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Se enfrenta a 3 años y medio de cárcel por agresión sexual . “Sólo le hablé de hacer el amor”, afirma
“Me he enterado de que te has divorciado, vamos a echar un polvo”. Con estas palabras se dirigió supuestamente a una mujer un hombre acusado de un delito de agresión sexual. Según el escrito de acusación, el individuo se “abalanzó” sobre la denunciante y le manoseó los pechos.
En este juicio, celebrado ayer en el Juzgado de lo Penal número 1 de Melilla, el Ministerio Fiscal reclamó al juez que le imponga al inculpado una condena de tres años y seis meses de cárcel por la conducta que se le imputa.
La acusación pública le preguntó al acusado si eran ciertas las palabras libidinosas que le espetó a la mujer, una antigua compañera suya de trabajo que se encontró el pasado día 24 en la calle Vista Hermosa, una zona próxima al Hospital Comarcal. “No fue así. Sólo le hablé de hacer el amor”, respondió el hombre, quien representaba más de 50 años.
Contra un muro
La fiscal insistió recordando el testimonio prestado por la supuesta víctima en la fase de instrucción. La denunciante “dice que usted se abalanzó sobre ella, le tocó los pechos y la estampó contra un muro para besarla”, subrayó el ministerio público. “No, sólo la intenté besar y me dijo que no”, aseguró el inculpado.
El individuo aseguró que “no tenía intención de agredirla” sexualmente. También dijo que se encuentra en “tratamiento psiquiátrico” y que actualmente es “usuario” de Proyecto Hombre.
Abogado defensor
El letrado de la defensa le preguntó si, como excompañero de trabajo de la denunciante, “había hablado con ella otras veces antes” de los hechos enjuiciados. “Sí. A mí ella me atraía”, dijo.
El acusado explicó a su abogado que está en tratamiento psiquiátrico por su “adicción al alcohol”. “El psiquiatra me rebajó la pastilla”, señaló. “¿Eso le hace estar más nervioso?”, se interesó el letrado. “Sí. Me arrepiento de lo que he hecho”, contestó.
Declara la denunciante
A continuación, testificó la denunciante, quien relató que el pasado día 24, cuando ella se encontraba barriendo en la calle, se le aproximó el inculpado. “Primero me saludó y después me dijo que quería echar un polvo”, indicó.
A preguntas del Ministerio Fiscal, manifestó que el hombre la “agarró del pecho”. “Me echó para atrás para darme un beso. Le dije que se quitase y él me dijo: otro día”, evocó.
La testigo perjudicada destacó que “nunca” había tenido algún problema previo con él. “Yo me asusté. Me vi sola y pensé: me viola aquí”, agregó.
Después, el abogado del acusado le preguntó. “¿Vio algún acto tendente a la violación?”. Fue entonces cuando el juez interrumpió al letrado y le recordó que palabras como “vamos a echar un polvo” y conductas como manosearle los pechos dejan claras las intenciones del individuo.
Una vez recuperada la palabra, la mujer insistió en que el inculpado le había dicho que se verían “otro día” para a continuación marcharse del lugar.
Solicitud de condena
En la vista oral de este juicio no se escucharon más declaraciones, al no haber testigos de los hechos. En su alegato final, la acusación pública mantuvo su petición de pena de tres años y medio de prisión, al dar credibilidad al testimonio prestado por la supuesta víctima de la agresión sexual.
No obstante, la defensa pidió la absolución, puesto que, a su entender, “no se dan los requisitos del tipo delictivo”. El letrado ve “desproporcionada” la condena que reclama la fiscal. “Él no intentó acceso carnal”, dijo, y añadió que “conductas como éstas se ven todos los días en adolescentes”.
En su derecho a la última palabra, el acusado dijo: “Soy cien por cien honesto. Ella miente”.