-En el pleno extraordinario del viernes afirmó que el PP le llamó para ofrecerle un pacto de Gobierno ¿se qué se trataba?
-Yo quise visualizar que la hipocresía en política no es respetuosa con el pueblo de Melilla, entonces, cuando se quiere catalogar a un partido o se quiere excluir a un partido con criterios contrarios a los que se buscan para servir al pueblo de Melilla, obviamente hay que visualizarlo, hay que exteriorizarlo porque ese es un grado de hipocresía muy nocivo para la ciudadanía. Pero no hace falta que escucharán a Aberchán en el Pleno, el día 17 de septiembre del último año el señor Imbroda con su voz hizo un llamamiento de acuerdo entre PP y CpM, incluyendo incluso al PSOE. No era de extrañar lo que yo dijera que había emisarios enviados por el PP y algún que otro diputado que instaban a un acuerdo con CpM. Lo llamativo de esto no es la invitación en sí, es el grado de hipocresía que se quiere mantener ante la ciudadanía y nosotros en eso no queremos taparlo si no denunciarlo.
- El 17 de septiembre el PP tiende la mano y ahora usted asegura que vuelven a hacerlo ¿habría alguna posibilidad de que ocurriera ese pacto?
- No. Coalición por Melilla dice con contundencia y con claridad para que no haya ninguna duda, nuestro objetivo después de haber apostado tan fuertemente, tan generosamente y tan responsablemente por el cambio, es mantener dos objetivos. Uno, cuidar el ADN de CpM que creemos que en estos momentos es todavía más exigible por lo que estamos viviendo y por lo que nosotros tanto hemos condicionado en nuestro discurso de estar con los ciudadanos y de luchar contra los desequilibrios, y de apostar por un proyecto de futuro de verdad, con un nuevo motor económico que nos dibuje un horizonte real para las nuevas generaciones, para los ciudadanos diversos que conformamos nuestra sociedad y, la segunda cuestión es fortalecer al máximo este Gobierno. Cuando quiero decir fortalecer, es porque creo importante recordar esto en el momento en que también es natural que se hayan visualizado discrepancias o diferencias con nuestros socios de Gobierno. Eso debe conjugarse con el verbo fortalecer y no debilitar a este Gobierno.
-Hace pocos días el PP de Melilla aseguraba que el Gobierno tripartito estaba roto ¿qué responde Mustafa Aberchán a ello?
-Ayer también tuve la oportunidad de recordarle a algunos que tienen memoria historia que, es importante en política tenerla, el señor Imbroda gobernó con cuatro partidos políticos conformando una mayoría cuando él disponía de dos diputados. Y en esos momentos a Melilla se le sirvió bien, con el PSOE, CpM, UPM y PIM; y no por ello no se exteriorizaban discrepancias o diferencias. Es lo mismo. Las discrepancias y las diferencias obviamente hay que expresarlas con naturalidad buscando el encuentro, el entendimiento, la intersección de acción, en defensa y custodia del interés general del pueblo de Melilla. Sería absurdo decir que no tiene que haber discrepancias en tres partidos políticos que han conformado tres programas para presentarse a las elecciones. Insisto en que para nosotros el Gobierno no solo se fortalece superando esas discrepancias sino también visualizándolas con toda la naturalidad.
-En el pleno extraordinario se aprobó un plan de ayudas a las familias y a las empresas ¿cree que será suficiente para salir a flote en esta crisis?
-Es suficiente para que los ciudadanos melillenses sepan que nosotros, el Gobierno de tres partidos, PSOE, CpM y Cs, vamos a apostar firmemente para que la esperanza florezca en realidad; en una realidad que supere los grandes problemas y los grandes retos que vamos a tener por esta guerra vírica; la crisis económica y que no desemboque en una crisis social de ahondar más en los desequilibrios. ¿Por qué? Los números están allí y la consejera de Hacienda ha conseguido y, este Gobierno ha respaldado, no el PP, está el voto del grupo no adscrito, consiguieron que se pueda arrancar un motor económico prácticamente apagado, con una forma noble de asistir a las familias melillenses, que representa el doble de lo que ha hecho Ceuta.
