Alcoba: "Si se cierra la frontera, Marruecos, más pronto que tarde, abrirá el régimen de viajeros en las dos direcciones"

Los ciudadanos melillenses atraviesan muchos problemas desde el cierre de la aduana en agosto de 2018. Luego llegó el cierre de la frontera, en marzo de 2020, y su reapertura trajo consigo un cambio de escenario, ya que, aunque desde Marruecos sí se pueden pasar productos –con ciertas limitaciones-, no ocurre lo mismo en sentido inverso. El régimen de viajeros, por lo tanto, lleva tiempo siendo objeto de controversia. La aparición del covid supuso otro varapalo para la economía local y también lo fue el Real Decreto 1/2023, que cambió el sistema de las bonificaciones a la Seguridad Social. Aunque todo el mundo está sufriendo por estas circunstancias, los empresarios son quizás quienes se están llevando la peor parte. De todo esto habla El Faro con el presidente de la Confederación de Empresarios de Melilla (CEME), Enrique Alcoba.

-La situación, por el momento, permanece igual y sin visos de cambio, ¿verdad?

-En principio, sí. La única novedad positiva, en principio, ha sido la vuelta de la bonificación de la Seguridad Social, no como hemos demandado desde la Confederación de Empresarios, que queríamos que volviera al sistema anterior para todos los sectores y todos los contratos, tanto indefinidos como temporales, pero vemos positivo que, por lo menos, haya vuelto la situación que antes conocíamos, por lo menos para los trabajadores indefinidos.

El resto sigue todo igual: aduana comercial, régimen de viajeros, coste del transporte de mercancías… Los problemas siguen siendo los mismos. Las inversiones no terminan de llegar. El Plan Estratégico que el anterior Gobierno diseñó en 2019 está guardado en un cajón después de años de estudios, inversiones y gastos. Y el Plan Integral del Gobierno actual eran 357 millones de euros, pero tampoco sabemos exactamente en qué y cuándo se van a gastar.

Y esa es la situación. Un compás de espera y a ver si se toma el interés necesario para las ciudades de Melilla y Ceuta.

-¿Ha tenido alguna reunión últimamente con la delegada del Gobierno?

-Hemos tenido algunas reuniones que mantenemos periódicamente sobre diferentes asuntos, pero no hay novedad con respecto a todo esto.

-¿Sería partidario de cerrar la frontera si el régimen de viajeros sigue como está?

-Nosotros somos partidarios de que vuelva la situación anterior, que sería lo normal. Que sea recíproco en las dos direcciones. Que los ciudadanos de Melilla tengamos la posibilidad de comprar los productos que demandamos, que son los áridos para la construcción, lo que abarataría el coste, ya que lo encarece muchísimo el transporte de mercancías. Arena, grava, cemento y todo eso se encarece muchísimo y el consumidor final –quien hace la obra- es quien lo padece. Y lógicamente lo que comemos a diario, como la verdura, el pescado o la fruta, todos estos productos que siempre han venido por Marruecos seríamos partidarios de que volvieran legalmente con la aduana comercial y que nosotros pudiéramos exportar también, o, si no, como mínimo, que en el régimen de viajeros se permitiera a los turistas que vienen a diario a la ciudad llevarse los productos que consideraran y que los familiares pudieran llevarse regalos a Marruecos.

Si no es así y se sigue permitiendo que esté como hasta ahora, la ley del embudo y desde Marruecos me puedo llevar lo que quiera a Melilla y Ceuta y nada en dirección inversa, que se cierre y verás cómo Marruecos, más pronto que tarde, abrirá el régimen de viajeros en las dos direcciones, puesto que se verían perjudicados todos los comercios del entorno de Melilla y Ceuta sin vender todos los productos que venden a diario o los fines de semana para los clientes. Si eso no pudiera ser, verías cómo los comerciantes de esta zona demandarían a su Gobierno que volviera el régimen de viajeros.

