Felipe Castillo es un reconocido abogado de Melilla que ha tenido una experiencia desagradable con el Consulado español de Nador y con los agentes encargados de su custodia. Ocurrió este lunes cuando intentaba acceder a la sede consular con un cliente, que reclamó sus servicios porque le denegaron un visado sin explicación alguna.
El letrado melillense ha interpuesto una queja ante el Defensor del Pueblo e insiste en que quiere llegar hasta el final. Su propósito es que se depuren responsabilidades.
Ha tenido usted problemas en el Consulado de Nador. ¿Qué ha pasado?
Efectivamente, este lunes tuve un grave problema en la puerta del Consulado español en Nador. Acudí personalmente al Consulado porque me avisó una compañera, que a un cliente le habían denegado el visado que había solicitado y que se negaban a darle información del porqué de la denegación.
Cuando llegué a la puerta del Consulado, serían aproximadamente las 13:15 horas, me entrevisté con el cliente y con mi compañera. Ella me entregó un impreso normalizado, con cuatro recuadros en blanco, sin marcar ninguno de ellos. Esto es importante porque la Ley dice que las resoluciones denegatorias deben ser motivadas, cosa que sistemáticamente no hace el Consulado.
Después de comprobar que efectivamente el Consulado había hecho mal su trabajo, al no marcar siquiera una sola casilla con algún motivo de desestimación, quedé sorprendido una vez más del poco aprecio que se tiene a las personas.
Ante esto me acerqué a la verja que tienen puesta en la acera de la calle para que nadie se acerque mucho, y allí había una persona no policía, que por lo visto filtraba la entrada de los ciudadanos marroquíes. Conseguí que me prestara atención, me identifiqué como letrado y le indiqué que tenía intención de subir para ver cuál era el problema que tenía mi cliente.
¿Cómo le trataron a partir de ese momento?
A esto salió un policía nacional, le volví a explicar el problema y me dijo de malas manera y gritando que allí no subía nadie. Me quedé perplejo ante la agresividad del policía. Le insistí en que yo era su letrado y que, según la Ley de Procedimiento, aplicable al caso, tenía todo el derecho del mundo a estar con mi cliente. Le insistí en que estaba acreditada la representación ante la Oficina de Extranjeros de Melilla y ante el propio Consulado, porque firmó la autorización de solicitud y recogida de documentación y que figuraba en el impreso de solicitud como letrado suyo.
El policía dijo que le importaba poco y que nadie subía porque no le daba la gana. Era tan surrealista la situación que fui a la oficina lateral, que se encarga de otros temas y encontré a un funcionario normal, persona amable que intentó ayudar.
La ayuda consistió en subir al departamento correspondiente y explicarles que habían notificado una resolución nula y que lo corrigieran. Bajó el funcionario y me dijo que llamarían a la Policía para que nos dejaran pasar.
Lejos de eso, pasó una media hora y allí nadie salía para nada. A esto, sobre las 13:50 aproximadamente llegó en cónsul y entró en el Consulado. Y unos minutos después salió un policía con barba blanca, que dijo que subiera mi cliente. Le volví a explicar todo, que no entendía el idioma español y que era su abogado. A este segundo policía le dio lo mismo y se encaró conmigo buscando un enfrentamiento físico.
Aquello era una locura. El policía marroquí que allí estaba y fue testigo de los hechos, no sabía qué hacer y las personas, incluida mi compañera, tampoco.
En ese momento encarándose conmigo, dijo que si yo insistía en subir con mi cliente, no subiría nadie, porque lo decía él.
Es evidente que yo tenía dos salidas, una un enfrentamiento con esos policías descerebrados que estaban impidiendo ejercer una profesión reconocida o dejarlo estar y que subiera mi cliente con toda la indefensión que provoca, al no saber ni entender qué estaban haciendo. Le hicieron firmar unas resoluciones y papeles y lo largaron de malas maneras.
Es evidente que esa conducta policial es contraria a la ley y a todas las normativas vigentes. Estamos ante una Administración pública. Un policía, salvo cuestiones de seguridad no puede impedir la entrada a un español en un Consulado español. Ese desdén, prepotencia, desprecio y abuso de autoridad solo se contempla en épocas pasadas donde se sabía que el policía era la ley.
Este problema que han tenido usted y su cliente ¿es un hecho aislado o una práctica común? A lo que voy, ¿mañana me puede pasar a mí o a cualquiera?
Esperemos que sea un caso aislado, porque la dignidad de muchas personas está siempre en juego en ese consulado y con esas prácticas execrables.