Y precisamente algo más de la mitad, algo más que el doble de lo que proponía el PP, estamos hablando de 5 millones a cerca de 11 millones. Igualmente en estímulo y en ayudas a las Pymes y a los autónomos representa también el doble de lo que ha hecho Ceuta y algo más que el doble de lo que proponía el PP; estoy hablando de 10 millones de Ceuta frente a los 20, que de aquí a final de año podemos sobrepasar esa cifra. A ello añadimos que la operación crediticia era muy importante conseguir, para encender ese motor, también es superior al conseguido por Ceuta. Nosotros nos habíamos marcado una operación de crédito extraordinaria de 20 millones y hemos conseguido en dos años. Cuando hablo de dos años no significa 24 meses, estoy hablando de que nos quedan para este año 7 meses para terminar, el año que viene entra el dinero, por lo tanto estoy hablando de que en un intervalo de 10 meses podemos disponer de cerca de 25 millones de euros. Así que los números que hemos propuestos sintonizan una letra y una música agradable para todos los sectores que conforman nuestra sociedad y, esperemos que esa esperanza que anida en todos los corazones de los melillenses puedan florecer en una conquista de ese bienestar que está amenazado.
-El PP se abstuvo en la votación del plan de ayudas ¿cómo califica esta decisión? ¿Cree es el momento para divisiones políticas o para la unión?
-Eso es una expresión que deja al descubierto dos cuestiones. Una es la incoherencia de un discurso político que se mantiene cuando se está en el Gobierno y cuando se está en la oposición, que es muy importante no caer en ello. Nosotros, humildemente, lo hemos recordado durante el pleno. 2009, 2010, el presidente actual del PP y expresidente de la Ciudad, el señor Imbroda, nos ponía de ejemplo por ese sentido de estado de ciudad de apoyar sus presupuestos, en ese entonces gobernaba él, por la situación que vivíamos. Cuando hubo el terremoto, hace no más de 5 años, también hubo un sentido de responsabilidad y el PSOE y CpM apoyaban al Gobierno de la Ciudad que era el mismo que está ahora en la oposición, es decir, el PP. Y ahora resulta que defienden lo contrario, es decir, cuando pierden el Gobierno y se van a la oposición el objetivo ya no es mantener la responsabilidad de cercanía, de compromiso, de complexidad con la búsqueda de soluciones al pueblo de Melilla, sino el compromiso es cómo podemos discrepar para marcar una estrategia, yo diría ‘bastarda’ y recuperar el Gobierno.
Y digo bastarda porque lejos de buscar el encuentro para servir al pueblo de Melilla en esta crisis, lo que se quería visualizar es un ataque frontal a las diferencias naturales y saludables que podían tener en un momento determinado el PSOE y CpM, y CpM y el PSOE, como una expresión de política carroñera para intentar conseguir eso, no servir al pueblo de Melilla sino visualizar o querer expresar que su deseo es recuperar el Gobierno.
-En Melilla hay un Gobierno tripartito ¿cuál ha sido el momento más duro en la gestión de esta crisis?
-Creo que realmente no ha habido un momento duro. Ha habido un momento de no entendimiento porque el desafío era grande. El desafío de intentar poner a tres partidos que tienen una representación en las urnas muy distinta. Nosotros tenemos el doble de votos que el PSOE, Ciudadanos tiene solo un voto, solo un diputado y tiene la máxima responsabilidad de la Ciudad que ostenta la presidencia de la Ciudad, y la división de responsabilidades no es conforme a la representatividad. Esto, colocarlo en un primer plano para decir tenemos que ir en la misma dirección de conquista al interés general, ha creado algunos problemas, entre otros, porque a algunos les toca la fase de generosidad, a otros de reconocer la generosidad de los demás y a otro le toca asumir que, modestamente, tiene la máxima responsabilidad porque ostenta la presidencia y por tanto se le obliga también la máxima responsabilidad de buscar el entendimiento en la discrepancia. Quizá esa cuestión es la que haya que engrasar para que realmente las diferencias se muevan en un espacio de entendimiento.
-Hace unas semanas aseguraba que esta crisis puede ser una oportunidad para Melilla ¿cómo cree se puede reorientar la economía y qué alternativas tiene Melilla?
