La Asociación de Agencias de Viajes de Melilla ha acusado este lunes al director general del Patronato de Turismo, Fernando Ríos Ortiz, como responsable del impago de los bonos turísticos correspondientes a los últimos tres meses. Como consecuencia y, como publicó El Faro, la ciudad se queda desde este lunes sin la oferta de los paquetes que abaratan el viaje a turistas no residentes. "Ante la pasividad del director General del Patronato de Turismo que no ha pagado ninguna de las facturas pendiente, tenemos que dejar de emitir billetes con los bonos", señalaron en un mensaje a la prensa desde la Asociación. Este 5 de julio el Boletín Oficial de Melilla (BOME) publicó la convocatoria extraordinaria de subvenciones para la bonificación de paquetes turísticos correspondientes a este año 2022, que estarán a disposición de todos los residentes en la Unión Europea a excepción de nuestra ciudad. Gracias a estas subvenciones a los turistas que quieran viajar en avión a Melilla tendrán un descuento de 150 euros en el precio del billete y si viajan en barco tendrán descuentos de 50 euros por butaca; 100 euros por camarote individual; 80 euros por camarote doble, 60 por uno triple y 50 euros por una para cuatro personas. Además, si el turista se aloja en un hotel, tendrá un descuento de 40 euros por habitación y día en hoteles cuatro estrellas; de 30 euros en un tres estrellas y de 10 euros en el resto de instalaciones hoteleras de la ciudad. Los billetes se tienen que gestionar a través de las agencias de viaje, que ofrecerán descuentos siempre que se compren pasajes de ida y vuelta y se gasten en un mes, como máximo. Las agencias de viaje adelantan el dinero de esos descuentos. En teoría los pagos deben hacerse a mes vencido y ya llevan tres meses sin cobrar. El otoño pasado los pagos se retrasaron cinco meses. Según el responsable de Turismo del Partido Socialista, Yeray Díaz, esto no es un retraso sino la tramitación habitual de los expedientes. Sin embargo, las agencias no pueden soportar la deuda y por eso han dejado de emitir los bonos turísticos, a la espera de que les abonen lo que les deben.