Lo que no puede ser es que se mantenga esta situación después de dos años y medio y que sigan trayendo toda la mercancía que ellos quieran con el perjuicio que causa a las panaderías, a los mercados, a las pescaderías o a las fruterías. Eso ocasiona un perjuicio económico a las arcas municipales en la entrada del IPSI, al empleo y a la economía.

Y, como esto no tiene visos de que el Gobierno de España tenga ningún interés en solucionarlo, nosotros optamos por que se cierre en las dos direcciones y verás cómo es la única solución que hay con Marruecos. Nuestro ministro de Asuntos Exteriores es algo flojito para negociar con Marruecos y conseguir el objetivo de mejorar los intereses de Melilla y Ceuta.

-El Español publicó que Marruecos tampoco deja exportar ahora a Melilla desde la península y que los empresarios melillenses están teniendo que abrir empresas en Andalucía para sortear el bloqueo a sus productos y poder llegar desde allí a Marruecos. ¿Eso es cierto?

-Eso es así. Como no se permite exportar nada desde Melilla hacia Marruecos, porque la aduana comercial está cerrada, los empresarios mayoristas de todas las naves que estaban pegadas a la frontera y demás mayoristas que hay en la ciudad han tenido que buscar otras oportunidades y se han ido a la península o a Marruecos. Los que están en Marruecos directamente no tienen problemas. Los que están exportando desde Almería, o desde Málaga, o cualquier ciudad española, no se lo permiten con la razón social de Melilla. Tienen que crear una empresa nueva y un socio en la península para poder exportar sus productos.

Es una falta de respeto hacia los ciudadanos de Melilla y Ceuta que permita España continuamente esta situación de agravio comparativo de los ciudadanos de Melilla con el resto de ciudadanos españoles. Porque desde la península se puede exportar. Hay un negocio con Marruecos en todos los sectores y todos los productos desde todas las ciudades de España. Son 18 millones de euros lo que exporta España, pero desde Melilla no se permite ni un euro, ni un yogur, ni al por mayor, ni al régimen de viajeros.

Es una continua falta de respeto que intente Marruecos ahogar económicamente a las ciudades autónomas y que España lo permita. Creo que es momento de dar un golpe encima de la mesa y, como hemos dicho muchas veces, si España no tiene esa posibilidad de negociar con Marruecos, no se ve capacitado o no sabe cómo hacerlo, que sea a través de la Unión Europea.

Somos frontera sur de Europa. Somos la aduana del sur de Europa y no es la aduana de Melilla, sino de Europa, y desde la UE hay que hacerle llegar a Marruecos que respete las normativas comunitarias europeas.

Que se tenga que ir un ciudadano de Melilla con su familia a Málaga o Almería porque aquí no se le permite trabajar, porque el Gobierno de España no le permite trabajar con Marruecos como se permite en otras ciudades… Pues al final se están yendo ciudadanos de Melilla continuamente y también empresas y es un perjuicio económico para la ciudad.

-De la aduana ni hablamos, ¿no? Sigue sin haber visos de una posible reapertura…

-Va todo unido. La aduana comercial se cerró ya hace más de seis años, desde agosto de 2018, y que el ministro de Asuntos Exteriores diga continuamente que se está negociando, que hay una hoja de ruta, que hay un problema técnico, o que el presidente del Gobierno, en abril de 2022, dijera públicamente que se iba a abrir la aduana comercial y hablara de la normalización de las dos ciudades, del respeto mutuo… Eso lo dijo nuestro presidente del Gobierno en Rabat hace dos años y medio y habría que preguntarle qué hay de eso. ¿Qué le impide a España volver a la normalidad con Melilla y Ceuta? Creo que es el momento de que nuestro Gobierno sea lo suficientemente serio y tajante en este sentido y no penalice más a las ciudades autónomas.

Hay que tener en cuenta que Melilla tiene un 29 por ciento de paro, el más alto de España, y que, tal como está la situación actualmente, es difícil abrir una empresa. El SMI ha subido en los tres últimos años un 54 por ciento y el coste laboral en la Seguridad Social y los impuestos a Hacienda en la empresa han subido un 18 por ciento. Estas subidas continuas hacen que sea inviable montar una empresa o mantenerla, porque, si encima nos limitan los potenciales clientes que puedan venir de Marruecos y nos aumentan los costes laborales y los impuestos, todo esto junto hace que sea inviable.