Efectivamente este suceso no es un hecho aislado. Hubo una temporada donde a los ciudadanos marroquíes se les prohibió que acudieran con representante, vulnerando toda la legislación, pero por lo visto los cónsules, no se enteran de nada nunca.
Y eso no es de recibo, porque existe la culpa in vigilando, si el cónsul no testea cómo va su Consulado es tan responsable como el que comete la infracción. La autoridad y el mando tienen una responsabilidad, mayor incluso.
¿Qué deben tener en cuenta los ciudadanos cuando se les deniega un visado? ¿Se puede reclamar? ¿Qué vías tenemos para hacerlo?
Intenté pedir una hoja de reclamación, pero no tenían en la oficina lateral, con lo que tampoco pude usar los medios que deben tener. Es decir, un completo desatino.
¿Por qué cree que pasan estas cosas en el Consulado de Nador?
Todas esas cosas pasan porque no hay control serio en dicho Consulado. Escribes un correo y no te contestan. Llamas por teléfono y no te lo cogen. No te hacen ni el más mínimo caso a todo lo que mandas y al final, ya cansado tienes que denunciar ante los juzgados lo que ocurre.
Y en este caso es un delito contra los derechos fundamentales, un delito de coacciones y otro de amenazas y prevaricación administrativa y en vía administrativa es un destrozo a las normas mínimas que tiene la policía para relacionarse con los ciudadanos. Con ese ejemplo de ayer (por el lunes) no creo que ninguna de las personas que lo presenciaron, confíen mucho en la policía del Consulado español de Nador.
¿Cómo podemos solucionarlo?
Si sé que yo voy a ponerlo en conocimiento de Asuntos Consulares, voy a interponer la pertinente denuncia en el Juzgado de Guardia y al Defensor del Pueblo, aunque la competencia territorial sea otra, llegaré hasta el final, porque no se puede tratar a nadie de esa manera propia de las dictaduras y otras épocas nefastas.
A su vez mandaré al Consulado a su correo electrónico el resguardo de todas las denuncias y esperaré a ver si el cónsul tiene a bien leerlo y explicarse. Desde luego si piensan que lo voy a olvidar, que se olviden ellos, voy hasta el final para depurar responsabilidades.
Este consulado da asco he ido como unas 25-30 o 40 veces al final no fue conseguido nada llevo viviendo 11 años en farhana y no hay manera de solventar el problema que tengo para poder sacar a mi pareja y a la niña porque todos son problemas al final vais a ganar vosotros los del consulado vergüenza 11 años viviendo aquí con una pareja y no podermela llevar a mi casa de Barcelona que tengo casa en Barcelona y casa en Cuenca y cobro dos pensiones y no quiero nada del gobierno de España y tengo que estar aquí enfermo si estando en Melilla en el hospital que te me tengan que llevar a Málaga es una vergüenza la verdad del consulado este me he quejado en el consulado de Suiza con su lado español en Suiza y me han dicho que se pondrían de mi parte pero no puedo no pueden hacer nada vergüenza de verdad de consulado
Donde hay un polícia o un vigilante es porque los responsables en este caso el consul le ha dado ordenes de que no lo molesten, y el policía no tienes más remedio que cumplir con su obligació, que es que no entre nadie, todo lo demás, te puedes tirar años pidiendo que lo cambien, no cambiará nunca, los policías dentro de dos meses se irán y vendrán a otros, y al consul lo enviarán a una embajada, así que paciencia.
El gobierno de Pedro Sanchez, se encara y pone todas las trabas posibles a gestiones consulares que son de pleno derecho para españoles y de justa atencion a solicitantes extranjeros. Sin embargo no tiene la valentia, y patriotismo para pararle los pies al gobierno marroqui, en sus cobardes pretenciones . Esperemos que este abogado sr. Castillo, llegue hasta el final, y como minimo se depuren responsabilidades en ese consulado de Nador.
VERDADERAMENTE ESTE ACTO QUE RELATA EL SR CASTILLO ES UNA VERGUENZA SIN PARANGON. EN QUE SE HA CONVERTIDO EL HOMBRE?? EN UN ANIMAL SIN CABEZA..
No hay nada mejor, que no ser español.
Señor letrado, lo que pasa en el consulado Español en Nador es lo mismo que pasa en Rabat, Casablanca etc.....
Soborno, clientelismo y abuso. Más bien todas las características de la humillación la puede Usted encontrar allí.
Por fin veo a un letrado que se ha enterado. Ya llevamos años denunciando los hechos, Espero que haga lo dicho LLEGAR HASTA EL FINAL.