceder a la oferta de títulos de transporte y excursiones organizadas sólo pegando un par de clics en sus ordenadores y, además pagarlas con financiación en el tiempo.
Pero queda siempre la veteranía y Andalucía Travel es la veterana por excelencia. ¿Qué quiere decir veteranía?, pues quiere decir seriedad en el servicio. Quiere decir, también, escuchar un momento al cliente y saber de qué va la historia, qué es lo más aconsejable, cuál es el producto que ofrece una mejor ratio calidad-precio. Y quiere decir trato humano, tan profesional como cercano.
Todo lo anterior no es fácil porque hay que llevar mucho tiempo conociendo a la clientela, sin cansancio. Hoy, por aquello de la informática es más fácil pero el comportamiento del profesional no tiene por qué cambiar. Marisa Alindado –Andalucía Travel, Melilla- lo conoce perfectamente porque echó sus dientes profesionales en el sector y en la empresa en la que sigue. Siempre tiene la palabra amable, siempre el rigor de decir lo que puede ser y lo que no y una cualidad: cautiva a sus clientes y no los deja escapar.
Ya vuelven a vender los billetes para militares, con su correspondiente descuento, y para las familias numerosas, también con descuento. Es una forma práctica que abre un mercado que jamás debería haberse perdido. Hace unos dos años, la compañía naviera de Melilla, la sempiterna Trasmediterránea, cortó por lo sano y cerró el mercado de los militares y las familias numerosas a las agencias de viajes. Era una forma de decir 'aquí estoy yo y tú de esto no comes', muy propio de la hoy dependiente de Acciona. 'Hay que dar primero y nosotros damos con este sector que, como tiene poca rentabilidad, la poca me la quedo yo'.
Bien, las cosas se han reconducido y Andalucía Travel vuelve a vender estos títulos de transporte marítimo tan entrañables que tienen poca rentabilidad pero mucho servicio. Sólo se pueden vender estos billetes a base de profesionalidad y espíritu de agradar al cliente, el que desprende el establecimiento que dirige Marisa Alindado gracias a años de experiencia, gracias a no decir que 'no', a atreverse con los retos más difíciles. Y es que el tiempo pone a cada uno en su sitio. Aquella empresa que fundaron hace años los malagueños Jesús y Loli sigue contando con argumentos más que suficientes para convencer al melillense.