Por eso no abren más empresas. Las únicas que se están manteniendo son las de la hostelería -cafeterías y bares de tapeo-, pero a los restaurantes y al comercio les está costando mucho, porque no hay esos potenciales clientes que echamos en falta.

-¿Sigue pensando que se podría comerciar con Argelia?

-Es otra posibilidad. Tenemos un Puerto que ahora mismo se ha quedado como una inmobiliaria. El Puerto comercial de Melilla es prácticamente una inmobiliaria que está alquilando todos los locales del puerto deportivo, del Cargadero del Mineral o de la Estación Marítima. Claro, es que no hay tráfico de mercancías. Tenemos solamente el consumo interno de lo que viene a la ciudad desde la península.

Perdimos la flota pesquera y en Ceuta se sigue manteniendo. Podría haber sido interesante apostar por la flota pesquera para intentar, por lo menos, el consumo propio. Pero es que no tenemos flota pesquera ni mercancías que podamos exportar a los puertos de Marruecos, ni al de Beni Enzar o al de Nador como se habló en la anterior legislatura. Se ha quedado en un cajón, como tantas otras cosas, y tenemos la posibilidad de Argelia, que está ahí, a dos horas de camino por mar.

Bueno, pues, si Marruecos no quiere abrir la frontera, tenemos esa posibilidad, pero vemos que tampoco hay mucha voluntad por parte del Gobierno y las relaciones con Argelia tampoco terminan de ser buenas. El caso es que ni con Argelia, ni con Marruecos, ni con la península. Por lo tanto, el panorama para el comercio actual ahora mismo está así. No podemos vender a la península por los aranceles del coste del transporte, no podemos vender a Marruecos porque está cerrado y Argelia no es otra opción.

Con la oferta comercial que hay, la demanda en Melilla no es suficiente. Hacen falta más potenciales clientes y hay que intentar buscarlos, pero, si no nos abren los caminos para ello, es complicado.

-¿Se ha llegado a hacer algún tipo de gestión para lo de Argelia? Esto dependería del Gobierno central, ¿cierto?

-Anteriormente se hicieron gestiones con el cónsul de Argelia y con una naviera que no tenía problema. Al final, la línea y el visto bueno los tienen que dar los gobiernos de España y Argelia. Se hicieron gestiones y era viable empresarial y comercialmente, puesto que ya hay una línea con Almería y otra con Alicante o Valencia y venden sus productos a Argelia o vienen turistas desde Argelia como desde cualquier otro país.

Estamos aquí ahora mismo cerrados al mundo y no podemos cerrarnos. Estamos en medio de la nada, en medio de Marruecos y en medio de España, y, claro, en medio de la nada es imposible tener un futuro económico por mucho que se siga hablando o estudiando.

Desde la CEME apoyamos lo que el Gobierno local está intentando fomentar, como el turismo, que está viniendo con los bonos, o todo lo tecnológico. Nosotros también trajimos hace una semana 25 empresas a Melilla e intentamos fomentar el turismo y dar a conocer los beneficios fiscales que tenemos para que tengan la posibilidad, primero, de conocernos. Hay quien no conoce la situación fiscal ni de la ciudad. Incluso estando en Málaga, la mayoría de personas que vinieron no conocían Melilla. Somos la gran desconocida como se suele decir y cuesta muchísimo llegar hasta aquí.

Estamos intentando trabajar y poner nuestro granito de arena, pero nuestro mercado principal está aquí al lado, en Marruecos, donde tenemos potenciales clientes. Es un país entero y queremos la posibilidad no solamente con el goteo que pueda venir de turistas desde la península. Tenemos que tener la posibilidad de ser la puerta entre España, África y Europa. Tenemos que ser eso y promocionar la ciudad de una forma u otra, pero, para eso, hay que tener interés desde el Gobierno y no se ve.

