Adiós a otra oportunidad

La UD Melilla cierra de manera gris un mes de febrero que se presentaba óptimo para asaltar de manera definitiva los puestos de privilegio de la clasificación del Grupo IV de la Segunda División B del fútbol español.

La UD Melilla sigue en la línea irregular de los partidos de casa y, una vez más, la historia vuelve a repetirse al dejar escapar un partido que tenía totalmente controlado ante un rival no exento de calidad pero inferior al plantel unionista que tuvo la fortuna de acortar diferencias en el marcador al filo del descanso y lograr igualarlo nada más comenzar la segunda parte.

El problema del conjunto unionista sigue estando en los altibajos, a los que hacía referencia Óscar Cano en la previa al partido, que sufre el juego del equipo a lo largo de los 90 minutos que dura un partido. Ante el filial del Almería, que afrontó el choque con las bajas importantes de Pallarés y Jonathan en la punta de ataque, los azulinos volvieron a mostrar sus virtudes y sus carencias. Mortal en el contraataque y espeso en la elaboración del juego. Otro aspecto a analizar es la cantidad de goles encajados como consecuencia de jugadas a balón parado y que tanto daño están haciendo a la escuadra melillense.

Al Melilla no le queda otra que mejorar con respecto a lo propuesto hasta ahora y el margen que tiene para ello es aún enorme, pero de lo que no dispone el equipo norteafricano es de tiempo suficiente para llevarlo a cabo. Los azulinos tienen por delante diez jornadas para poder sumar mientras que algunos de sus rivales directos tienen una o incluso dos jornadas más para hacerlo; por lo que tanto técnicos como jugadores deben de ser concientes de ello y soltarse, de una vez por todas, las posibles ataduras que tengan para llevar a la práctica el gran potencial que se les supone, cosa que hasta la fecha lo han hecho en contadas ocasiones. El equipo sigue sin transmitir buenas sensaciones y da la impresión de que no cree a pies juntillas en lo que hace y eso hace que cualquier equipo, ya sea de la zona alta, media o baja de la tabla, le genere grandes dificultades y le ponga en demasiados aprietos a la hora de sacar un partido adelante.

Caravaca, Badajoz, Cádiz, Lorca, Puertollano y Jaén, son los equipos a los que la UD Melilla debe girar visita. Todos se están jugando algo, unos por seguir teniendo opciones de estar arriba y otros por intentar mantener la categoría por lo que la empresa no va a resultar nada fácil para sumar de tres en tres. En casa, y tal y como está el equipo a día de hoy, tampoco se plantean fáciles los compromisos que deben afrontar los de Óscar Cano ya que Sevilla Atlético, Villanovense, San Roque de Lepe y Ceuta intentarán sacar provecho de la debilidad del equipo azulino como local.

Aún así, y a pesar de los pesares, hay una cosa clara, y es que la UD Melilla ha llegado al momento crucial de la temporada en condiciones, al menos por la posición que ocupa en la tabla, de luchar por alcanzar con éxito el objetivo de la entidad que preside Cristóbal Sánchez, que no es otro que el de acabar en los puestos que dan derecho a disputar las eliminatorias de ascenso. Después habrá tiempo de analizar, si se consigue, si ha sido por méritos propios o por deméritos de los demás porque opiniones hay para todos los gustos. Ahora lo que importa es que cada vez quedan menos jornadas y las oportunidades van pasando por lo que el margen de error ya no existe.

Tras un buen mes de enero, coincidiendo con el inicio de la segunda vuelta, se presentaba un bonito mes de febrero en palabras del propio técnico en el que existían muchos enfrentamientos entre rivales directos y el Melilla tenía, a priori, un calendario mucho más asequible; pero la realidad ha sido bien distinta ya que el conjunto melillense solo ha sido capaz de sumar cinco puntos de los doce disputados. Entramos ahora en un mes complicado del que se hace imprescindible salir mucho más airoso del que ahora acaba si no se quiere acabar con el cuento antes de lo previsto.

El resto de los resultados que deparó la jornada estuvo dentro de lo previsible. El Cádiz CF dio la talla en el momento oportuno y ante un equipo como el Lucena que se presentó en el Ramón de Carranza con la posibilidad de arrebatar el liderato al de la Bahía pero los de Jose González, ante más de ocho mil aficionados, pasaron como una apisonadora por encima de los de Falete con tres goles conseguidos de estrategia que finiquitaron un partido en el que los gaditanos también fueron muy superiores en el juego.

El Betis B sigue resistiéndose a abandonar los puestos de play-off al sumar un importante triunfo en su visita a la localidad onubense de Lepe. En esta ocasión los de Hristo Vidakovic dejaron de lado el juego preciosista del que hicieron gala durante la primera vuelta y supieron sacar ventaja ante un rival directo en un partido en el que llegaron a desesperar al contrario con artimañas impropias de un equipo filial. El filial verdiblanco toma algo de respiro en la tabla y aventaja en tres puntos a su inmediato perseguidor, el Sevilla Atlético, que desbanca de la quinta plaza a la UD Melilla aunque figuran, junto al Real Jaén, con los mismos puntos.

Precisamente el filial sevillista ha sido uno de los grandes beneficiados de la jornada, al imponerse en el último minuto del partido a un Écija que llegó a adelantarse en el marcador antes de cumplirse los primeros cinco minutos de partido, por lo que los ecijanos siguen sin conocer la victoria a pesar de la mejoría mostrada con la llegada de Miguel Rivera al banquillo astigitano.

Por su parte, la Balompédica Linense recuperó la estima perdida la semana pasada en su terreno de juego y volvió por sus fueros para sumar con autoridad tres nuevos puntos que le sirve para recuperar el segundo puesto en la clasificación en detrimento de un Lorca Atlético que sigue en la zona baja de la tabla a tan solo dos puntos del descenso directo.

Cacereño y Jaén fueron otros dos de los equipos beneficiados de una jornada en la que la zona alta de la clasificación sigue comprimiéndose y en la que, salvo el Cádiz, los nueve equipos restantes hasta la décima posición que ocupa el Puertollano con 45 puntos, tienen prácticamente las mismas posibilidades de acabar en puestos de liguilla; lo que hace que a partir de ahora los errores se paguen muy caros. El Cacereño se impuso en el derbi extremeño al Villanovense y el Jaén hizo lo propio ante el Caravaca-La Unión, próximo rival de la UD Melilla que afrontó el duelo con varias bajas por sanción que seguirán sin ser de la partida ante los azulinos y a la que habrá que sumar otra nueva al ser expulsado Bauti por agredir a un contrario. A pesar de ello, los murcianos, que se presentaron con solo catorce jugadores en el Nuevo La Victoria, opusieron una gran resistencia y plantaron cara su derrota.