Análisis individual de los conflictos para encontrar la mejor solución posible

El psicólogo Daniel Ventura explica unas pautas que se deben poner en práctica para superar con éxito problemas que se plantean, por ejemplo, con compañeros de trabajo.

Cuando surge un conflicto con otra persona de nuestro entorno  la mejor fórmula para resolverlo es analizar la situación de forma individual, es decir, dejar de lado otros problemas que se hayan presentado con esta persona para no agravar la situación.
El psicólogo Daniel Ventura explica una serie de pautas que se pueden seguir a la hora de resolver malentendidos y problemas con la pareja, familiares o un compañero de trabajo.
En ocasiones, al tratar de resolver una situación conflictiva es habitual que recordemos otros problemas que ya han surgido con esta persona. Así, esta no es forma de buscar una solución. No se deben sumar otros, puesto que con esta actitud empeoramos la situación.
La propuesta de Ventura es en primer lugar, definir el problema uno por uno, y en segundo lugar, analizar las alternativas que se pueden tener, ordenarlas y extraer las que puedan solucionar la situación. Además, se deben poner en práctica,  y en el caso en el que no se resuelva la situación se toma la siguente alternativa hasta conseguir este propósito.

Negociar para resolver

“Cuando un conflicto se resuelve bien es porque las dos partes implicadas han dado su brazo a torcer. La fórmula para el éxito de esta resolución es ganar-ganar, es decir, que las personas tengan la sensación y la seguridad de que no han perdido nada en la negociación”, explicó Ventura.
En este sentido, en un conflicto no queda más remedio que negociar e incluso en otros casos es necesaria la mediación de una tercera persona, para evitar que el problema continúe ahí e incluso se pueda agravar.
Un problema que no se resuelve aumenta su tamaño según la personalidad de las personas implicadas y, por lo tanto, de las habilidades sociales que estas personas tengan aprendidas y pongan en práctica.

Mediación

En el caso de unos compañeros de trabajo la solución, si no se puede alcanzar entre ellos mismos, se pide la intervención de una estructura jerárquica superior que no debe dejar pasar el conflicto, sino que su mediación es necesaria para que el resto de los empleados no vean repercusión en su trabajo.

Salir del lugar del conflicto

Por otro lado, cuando los conflictos son importantes es necesario salir del lugar donde normalmente se genera este problema, tal y como indicó Ventura. Tomar un refresco en una cafetería o dar un paseo son buenas opciones para intercambiar opiniones porque la sensación es de que se está en un terreno neutral y llegan menos estímulos que provoquen esa hostilidad inicial. A la hora de hablar sobre el conflicto, lo ideal es exponer uno a uno los argumentos y respetar el turno de palabra de la otra persona, para evitar que se llegue a una  discusión donde no se entienda nada de lo que se esté comentando y se acabe de nuevo alzando la voz.
Finalmente, otras de las recomendaciones para solucionar con éxito un problema es dejar pasar un tiempo y así propiciar un estado de calma que permita analizar de forma correcta la situación y  pedir ayuda a otra persona para que desde fuera vea una solución que puede estar al alcance de nuestra mano.

Tareas realizadas y conflictos no resueltos

Solemos pasar mucho tiempo en el trabajo y los malentendidos, conflictos y problemas surgen entre los compañeros. Así, se pueden presentar diferentes tipos de actitudes.
Si un compañero dice “esto se hace así y punto”, con un tono de voz agresivo y con el cuerpo hacia delante, el mensaje es que las cosas se van a hacer como esta persona desea, de ahí que pueda llegar incluso a gritar. Otros compañeros tienen una actitud pasiva ante los conflictos y su comportamiento es obedecer  a la persona con carácter agresivo aunque piensen que no es lo correcto ni adecuado.
De esta forma, se lleva a la práctica la tarea que supone el problema entre ambos pero no se resuelve este conflicto.