A muchos melillenses le gusta bañarse en Aguadú por la pureza de sus aguas

Muchos ciudadanos de Melilla siguen eligiendo los cortados de Aguadú para tomar un baño. El motivo es sentir la sensación de bañarse en las rocas fuera de lo que es el estándar de lo que es una playa, además que el mar de Aguadú es un mar abierto al Mediterráneo y no una playa cerrada como lo conforman las cuatro playas más importantes de Melilla.

Aunque Trápana está de moda para muchos bañistas, ya que es una cala que también es abierta, quedando fuera de la dársena del puerto, y tiene al faro como techo, lo cual ofrece un marco espectacular, Aguadú tiene como referente todo el paisaje costero de Marruecos.

Además, después de tomar un baño, es un lugar donde se puede pescar. Las prohibiciones de pesca no han llegado hasta allí, por el hecho de no ser una playa en sí misma, aunque el baño no esté prohibido. Quien quiera bañarse en Aguadú puede hacerlo. La Normativa de la Ciudad Autónoma no es restrictiva en ese sentido.

Así que muchas personas se bañan allí y después echan lo que se dice “unas carnadas”. Pescan.

La afición a la pesca en Melilla es muy fuerte. El melillense es un pescador en potencia debido a que tiene un contacto directo con el mar a muy poca distancia desde cualquier punto de la ciudad que se tome.

Los rifeños, dadas las circunstancias que han vivido desde que se les conoce, siempre han utilizado la pesca además de cómo afición, como alternativa económica, ya que la industria y el sector servicios en la zona perimetral de Melilla y fuera de ella ha brillado por su ausencia. Y Aguadú ofrece ese tiempo de solaz al melillense, por regla general, de procedencia rifeña para bañarse allí y también para pescar.

Las rocas de Aguadú está casi al ras del nivel del mar por lo que no hay necesidad de saltar y de tener un baño excesivamente peligroso, aunque existe la necesidad de saber nadar.

El baño es sencillo allí, primero porque es muy difícil que haya remolinos de agua, ya que la corriente es lineal y suele ir direccionalmente de fuera hacia dentro. Existen playas que a pesar de su aspecto acogedor, tienen ciertas corrientes llamadas en el Norte de España, ‘Resaca’, que cuando el agua supera los hombros del bañista es capaz de arrastrarlo mar adentro a una velocidad bastante rápida e insistente, donde nada se puede hacer, salvo que el nadador nade en línea recta de forma perpendicular y aparezca al otro extremo de la playa a unos kilómetros de donde la corriente le quería llevar. Sin embargo, nadar contra corriente en resaca implica ir hacia ninguna parte, salvo que una embarcación de salvamento recoja al bañista.

En Aguadú no hay corrientes adversas; o por lo menos no se han notificado. Lo que implica un baño de calidad, un acceso fácil a la costa y una de las mejores pescas aseguradas ya que los peces carecen de los tóxicos que suelen acontecer en un puerto, como aceites industriales, y otros productos que nada bueno aportan a la carne a consumir del pescado.

Horcas Coloradas, a pesar de ser una de las playas con menos calidad de Melilla, es lo que más se le parece a Aguadú. Muchas personas les gusta bañarse allí, primero porque el baño con mascotas está permitido y para muchos ciudadanos melillenses, un baño sin la compañía de la mascota de la familia no es lo mismo que sin ella.

Al igual que en Aguadú, la costa está fuera de la cerrazón del puerto y por lo tanto es mar abierto. El mar suele estar mucho más limpio, además de tener servicio de duchas y de haber quioscos en el paseo marítimo que le antecede y un mejor servicio de aparcamientos que el propio paseo marítimo del centro de Melilla, siempre y cuando se haga referencia a playas como San Lorenzo, Los Cárabos, El Hipódromo y La Hípica.

Lo que está claro es que Melilla tiene baño para todos los gustos, ya sea de arena, piedra, roca o de cualquier naturaleza, y eso teniendo en cuenta el poco espacio de que se dispone es todo un lujo para quienes pasan sus vacaciones en la ciudad.

El acceso a Aguadú es lo más conflictivo ya que las curvas de acceso a esta zona de baño y pesca suelen ser muy cerradas, pequeñas y pronunciadas. Una rotura del automóvil en éstas podría ser muy problemática, además la cuesta de acceso es muy pronunciada. Estas dos dificultades son las que hacen que muchos melillenses que quieren ir allí desistan de hacerlo, pero el paisaje costero que ofrece desde Melilla hasta el cabo Tres Forcas, es espectacular, además del paisaje abierto hacia un horizonte infinito hacen de estos cortados un lugar que nunca deja de estar de moda.

Horcas Coloradas tiene como fondo sus acantilados y sus cortados en donde se pueden ver los estratos de tierra que han dejado su constancia durante el paso de los años.

Muchas personas se bañan en dicho lugar sólo para hacerse la foto.