-Cuando dije eso pensaba en algunas cuestiones importantes. Nosotros nos presentamos en unas elecciones con un proyecto político, con un compromiso notarial de intentar la conquista de un nuevo modelo económico y eso significaba que Melilla tenía que mirar en dirección al sur y al norte conjugando nuestra personalidad geopolítica en el que, Melilla, capital europea tiene que ofrecer algo al sur y tiene que demandar algo al norte. De ahí, nosotros hablábamos del aeropuerto intercontinental, la ciudad universitaria, hablábamos de empresas que pudieran producir energías limpias, de un sistema tributario que tengamos o que podamos ofrecer que sean atractivas para que en Melilla vengan y produzcan esos yacimientos de empleo que no tenemos. Todas esas cuestiones es una oportunidad doble porque la crisis es no solo mundial, sino en nuestro país y obviamente los grandes empresarios buscarán los rincones más interesantes para invertir y recuperar con más facilidad lo perdido y, ahí es donde tenemos la oportunidad y el desafío de estar. Hay que conseguir que el poco suelo que tengamos, podemos ser capaces de ofrecer y de declarar un suelo capaz de ser atractivo para el yacimiento del tejido industrial y empresarial. Hay que conseguir conjugar esa economía de servicio y turística con una necesidad en la ejecución de los proyectos y, ya no depender de proyectos alternativos. Y a eso me refería, es una oportunidad de cambio que no solo se nos invita por las circunstancias sino que además estamos necesitados de ello.
-Se van a cumplir dos años del cierre de la aduana comercial y Marruecos ha anunciado el fin del comercio atípico, con esta situación ¿cómo se podría redirigir la economía?
-Hay modelos económicos que están presentes en nuestro continente que nosotros les hemos dado la espalda, como las Zonas Económicas Especiales, que hay cerca de 50 puntos en Europa y algo más en todo el mundo y eso produce una gran desventaja económica al acercarnos a una fiscalización muy baja. En ese sentido, creo que esa dirección es mucho más interesante que el depender que pertenezcamos a la Unión Aduanera que nos puede traer que más inconvenientes y más problemas que beneficios. Pero en todo caso, no me quiero apartar de la gran responsabilidad que tenemos de buscar un buen asesoramiento profesional en todo lo que se refiere al proyecto europeo y al proyecto de nuestro país en el aspecto económico para tomar las decisiones más acertadas, que no son las que tenemos ahora, sin ninguna duda.
“Tendríamos que estar mimados por el Gobierno, pero hemos recibido la exclusión”
–Por otra parte, ¿qué opina de que el Ministerio de Hacienda haya excluido a Melilla de dos de las tres partidas del fondo no reembolsable de 16.000 millones de euros?
-Es una gravedad que no se puede permitir. Estamos hablando, razonaba yo y está en el imaginario de CpM, que el PSOE en una decisión puramente política ha conseguido una operación crediticia de 16.000 millones y en otra decisión puramente política ha establecido unos criterios de reparto por el Estado de Autonomía contemplado en la Carta Magna, atendiendo a dos parámetros fundamentales, preferencias de Sanidad y aquellos territorios que vienen sufriendo un quebranto en la recaudación. En esos dos aspectos que puramente son decisiones o criterios políticos, nosotros somos la comunidad que más deficiencia tenemos. Sin tener las transferencias, las diferencias son notorias. Hemos dicho hasta la saciedad, por comprarnos con Ceuta nada más, Ceuta tenía 40 respiradores y nosotros teníamos 8 o 9, en facultativos había una diferencia de 10, en diferencia de dotaciones hospitalarias, igual; y no estoy comparando con cualquier otro territorio autonómico que sería lo normal.
En materia de recaudación de impuestos, sabemos todos que nuestra producción es Pymes y funcionarios, no tenemos otra producción. No tenemos tejido industrial, ni empresarial, ni grandes fábricas que produzcan un beneficio a nuestra ciudad. En ese sentido, también tendríamos que estar mimados por el Gobierno, pero hemos recibido la exclusión y no se puede entender más que un desprecio no solo a nuestro territorio sino a los valores de la Carta Magna, que orientan desde el inicio, en el artículo 2, al principio de solidaridad que no solo de debe entender entre los territorios autonómicos, sino entre el Gobierno y los territorios autonómicos, es decir, la gestión del Gobierno como dice el artículo 138, que consagra el artículo 2 de la Constitución, debe utilizar los poderes políticos, la gestión en corregir esos desequilibrios y no en ahondarlos; por lo tanto eso se debe corregir desde los criterios del Gobierno o desde el criterio de Melilla y la oposición que conducen al mismo puerto.
-Fue en dos oportunidades candidato al Congreso de los diputados ¿Cuál cree habría sido su papel durante esta crisis de haber conseguido el escaño?