-¿Cómo ve entonces el año 2025?

-Pues fíjate. Con todo lo que estoy diciendo, tengo que ser optimista y tener esperanza en que esto mejore. Peor no creo que pueda ir, porque ya, después de la pandemia, hemos pasado por todo, con el cierre de la aduana y la frontera o con la retirada de la bonificación a la Seguridad Social.

Con todo eso junto, y si hemos pasado por todo lo malo, tenemos que ser optimistas y tener la esperanza de que el próximo año se intenten mejorar todos estos asuntos que tenemos encima de la mesa y que se vayan solucionando los problemas que tenemos y cumpliéndose nuestras demandas.

Desde la CEME vamos a seguir luchando y trabajando con el Gobierno local, con el Gobierno central y con la CEOE para intentar atraer a la ciudad al máximo de turistas posible y al máximo de empresas posible y difundir los beneficios fiscales en España.

Nuestro trabajo va a ser ese, pero tenemos que tener la bendición y el apoyo de los gobiernos local y nacional, y esperemos (y quiero ser optimista) que definitivamente el próximo sea el buen año que todos queremos.

-¿Qué les pediría tanto al Gobierno central como al Gobierno local con vistas a los próximos meses?

-Yo les pediría que en algo vayamos de la mano todos juntos. No podemos ir en direcciones contrarias para todos los asuntos: desde la apertura del Hospital Universitario hasta la aduana comercial, el régimen de viajeros o la bonificación.

En todos estos asuntos que tenemos o vamos de la mano o va a ser imposible. Y el problema que tenemos en Melilla es que, cuando está un Gobierno, la oposición dice una cosa y, cuando cambian de la oposición al Gobierno, dicen la contraria.

Entonces, si no vamos de la mano todos unidos –Gobierno local, Gobierno central y los empresarios, que somos los que creamos el empleo en la ciudad-, va a ser muy difícil.

Lo que no puede ser es que en cualquier asunto Gobierno y oposición digan lo contrario. En algo tenemos que ir juntos y en algo algún partido tiene que tener razón. Y, cuando se tenga razón, hay que apoyarlo. Y tenemos que ir de la mano unidos Gobierno, oposición y empresarios. Si no, va a ser muy difícil sacar esto adelante. Y venos continuamente que, ante cualquier asunto que se ponga encima de la mesa, basta que lo saque el Gobierno para que la oposición esté en contra y viceversa.

Ese es el problema que tenemos en Melilla. La prueba, como he dicho antes, es que se creó un Plan Estratégico en la ciudad, pero ha entrado un nuevo Gobierno y lo ha metido en un cajón. Y así continuamente.

Claro, empezamos de cero continuamente y por eso no avanzamos. En los últimos 25 años se han hecho tres planes estratégicos y los tres están en un cajón. Así es imposible que una ciudad avance y llegue al futuro que queremos todos para crear empleo, para que las empresas inviertan y para lograr un futuro económico esperanzador. Así es imposible, así que yo les pido esto tanto al Gobierno como a la oposición: unidad y consenso en los asuntos fundamentales para esta ciudad, que son el transporte, la frontera, la sanidad o la educación. En todo eso es fundamental que vayamos de la mano y, mientras que no sea así, no se avanza.

-¿Cuál sería su deseo para el año que viene?

-Tal como está el mundo hoy en día, yo creo que somos un ejemplo por las culturas que convivimos en esta ciudad desde hace ya muchísimos años. Nos hemos criado todos juntos en los barrios, colegios y trabajo. Cada día nos despertamos con una guerra, con un cambio de Gobierno y con continuas agresiones en todo el mundo mires por donde mires: África, América, Asia o Europa. Por donde mires hay guerras, terrorismo y agresiones y yo creo que, con que mantengamos la paz y la unidad todos los que convivimos en esta ciudad, nos podemos dar por satisfechos. Poder convivir en paz y tener trabajo todos, porque al final lo que quiere la gente es eso: un trabajo y vivir en paz.

-Que así sea.