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Desde hace mucho tiempo, el sector del taxi viene denunciando la competencia desleal practicada por conductores de vehículos particulares que se dedican al transporte de pasajeros sin disponer de licencia para ello.
Son los llamados taxistas pirata, cuya acción provoca grandes pérdidas a los conductores que sí pagan sus impuestos para ejercer esta profesión. El mismo daño causa a la Cooperativa Ómnibus de Autobuses (COA), también muy crítica con la impunidad con la que operan muchos de los piratas.
Ayer, el consejero de Seguridad Ciudadana, Isidoro González, informó de que la Ciudad recaudó durante todo el ejercicio 2016 300.000 euros en multas a quienes transportan ilegalmente viajeros. Asimismo, subrayó que el pasado enero se sancionó por estos motivos a 12 personas. Y un dato a destacar: en lo que va del presente mes (una semana), ya se ha multado a 17 taxistas pirata. Aunque el consejero afirme que el área que dirige está haciendo “un esfuerzo importante”, lo cierto es que el problema denunciado repetidas veces por los sectores del taxi y el autobús está lejos de solucionarse. Son muchos los que, en busca de unos ingresos extra, se ofrecen para llevar a melillenses en sus vehículos particulares.
Según Isidoro González, las sanciones aplicadas a los taxistas pirata oscilan entre los 300 y los 1.500 euros, aunque la cuantía varía en función de si la persona es reincidente.
El castigo pecuniario es considerable, pero los piratas del volante siguen desafiando a las autoridades y haciendo competencia desleal a los autobuses y a los taxistas con licencia.
Estos últimos han anunciado que habrá parones del servicio en protesta contra los conductores ilegales. Asimismo, reclaman una patrulla de Policía Local dedicada específicamente a perseguir a los piratas. Ahora, es el consejero quien debe valorar si la plantilla de este Cuerpo tiene suficiente personal para adoptar esta medida.