-Prefiero que en política no miremos mucho al pasado porque nos condiciona el presente y el futuro. Si bien es cierto que hay que tener memoria histórica o memoria reciente en política porque es la que nos puede permitir si las decisiones tomadas en su momento fueron acertadas o fueron equivocadas. En ese sentido, quiero invitar a toda la ciudadanía a una modesta reflexión. Si nosotros hubiéramos alcanzado ese escaño, a nadie se le escapa que nuestra reivindicación por la defensa de Melilla no hubiera sido la que está haciendo el PP, que les preocupa más un centro de menores que 16.000 millones que se están repartiendo, no se les ha escuchado para nada y creo que Melilla hubiera tenido una oportunidad, igual que Teruel Existe o igual Coalición Canaria, o igual que cualquier otra formación regionalista o nacionalista que obviamente en este escenario político es muy importante sus votos a la hora de aprobar modificaciones, inversiones, plan de ayudas hacia Melilla. Los 16.000 millones se tendrían que traducir, para que se produzca ese reparto, en un decreto que se tiene que votar con la mayoría de los diputados; entonces el diputado de Melilla podría tener la impronta de condicionar su voto a la cuantía y ya no estaríamos hablando tan solo de ese 0,25% que no se ha producido, de esos 35 o 50 millones, estaríamos hablando de cifras mucho más significativas que podrían servir para Melilla, para conseguir lo que no se ha podido conseguir en los últimos 20 o 30 años.
-Mencionaba el centro de menores de Rostrogordo que ha sido muy cuestionado y criticado por parte del PP ¿cree que era necesario trasladar a los menores en este momento? ¿Por qué?
-Era exigible, no recomendable, exigible. Pero si nos queremos mover desde el punto de vista de sensibilidad humanitaria, era recomendable que en un foco de infección que se estaba produciendo en todo el país y que nosotros tendríamos que cuidarnos, no íbamos a permitir que tres menores estuvieran durmiendo en un mismo colchón. Yo creo que eso lo podemos entender todos y lo ha visto todo el país. El único que aún no se ha enterado es el PP, que pretendían que esos chicos estuvieran en una especie de latas de sardinas porque no se puede entender que defiendan el planteamiento de no cambiarlos, pero si queremos verlos desde el punto de vista de la exigencia, era una exigencia de fiscalía desde el Gobierno popular acá, reiterativamente se había producido por escrito a la Consejería del Menor, tanto la que desempeñaba la responsabilidad del PP, como la nuestra. Ese discurso me parece tan solo que es muy nocivo, muy poco sensible y bastardo en la defensa de los intereses de Melilla, sino poco respetuoso para el ordenamiento jurídico y para la situación en que estamos.
-Sobre este tema, el presidente del PP de Melilla, Juan José Imbroda le ha acusado de hacer clientelismo político ¿qué responde a esto?
-Nosotros estamos dispuestos a poner encima de la mesa todos los trabajadores de menores y nos podíamos llevar una sorpresa en relación a los parientes de primera línea familiar con los diputados y con los responsables del PP durante 20 años. No tenemos nada que esconder, si ellos están dispuestos nosotros pondríamos encima de la mesa todas esas contrataciones para gestionar, fiscalizar y ver realmente los perfiles profesionales si son acordes a las exigencias de la fiscalía y si son acordes a la moral y ética que hay que mantener en, por ejemplo, no vamos a tener un discurso y al mismo tiempo tener un compañero que sea trabajador del Centro de la Purísima, o un hermano o un marido. Esas cuestiones también moralmente son reprochables. Estamos dispuestos a hacer un ejercicio de máxima responsabilidad y de transparencia encima de la mesa para no crear ninguna confusión al pueblo de Melilla.
por qué no te callas de una vez
MELILLA NO OLVIDA .....Sr. Aberchán ,o hijo del tendero,por mucho que nos quieras "encasquillar" tu vacía VERBORREA habitual , todos los melillenses sabemos lo que eres ,y lo que siempre has sido...... UN GRAN SINVERGÜENZA y UN GRANDIÍSIMO HIPÓCRITA.......Recuerda el tema de la avioneta.
Ha sido un error monumental de la ciudadania melillense el no tener a este hombre en Madrid defendiendo los intereses de nuestra querida Melilla.
Estoy totalmente de acuerdo contigo, esta Ciudad la defenderán mucho mejor los que la sienten y no los que despues de veinte años quieren seguir exprimiendola.